Las alitas de pollo son uno de los manjares más rentables que existen. Si están bien preparadas, comerte un puñado de alas de pollo es sinónimo de gozo y disfrute, de no parar hasta dejar los huesos pelados y acabar chupándote los dedos para apurar al máximo el saborcito. Además, son muy versátiles: al horno quedan tan crujientes como fritas (o en la freidora de aire) y encima puedes aromatizarlas como te dé la gana porque el pollo pega con casi todo tipo de hierbas y salsas. Cuando nos apetecen picantonas y chispeantes, las preparamos como Alberto Chicote.
El cocinero madrileño compartió hace ya tiempo en su perfil de Instagram una receta de alitas de pollo que probamos para ver qué tal y nos encantó. Tanto es así que si las queremos comer picantes, las aliñamos así y las preparamos para que queden chispeantes, que para nosotros es sinónimo de crujientes y un poquito picantes (o mucho, según el gusto de cada uno).
Cuando las hacemos con las peques, nos gusta ponerle hierbas provenzales, sus favoritas, y darles un toque de horno porque quedan saludables y tan ricas como fritas, de verdad. No hay trampa ni cartón. Es de las pocas preparaciones que quedan igual cuando las metes en el horno que si las fríes en sartén. Pero si nos apetece un poco de rock&roll, la versión de Chicote es nuestra favorita.
Como avisa el cocinero, “van con aromas de aquí de allá”, por eso las llama “medio chino style”, y por mucho que les quites algún aroma, “pican un poco”. Vamos, que a chispeantes, si encima las dejas crujientes, no las gana ninguna otra versión.
Solo una advertencia: no son alitas de “antojo”: hay que dejarlas macerar mínimo un día en la nevera para que salgan bien chispeantes de sabor.
Recetas de alitas de pollo chispeantes de Alberto Chicote, que tiene claro el resultado de su receta: “Preparaos a recibir aplausos y albricias de los familiares o amigos”, dice.
Ingredientes
- 1 kilo de alitas de pollo
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimienta negra en grano
- Unas bolas de cilantro
- Una cucharada de chili garlic sauce (la podéis comprar)
- Otra cucharada de salsa tipo ‘black branca’
- Medio chile seco o cayena (opcional, si te gusta mucho el picante).
- Dos cucharadas de vinagre de Jerez
- Un chorro generoso de salsa de soja
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Zumo de medio limón
- Un poco de agua para ligar la salsa
Elaboración
Paso a paso
En un mortero, pon los 3 dientes de ajo y una cucharada de pimienta negra en grano, unas bolas de cilantro y maja la mezcla bien. Añade una pizca de sal, truco de Chicote para que no “bailen” los ajos.
Añadimos la cucharada de Chili garlic sauce “ y otra de “Black Branca garlic sauce “, lo mismo. Mezcla bien.
Si quieres que piquen más, es el momento de añadir la cayena o el chile seco.
Añade un par de cucharadas de vinagre de Jerez y un buen chorreón de salsa de soja.
Mezcla en el mismo mortero y termina con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Mezcla todo esto bien con las alitas partidas y déjalo macerar en la nevera, tapado, de 1 día a 3, cuánto más tiempo, más sabor cogerán las alitas.
Para cocinarlas, saca las alitas de la marinada y ponlas extendidas en una fuente de horno, (con el lado con más piel hacia abajo). Reserva la marinada.
Sazona las alitas y añade un chorrito, no mucho, de aceite de oliva virgen extra.
Mete al horno a 200 grados 30 minutos, y pasado este tiempo damos la vuelta a las alitas y añade todo el caldo de la marinada que hemos guardado.
Vuelve a meter al horno a la misma temperatura unos 20 minutos más. Han de quedar bien doradas.
Al final, añadid el zumo de medio limón, y coloca las alitas en una bandeja.
Pon una pizca de agua en la bandeja para ligar un poco la salsa que quedará en la bandeja de horno y aprovecha la salsa por encima de las alitas.
