Los huevos son uno de los alimentos más nutritivos que existen. Son ricos en proteínas de alto valor biológico, y aportan un número elevado de vitaminas (A, B2, Biotina, B12, D, E y K) y minerales (selenio, fósforo y hierro). Y no, no suben el colesterol, eso solo es un mito. Por si fuera poco, son increíblemente versátiles en la cocina y podemos utilizarlos para un montón de recetas, más allá de los huevos fritos que tanto nos gustan.
Ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, son ricos en antioxidantes, son buenos aliados contra la degeneración macular, contribuyen a aumentar la masa muscular... Los huevos tienen muchos beneficios, pero también un gran contra: son uno de los alimentos que más intoxicaciones alimentarias causa. Por eso, es muy importante manipularlos adecuadamente, sobre todo cuando vamos a recalentarlos. Es importante tener claro que consumirlos cuando no han sido cocinados de todo puede ser peligroso, pues los microorganismos campan a sus anchas. Si te gusta consumirlos así, ten en cuenta que deberás hacerlo lo antes posible, y no deberás almacenar durante varios días preparaciones que contengan yema cruda.
Lo más importante para recalentar huevos con seguridad es que estos han de estar bien cocinados, sin que se quede líquido, es decir, a más de 70 grados. Los expertos en sanidad insisten en que los huevos revueltos nunca deben estar líquidos. También es muy importante conservarlos bien. Si los vamos a aprovechar, su temperatura debería volver a alcanzar los 70 grados, por precaución.
Si hemos preparado huevos y queremos guardarlos para otro momento, hemos de hacerlo en un recipiente poco profundo para que se enfríen rápidamente y refrigerarse lo antes posible, respetando la cadena del frío. No deberías conservarlos más de tres o, como mucho, cuatro días. ¿Vas a recalentar huevos? Entonces deberías saber que, en función del tipo de receta que hayamos preparado con ellos. el modo de hacerlo varía. Huevos fritos, en quiche, revueltos, cocidos... Aquí te dejamos algunos trucos para devolverle la vida a tus recetas con huevo y que queden como recién hechos, a la vez que evitamos el desperdicio de alimentos. ¡Apunta!
Cocidos
Recuerda que nunca deberías recalentar un huevo cocido en el microondas, pues cabe la posibilidad de que explote. Si todavía tienen la cáscara, lo mejor es calentarlos con agua hirviendo. Puedes sumergirlos en una olla o disponer el agua caliente con los huevos en un recipiente, que después deberás tapar durante 10 minutos para que el calor se extienda bien. Esta última opción es especialmente recomendable si ya los has pelado.

Escalfados
Los huevos escalfados están deliciosos, y no hay por qué tirarlos si nos han sobrado. Puedes recalentarlos de la siguiente manera: calienta agua en una olla a fuego lento y coloca los huevos escalfados de 1 a 2 minutos. Retíralos con cuidado.

Fritos
Solo tienes que ponerlos en una sartén con un poco de aceite y calentarlos de 2 a 5 minutos. Si adoras los huevos fritos (¿quién no?), ficha estos trucos para que siempre te queden perfectos.

Revueltos
Los huevos revueltos pueden conservarse varios días, siempre que estén bien cocinados. La mejor forma de recalentarlos es en una sartén con un poquito de aceite a fuego medio-bajo. Una vez que lo has hecho, tápalos en el mismo recipiente durante cinco minutos, de modo que el calor se reparta uniformemente. Puedes recalentarlos también en el microondas, pero de esta manera se calientan de manera menos uniforme y es probable que unas partes queden más cocidas que otras.

Tortillas y quiches
Tortillas y quiches quedan muy bien recalentados en el horno a 180ºC entre 15 y 20 minutos. Si la comida está congelada, el tiempo necesario será de 25 a 30 minutos.
