¿Te sientes hinchada? ¿Tienes tendencia a acumular líquidos en zonas como las manos, el abdomen o las piernas? ¿No sabes qué te pasa, pero a determinadas horas el pantalón no abrocha y por la noche llegas a pesar hasta 3 kilos más? ¿Te aprietan los anillos que llevas?
Puede que tengas problemas de retención de líquidos.
Pero, ¿Por qué el cuerpo actúa así? El organismo es agua en un 70 %. Esta, entre otras funciones, se acumula en las células para ayudar al transporte de nutrientes. ¿Cuándo surge en el problema de retención? Sí hay un desequilibrio que estar producido por diferentes causas que impiden el paso de líquidos y hacen que estos se acumulen en la zona intersticial (los espacios que hay entre las células) y se produzca la temida retención hídrica.

Identifica las causas
El linfedema puede estar causado por diferentes factores (dieta, un retorno venoso deficitario, desajustes hormonales, estar en contacto con una fuente directa de calor, llevar ropa muy ceñida, la toma de ciertos medicamentos, estar demasiadas horas sentada, trastornos hepáticos o cardiacos…) y lo sufrimos más las mujeres. ¿Qué nos ocurre? “Las hormonas tienen un papel determinante. Por ejemplo, la progesterona en la fase lútea (la última parte del ciclo menstrual que se inicia justo después de la ovulación) aumenta y produce alteraciones de peso ligadas a la retención de líquidos.
¿La buena noticia? “La retención de líquidos es constitucional, no una enfermedad, y la podemos atajar con un menú equilibrado, con algún tratamiento estético que favorezca el drenaje linfático, la práctica habitual de ejercicio físico y ciertas pautas anti retención”, explica la doctora Elena Soria, nutricionista de Clínica Menorca. ¿Quieres descubrirlas? No te pierdas la galería y di adiós al molesto efecto globo.
Somos más propensas
Según la doctora Elena Soria, nutricionista y médico-estético de la clínica Menorca, la población más proclive a acumular agua en los tejidos es la femenina, por varias razones. “Sufrimos fluctuaciones hormonales, y además, las mujeres tenemos la piel más delgada, poseemos menor masa muscular y padecemos problemas circulatorios con mayor frecuencia”.

¿Qué es el edema?
Tobillos y manos hinchadas y/o un aumento en el volumen abdominal pueden ser síntomas de que el organismo sufre un edema. Una acumulación anormal de líquidos que se produce en el espacio intersticial (el que hay entre las células) y que causa un aumento de peso repentino. ¿Qué desajusta la balanza hídrica del cuerpo? Hay ciertas patologías (trastornos circulatorios, cardiacos y hepáticos) que lo propician, pero también se da en personas sanas, por motivos ligados al estilo de vida (sedentarismo, estrés, el uso de determinados fármacos como los que ayudan a normalizar la tensión o los antidepresivos) o supeditado a un factores externos como el calor y las altas temperaturas.

Toma de 2 a 3 cucharadas de aceite de oliva
No puedes prescindir de las grasas (son vitales para la absorción de ciertas vitaminas), pero elige las buenas y vigila la ingesta de los lípidos vegetales. "Tomados en exceso favorecen el edema y la degradación de las fibras de sostén de la piel".

Toma agua a lo largo del día
Mantente hidratado y toma mínimo 2 litros de agua al día. Además, no te limites y toma caldos de verduras a base de puerros, espárragos frescos o pepino e incluso infusiones (perejil, enebro o cola de caballo son las más indicadas).

Sigue un orden con las proteínas
Es importantísimo tener un consumo óptimo de proteínas. Lo ideal sería optar por varias fuentes, repártelas a lo largo de la semana, toma 1-2 días de carne roja (mejor en la comida) y el resto opta por carnes blancas, pescado o huevos. Para evitar la retención de líquidos controla los enlatados.

Lejos del sodio
Es conocido que la sal propicia la retención. Sustitúyela por otros condimentos (perejil, pimienta, tomillo, albahaca) para dar sabor. Evita los alimentos que la contienen y ten cuidado con la oculta. Está presente como aditivo en productos procesados y en los líquidos de todo tipo de conservas. No hace falta que la elimines pero sí que controles su consumo.

No destierres las legumbres y las harinas refinadas
Tienen que tener un papel estelar en una dieta equilibrada. Son alimentos ricos en potasio y pobres en sodio. Este mineral esta presente en alimentos frescos y procesados. Siendo estos últimos los que incorporan saborizantes con gran presencia de sal (glutamato monosódico, fosfato disódico, cloruro sódico, benzoato sódico, propionato sódico).

Identifica esos alimentos de consumo ocasional
Evita los alimentos ricos en sal (frutos secos salados, embutidos, ahumados, panes industriales) y los procesados y ten cuidado con ciertas aguas minerales, las hay muy ricas en sodio. Si este mineral es muy abundante en el cuerpo, el organismo retiene agua para disminuir su concentración.

Alíate con frutas y verduras
De las primeras toma de 2 a 3 piezas. La sandía y la piña son frutas con un alto contenido en agua, inclúyelas. En cuanto a las verduras, incluye en el menú dos raciones (mejor aquellas que tienen hoja verde como las acelgas, grelos o las espinacas).

Identifica los hábitos antirretención
Hay gestos que evitan la hinchazón cada día (11.000 pasos para mujeres entre 40 y 50 años)”.

Ponte en buenas manos
Si se trata de una causa constitucional, hay tratamientos que pueden ayudarte. La radiofrecuencia calienta la dermis y favorece el drenaje linfático al igual que la presoterapia y la plataforma vibratoria".

Hay alimentos 'amigos'
¿Y qué nutrientes actúan como diuréticos naturales? Los que son ricos en potasio y en agua. "El mineral, mencionado en primer lugar, está en frutas, legumbres, cereales integrales, patatas, frutas desecadas". En cuanto al agua, cubre parte del requerimiento tomando vegetales. “Ayudan al funcionamiento de los riñones y propician la formación de orina”.

Cuidado con los tacones y las bailarinas
Ambos calzados dificultan el retorno venoso (el sistema linfático no funciona y se favorece el edema. Para evitarlo, elige un tacón de 3 o 4 cm, eleva los pies con frecuencia y toma alguna infusión venotónica (hinojo, té verde o rabinos de cereza).

No huyas de los lácteos
A diario toma de 2 a 3, salvo quesos semicurados y curados, por su alto contenido en sodio. Este mineral regula el equilibrio de los líquidos corporales.
