A medida que varias tendencias alimentarias, como el consumo de más granos integrales o de seguir dietas sin gluten se han popularizado en los últimos años, nos hemos ido familiarizado con una variedad de alimentos de los que nuestros padres posiblemente ni siquiera habían oído hablar. En la última década, algunos granos como la espelta, la escaña, el mijo, la quinoa o el trigo sarraceno han aparecido en nuestros cereales, granolas, barritas energéticas y panes. Pero incluso entre los entendidos de cereales integrales y sin gluten, un grano increíblemente nutritivo ha logrado pasar desapercibido hasta ahora: el conocido como sorgo. ¿Has oído hablar de él?
Sin embargo, a medida que avanza la búsqueda interminable de novedades, el sorgo ha comenzado a cobrar protagonismo, reclamando el lugar que le corresponde entre el panteón de los populares cereales sin gluten, ricos en fibra y aptos para diabéticos, y se ofrece como una alternativa asombrosa al arroz, a la cebada, al cuscús y a la quinoa. ¡Y por una buena razón!
El sorgo es una hierba de cereales originaria de África, pero se cultiva ampliamente en todo el mundo, incluso en Estados Unidos, América Central y del Sur e India. Tiene un alto contenido de proteínas (aproximadamente 5 gramos por ¼ de taza seca) y es una buena fuente de hierro y zinc, nutrientes de particular importancia para quienes siguen dietas a base de plantas.

A mediados de la década de 1800, el sorgo comenzó a usarse más en Estados Unidos con dos propósitos: el grano en sí se usaba para alimentar al ganado, mientras que el jarabe dulce derivado del grano se usaba como edulcorante. Pero los tiempos han cambiado. ¿Cómo se consume ahora el sorgo? Aquí tienes algunas ideas para descubrir este grano:
Sorgo integral o perlado cocido: El sorgo integral es un grano grande y redondo, similar en apariencia al cuscús. Se tarda entre 50 y 60 minutos en cocinar al fuego; en una olla a presión, tarda cerca de 35 minutos. La versión perlada se cocina más rápido, tardando 18 minutos en una olla a presión, y sigue siendo una buena fuente de fibra.
Sorgo ‘reventado’: el sorgo integral se puede colocar en el fuego con un poco de aceite o incluso calentarlo en el microondas en una bolsa de papel, para obtener una alternativa a las palomitas de maíz.
Harina de sorgo: Este es un elemento esencial en la despensa de las panaderías sin gluten, y sustituye fácilmente a la harina de avena sin gluten en multitud de recetas.
Alimentos envasados: El sorgo es el ingrediente estrella de multitud de productos envasados, como los cereales, algunas mezclas para tortitas o gofres.
Cerveza de sorgo: La elaboración de cerveza sin gluten cada vez es más común: hay muchas ofertas artesanales que usan sorgo y jarabe de sorgo en lugar de granos tradicionales que contienen gluten como el trigo y la cebada. Si está buscando una buena cerveza de sorgo en estos días, tiene muchas opciones a tu alcance.