Si eres fumadora y has superado la barrera de los 50, quizás alguna vez te hayas planteado dejar de fumar. Sin embargo, es muy probable que hayas acabado pensado: "He fumado durante 40 años, ¿de qué me sirve dejar de fumar ahora?" sin ni siquiera intentar el reto.

Lo cierto es que independientemente de la edad o el tiempo que haya fumado, dejar de fumar mejora la salud. La buena noticia es que después de dejar de fumar, incluso a los 50, 60, 70 años o más obtendrá todos estos beneficios:
- Descenderán el ritmo cardíaco y la presión arterial a niveles más normales.
- Comenzarán las terminaciones nerviosas a regenerarse mejorando así el sentido del olfato y del gusto.
- Comenzarán los pulmones, el corazón y el sistema circulatorio a funcionar mejor.
- Toserá menos y recuperará el aliento.
- Disminuirá la probabilidad de sufrir un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular.
- Mejorará la respiración.
- Disminuirá la probabilidad de desarrollar cáncer.
Las investigaciones apoyadas por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) confirma que incluso si una persona tiene más de 60 años y ha estado fumando durante décadas, dejar de fumar mejorará su salud.
Y es que fumar causa graves problemas para la salud. Entre ellos:
- Daña los pulmones y las vías respiratorias, lo que puede causar bronquitis crónica. También puede causar enfisema, enfermedad que destruye los pulmones y dificulta la respiración.
- Enfermedades cardíacas. Fumar aumenta el riesgo de un ataque cardíaco y un accidente cerebrovascular.
- Cáncer. Fumar puede causar cáncer de pulmón, boca, laringe (caja laríngea) esófago, estómago, hígado, páncreas, riñón, vejiga y del cuello uterino.
- Problemas respiratorios. Si una persona fuma, tiene más probabilidad que una que no fuma de que le de gripe, neumonía u otras infecciones que pueden interferir con la respiración.
- Osteoporosis. Si una persona fuma, aumenta su probabilidad de desarrollar osteoporosis (debilidad ósea).
- Enfermedades de los ojos. Fumar aumenta el riesgo de enfermedades de los ojos que pueden causar pérdida de la visión y ceguera, incluso cataratas y degeneración macular senil (DMS).
- Diabetes. Los fumadores tienen más probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 que los no fumadores, y fumar hace que sea más difícil controlar la diabetes una vez que la tenga. La diabetes es una enfermedad grave que puede causar ceguera, enfermedad cardíaca, enfermedad del sistema nervioso, insuficiencia renal y amputaciones.
- Fumar también puede hacer que los músculos se cansen fácilmente y que las heridas sean más difíciles de curar, puede aumentar el riesgo de disfunción eréctil en los hombres y hacer que la piel se vuelva opaca y arrugada.

Ahora bien, ¿Cómo lograr dejar de fumar, especialmente cuando llevamos toda la vida haciéndolo? A continuación te ofrecemos las claves.
El primer paso para dejar de fumar con éxito es tomar una decisión firme y elegir una fecha definitiva para hacerlo. Haga un plan para lidiar con las situaciones que provocan su necesidad de fumar y para enfrentar los antojos. Quizás tenga que probar muchos métodos para encontrar lo que le funcione mejor. Por ejemplo, podría:
- Hablar con su médico.
- Leer información de autoayuda.
- Ir a consejería individual o grupal.
- Descargar las aplicaciones móviles o registrarse para el servicio de mensajes de texto en Smokefree Español.
- Pedirle ayuda a un amigo.
- Pensar en lo que puede hacer con el dinero que gasta en cigarrillos y establecer un sistema de recompensas.
- Salir a caminar o ensayar una nueva actividad física que disfrute.
- Tomar medicamentos para ayudar con los síntomas de abstinencia de la nicotina.
- A algunas personas les preocupa aumentar de peso si deja de fumar. Si eso le preocupa, diseñe un plan para hacer ejercicio y mantenerse físicamente activo cuando deje de fumar; podría distraerlo de sus antojos y es importante para un envejecimiento saludable.
Cuando deje de fumar, es posible que necesite ayuda para enfrentar al deseo de la nicotina de su organismo. Los productos de reemplazo de la nicotina ayudan a algunos fumadores a dejar de fumar. Puede comprar chicle, parches o pastillas sin receta médica.
También hay medicamentos recetados que pueden ayudarle a dejar de fumar. Un aerosol o un inhalador nasal de nicotina puede reducir los síntomas de abstinencia y hacerle más fácil dejar de fumar. Hay otros medicamentos que también pueden ayudar con los síntomas de abstinencia. En cualquier caso, consulte con el médico acerca de cuáles medicamentos podrían ser los mejores para usted.