"El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio", decía Anne Hathawey en Interestellar y tenía razón. El amor es el motor de nuestra vida, la mejor razón para seguir adelante y lo que hace que queramos ser mejores cada día.
El Día Internacional del Beso tiene su origen en el beso más largo de la historia, que duró 58 horas y que fue protagonizado por una pareja tailandesa durante un concurso. Los enamorados rompieron así su propio récord de 46 horas consecutivas, logrado el 13 de abril del año anterior.
En Turquía, batir este récord sería impensable, especialmente si hablamos de una industria en pleno auge como las telenovelas. En el país otomano ocurre todo lo contrario a lo que estamos acostumbradas a ver en las ficciones europeas o latinoamericanas.
Mientras las telenovelas colombianas, argentinas o venezolanas derrochan pasión, besos interminables y escenas de cama nada sutiles, en Turquía las cosas son muy distintas. Esto se debe a que existe una código de "moral" muy estricto en el país de medio oriente y aquí te contamos todos los detalles.
En los melodramas turcas, los besos en la boca entre actores son muy poco frecuentes en comparación con las producciones occidentales debido a varias razones culturales y políticas. En un país donde aun predominan valores conservadores y tradiciones islámicas que influyen en la representación pública de afecto, es habitual esperar semanas hasta ver un primer beso entre los protagonistas y de verlo, no será ni de lejos parecido a lo que podemos ver en cualquier serie occidental. Esto se debe a varios motivos:
- Normas culturales y religiosas: En la sociedad turca, las demostraciones públicas de afecto, como los besos en la boca, pueden ser consideradas inapropiadas o provocativas. Estas normas se reflejan en la televisión para respetar las sensibilidades del público mayoritario.
- Regulación de los medios: Las normas de los medios de comunicación en Turquía son estrictas en cuanto al contenido que puede ser considerado moralmente inapropiado. El organismo regulador de radiodifusión en Turquía y el Consejo Supremo de Radio y Televisión (RTÜK), impone límites estrictos en la representación de la intimidad en la televisión para asegurar que los programas sean adecuados para todos los públicos, incluidos los niños.
- Audiencia familiar: Las telenovelas turcas suelen ser vistas por familias completas. Para mantener el contenido accesible y apropiado para todos los miembros de la familia, los productores a menudo optan por limitar las escenas de besos y otros actos de intimidad física.
- Preferencias del público: Además de las restricciones culturales y regulatorias, los productores de telenovelas turcas también consideran las preferencias de su audiencia local, que puede preferir tramas románticas que se centren más en la tensión emocional y el desarrollo del carácter que en la pasión física.
Estos factores combinados hacen que los actores y actrices muestren en sus ficciones una forma más reservada de romance en pantalla, en comparación con otraos países y culturas.
Si hay beso, que sea corto
"La censura siempre limita en cualquier campo, ya sea tu trabajo, tu vida normal. Hay normas que tenemos que cumplir por las condiciones del país en donde estamos viviendo. No es muy bueno, pero tenemos que cumplirlas", dijo la estrella de Infiel, Cansu Dere, durante una entrevista en la que le preguntaron por la censura del país.
De escenas sexuales ni hablamos, porque es un terreno inexplorado en el mundo de las telenovelas turcas. Pero, el tema de los besos también tiene su miga. De acuerdo con lo establecido por el RTÜK, los besos y caricias deben estar siempre muy limitados. En junio del 2020, el actor Furkan Andiç (Meryem) aseguró que estas muestras de cariño no pueden durar más de 3 segundos en la pantalla.
Teniendo esto en cuenta, los productores y directores suelen ser cuidadosos en cómo se presentan estas escenas para asegurarse de que se amolden a las normas sociales y de transmisión, enfocándose más en el desarrollo emocional y la tensión romántica que en la pasión física. Por eso, los besos en las telenovelas turcas tienden a ser rápidos y sutiles.
Multas por amar
En caso de incumplir las normas, las productoras pueden enfrentarse a graves sanciones económicas. Por ejemplo, en febrero del 2021, el RTÜK multó a la cadena FOX por una escena en la que los personajes de Kerem Bürsin y Hande Erçel en Love is in the air se daban un masaje y aparecían bañándose juntos en un jacuzzi.

Algunas ficciones se toman estas reglas al pie de la letra, tanto que en Yusuf, protagonizada por Sila Türkoğlu (Mundos opuestos) y Halil İbrahim Ceyhan, los personajes jamás se besan en la boca, ¡y son 45 capítulos de más de dos horas de duración!

A veces, ni siquiera el absoluto control de las escenas íntimas evita las sanciones. Infiel fue multada con una importante suma de dinero por herir sensibilidades, explicando que la serie muestra las relaciones extramatrimoniales como algo normal; lo que para ellos se traduce como un mal ejemplo para la sociedad.
El Consejo consideró que los temas que se tocan en la telenovela podían "afectar negativamente a los jóvenes y a los niños, dando malos ejemplos". Uno de sus protagonistas, Caner Cindoruk, expresó que la infidelidad ocurre en cualquier país del mundo, inclusive en Turquía y que hablar de ella no es malo: "la historia es universal. Muchos hombres pueden sentirse identificados".
También aseguró que, aunque en el país está aumentando la conciencia en lo que refiere a la igualdad de género, el machismo sigue reinando en casi todos los hogares. Está mal visto que una mujer engañe a su marido, pero no que el hombre tenga numerosas amantes.
Romances LGBT, tabú en Turquía
Si un simple baño en un jacuzzi puede dar lugar a una multa millonaria, no hablemos entonces de las parejas homosexuales o personajes transexuales, simplemente, no los vas a encontrar en una telenovela turca. ¿Existen? Por supuesto. ¿Les dan protagonismo en sus series? Jamás.

Los derechos del colectivo no han avanzado los suficiente como para que la RTÜK acepte personajes que no sean heterosexuales. A veces asoman la patita, como fue el caso del personaje interpretado por Bülent Çolak -Görkem- en Ada Masali, protagonizada por las estrellas Ayça Aysin Turan y Alp Navruz. Pero las cosas como son, este personaje jamás vivió una historia de amor homosexual, simplemente lo dejó caer de manera muy sutil.

Este tema suscita a menudo el enfado del colectivo, pues no se ven jamás representados en televisión, protestando constantemente contra las decisiones del consejo, considerándolas discriminatorias o delitos de odio.
Dos ejemplos de este tipo discriminación muy sencillos:
- If Only, una serie de Netflix que tenía un personaje homosexual y que finalmente, por la censura, tuvo que cambiar de título y de protagonista.
- Cuentos de Arcadia, una serie animada también de Netflix que incluía un beso entre dos chicas y que obligó a las autoridades turcas a pixelar la escena para poder emitirla en el país. Hacen lo mismo con la sangre o el alcohol, jamás verás una copa de vino o una herida de bala con claridad.
Los mejores besos de telenovela

Las discusiones y el odio no vencieron el gran amor de nuestros protagonistas, Miran (Akın Akınözü) y Reyyan (Ebru Sahin) en Hercai.

Tuvimos que esperar más de 20 episodios para ver un beso entre Can (Can Yaman) y Sanem (Demet Özdemir), pero mereció la pena la espera. La química que desprendían, sumada a que estaban juntos en la vida real aportaba un toque tan romántico a la escena, que hoy, Erkenci Kus, sigue siendo la telenovela mejor valorada del galán turco.

Todavía quedan unos cuantos episodios para ver el primer beso entre Tahir y Farah en Mi nombre es Farah, pero cuando estamos seguras de que, tras su emisión, solo vamos a querer muchos más.