Hacer la colada es una de las tareas de la casa que más gusta. Sacar la ropa limpia, fresquita y con un olor muy agradable y tenderla después de los lavados es un placer para los sentidos. ¿Quién no recuerda esos anuncios de detergentes o suavizantes en los que los niños corrían entre las sábanas recién tendidas? Esa es la sensación a la que nos referimos.
Muchas personas disfrutan compartiendo, además, trucos que han descubierto en torno al lavado y a la hora de cuidar nuestra lavadora. Hay algunos que cada vez se hacen más virales, y en parte es gracias a las redes sociales. Por ejemplo, ahora un montón de gente en TikTok está compartiendo cómo se puede evitar que los pelos y las pelusas se queden pegados cuando se lava la ropa.
Hay trucos muy sencillos para esta tarea, como meter una esponja cortada en tres o cuatro trozos para que los atrape. Después, solo tienes que eliminar los pelos o pelusas que haya en las esponjas y guardarlas para el próximo lavado. También están muy en tendencia aquellos que hacen referencia a los tips para que la lavadora no tenga malos olores.
Aunque como éstos puedes encontrar un montón de consejos sobre los lavados o cómo sobre cómo limpiar tu lavadora, entre otras cosas relacionadas con este tema. En este artículo nos vamos a centrar en el lavado, y en concreto en cómo hacerlo con un producto que, a priori, quizás no te habrías imaginado que funcionaría tan bien.
Champú para lavar la ropa: el truco de limpieza para ahorrar
¿Te ha pasado alguna vez que estabas de viaje, has manchado alguna prenda y la has tenido que lavar con el gel o champú? Pues no ibas tan mal encaminado, porque el champú es una opción más que eficaz para lavar las prendas y otros textiles. Y es que, al final, los champús son también productos de limpieza, pero para el cabello.
Como bien se explica este blog del equipo de Dermatología del Grupo Hospitalario Quirónsalud, los champús también contienen detergentes -obviamente indicados para el cabello-: "los detergentes son los encargados de eliminar la suciedad, grasa, células muertas… Pueden clasificarse en aniónico (laurilsulfato, sarcosinas o sulfosuccionatos), catiónico, anfotérico (betaínas, sultaínas o derivados de imidazolinio) o no iónico".
Además, añaden que "los champús precisan dos detergentes: uno primario, presente en mayor concentración y otro secundario, en menor concentración. Los componentes aniónicos son buenos eliminando el sebo, pero sin embargo dejan el cabello áspero y cargado de electricidad estática; mientras los anfotéricos son más suaves y los más comunes en champús de bebés".
Así, los champús también pueden valer perfectamente para limpiar nuestra ropa. Al igual que añades el detergente en la lavadora, puedes poner unas gotas de tu champú para limpiar tanto los olores como las manchas de, sobre todo, las prendas delicadas, como por ejemplo la lana, el lino o la seda.
¿Por qué decimos que sobre todo las prendas delicadas? Porque para lavar este tipo de prendas se requieren detergentes suaves, y los champús lo son. Así que solo tendrás que seleccionar un lavado para prendas delicadas y poner en la cubeta para detergente unas gotas de tu champú, porque tampoco es necesario poner grandes cantidades. Por ello, es un gran aliado también para ahorrar en tu cesta de la compra: es un producto 2x1 que puedes usar para estas dos funciones.
