Consejos para acabar con el desperdicio de alimentos que puedes aplicar en casa con facilidad

De la mano de organismos especializados, compartimos algunos de los consejos más eficaces y sencillos de aplicar en el día a día para evitar el desperdicio de alimentos.
Desperdicio alimentario
Desperdicio alimentario - Andrey Popov

En 2022, se tiraron a la basura en nuestro país 1,17 millones de toneladas de comida. Cada familia, de media, desperdició 65,5 kilogramos de comida y bebida en doce meses. Los datos del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre desperdicio alimentario hablan por sí solos: tenemos trabajo por hacer de puertas para adentro. Y también las instituciones, de ahí que exista un plan del Gobierno para reducir el desperdicio alimentario. Por eso, en esta pieza compartimos contigo consejos para acabar con el desperdicio de alimentos que puedes aplicar en casa con facilidad.

Podríamos haber elegido muchísimas fuentes, porque son multitud los organismos oficiales y entidades medioambientales que llevan tiempo insistiendo en cuestiones sobre cómo reducir el desperdicio alimentario para mejorar las condiciones de vida en nuestro planeta y también la salud de este.

Finalmente, nos hemos quedado con una selección de los consejos más prácticos, los que nos parecen además más fáciles de aplicar. Esto es, con algunos de los consejos para reducir el desperdicio de alimentos Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC) y con algún consejo para no desperdiciar alimentos de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria.

Pieles y restos de alimentos - Getty Images/iStockphoto
  • La compra

Es fundamental para reducir el desperdicio alimentario comprar solo lo que necesitamos. Evitar comprar ofertas por comprar o ir al supermercado sin planificación previa son enemigos de este objetivo. “Los trucos simples de abuela pueden ayudarnos a mantenernos concentrados cuando compramos alimentos: prepara un plan de comidas para la semana; usa una lista de compras, anotando las cantidades requeridas; y ten en cuenta las posibilidades de comer fuera de casa”, apunta al respecto el EUFIC.

  • Fecha de caducidad vs fecha de consumo preferente

Hay diferencias entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. La primera sí nos obliga a no consumir ese producto a partir de determinada fecha, pero no así la segunda. “Después de esta fecha, los alimentos como las lentejas y la pasta se pueden consumir de manera segura, aunque su calidad puede haber disminuido, dice el EUFIC.

En este sentido, la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria incide en que es fundamental tener controladas las fechas de caducidad de lo que tenemos en casa si queremos reducir el desperdicio alimentario. “En el momento de comprar comprueba si los productos que se deterioran rápidamente tienen fecha suficiente para poder comerlos”, apunta. “Piensa en tu bolsillo. Cuando desaprovechas comida malgastas tu dinero”, agrega.

  • Cocina de aprovechamiento

Este es quizá el consejo más evidente, pero también es el que más cuesta seguir a muchas personas, sobre todo quienes están acostumbradas a comer siempre lo mismo y quienes tienen un recetario reducido e inflexible. “Combina cualquier verdura que quede en una olla de pasta de limpieza de la nevera, sopa, tortilla o salteado”, recomienda el EUFIC. “En caso de que te sobre comida, trata de aprovecharla: para la fiambrera del día siguiente, para congelar o para otras recetas (ensaladas, pasta, cremas, croquetas, etc.)”, comenta la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria.

Congelar es otro consejo útil para evitar el desperdicio alimentario. Incluso puedes hacerlo con el pan que te sobre, para hacer tostadas otro día. Y con la fruta madura, puedes hacer lo mismo: congelar o preparar batidos o confituras, por ejemplo. “Y con las verduras que se empiezan a marchitar puedes hacer cremas o sopas”, apostilla la agencia catalana.

Hay muchos perfiles de cocina de aprovechamiento en redes sociales y también aplicaciones que te ayudan a combinar ingredientes sueltos que tengas que consumir en una receta con sentido.

Una mesa llena de sobras - Getty Images
  • Controla la cantidades

Otro error habitual que acelera el desperdicio alimentario en los hogares es la cantidad de comida que ponemos en el plato por ración. Sirve porciones pequeñas y vuelva a servir en lugar de raspar el exceso de comida de nuestros platos en la basura”, dice el EUFIC. En la misma línea se expresa la Agencia de Catalana de Seguridad Alimentaria: “Sírvete lo que sabes que te comerás por el hambre que tienes y evita las sobras que seguramente dejarás en el plato y acabarán en la basura. Cocina la cantidad justa de comida y así evitarás que sobre”.

  • La nevera

Dos consejos prácticos sobre el uso de la nevera de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria. Por un lado, ajustar la temperatura del frigorífico: “Los alimentos crudos como carne, pescado, pollo, huevos, etc., se deben conservar entre 1 y 4º C. La nevera debería estar a 4º C en la parte central”, dice. “Ponte un termómetro y ajusta la temperatura y comprueba que las puertas y los cajones estén bien cerrados”, añade.

Y por otro lado, coloca los alimentos de forma ordenada tanto en la propia nevera como en el congelador y la despensa. Hazlo, explica la agencia, “para encontrar en primera línea los que hay que consumir primero”.

  • Aprende a reconocer los mohos

Este consejo del EUFIC para reducir el desperdicio alimentario es un poco más complejo porque requiere que te documentes un poco, pero no te llevará mucho hacerlo. El consejo es que aprendas a reconocer los mohos, de manera que sepas si puedes rescatar parte de un alimento en mal estado o no.

A grandes rasgos, el EUFIC señala unas normas generales: “los alimentos duros deben ser seguros para consumir una vez que se retira la parte mohosa junto con el área circundante. Esto incluye los quesos duros, las carnes curadas duras (como el salami y el jamón) y las frutas y verduras firmes (como la col, los pimientos, las verduras de raíz)”, apunta. Y en el caso de los alimentos blandos como yogures o frutas, “deben desecharse una vez que comienza el moho a ser visible porque se puede extender y es posible que ni siquiera lo veamos”.

En esta pieza te explicamos el caso concreto de las patata con brotes, otro de esos alimentos que solemos tiras antes de tiempo.

  • Reutiliza y recicla

Reutilizar comida es un consejo supereficaz para reducir el desperdicio alimentario. El mejor ejemplo son los tallos y hojas de las verduras que no sean comestibles y las raspas y cabezas del pescado, con los que puedes hacer caldos. “Trata de reutilizar los restos de comida antes de que lleguen al compostador”, solicita el EUFIC. Una vez tengas tu caldo hecho, esos restos se pueden convertir en post.

Actualmente, los ayuntamientos están facilitando cada vez más el reciclaje separado de restos orgánicos; no cuesta nada tener una bolsa aparte de basura que sea biodegradable (las de fruta del super, por ejemplo) y evitar que la comida que no sirve se convierta en otro producto útil para la naturaleza. Es más, tú mismo puedes hacer compost en casa y aprovecharlo en el jardín. 

“El compostaje comunitario y los contenedores separados para residuos de alimentos representan un paso en la dirección correcta. Podemos consultar con nuestro gobierno local para ver qué tipo de recolección de residuos de alimentos está disponible”, dice el EUFIC. 

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