¿Cómo les afecta el frío a los pacientes reumáticos?

El Dr. Javier Rivera, reumatólogo de OneLife Center, desvela las incógnitas de cómo afecta el frío y los cambios de temperatura a los pacientes reumáticos.
El frío en pacientes reumáticos

Las consultas de los pacientes reumatológicos aumentan cuando hay más frío y más cambios de tiempo, aduciendo un empeoramiento de sus síntomas: remiten más dolor y un incremento en la rigidez en las articulaciones afectadas.

El fenómeno de Raynaud es una de las patologías reumatológicas que más se ven afectadas por cambios en la temperatura, especialmente al frío. Se caracteriza por una disminución del riego sanguíneo en los dedos de las manos (también puede afectar a los dedos de los pies) provocando dolor y cambio de color.

¿Afecta realmente el frío en este tipo de pacientes?

Por otra parte, las modificaciones en la presión atmosférica son las que han mostrado siempre una mayor consistencia en cuanto al aumento del dolor. Sin embargo, otras variables atmosféricas, como la temperatura, estacionalidad, humedad o presencia de días soleados han mostrado más variabilidad.

Hay que tener en cuenta que el empeoramiento en los síntomas de los pacientes reumáticos con los cambios atmosféricos es pasajero, por lo que en la gran mayoría de los casos no es necesario realizar ninguna intervención médica.

El frío en pacientes reumáticos, sobre todo en el fenómeno de Raynaud - Amanda Uhlin

Los brotes del frío son pasajeros

El hecho de que los pacientes conozcan esto y sepan que no es el inicio de un nuevo brote hace que se sientan más relajados (el estrés y la ansiedad empeoran los síntomas relacionados con el dolor) e, incluso, que puedan pasar estos períodos sin necesidad de aumentar la medicación.

Si el aumento de la intensidad de los síntomas afecta a la calidad y rutina diaria de un paciente, se debe acudir al especialista para que paute la analgesia adecuada en función de la patología y el agravamiento de los síntomas.

Quienes se han visto afectados anteriormente por un aumento de su sintomatología por el frío y los cambios atmosféricos pueden llevar a cabo cambios en sus hábitos y ejercicios para prepararse ante un posible empeoramiento de sus síntomas.

Entre ellos, la realización de ejercicio físico a diario, realizar actividades relajantes (el estrés se ha asociado a un empeoramiento del dolor en múltiples enfermedades), tomar alimentos de efecto antiinflamatorio y aplicar calor seco en las zonas del cuerpo donde suele aparecer el dolor.

Aunque no se conoce el mecanismo patogénico por el que aumentan los síntomas, se cree que los cambios atmosféricos suponen un reto adaptativo para los pacientes y, mientras consiguen adaptarse al cambio atmosférico, se produce un incremento de las manifestaciones clínicas subjetivas.

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