Las plantas de interior, al no disponer de la lluvia como sí tienen las de exterior a su alcance, necesitan que prestemos si cabe más atención al riego. Hay diversas formas de regar a las plantas que tenemos dentro en casa. Puede ser por inmersión, por goteo, con el riego tradicional con regadera… pero también con la ayuda de la ducha, que tiene la ventaja de no solo hidratarlas, sino que también limpia las hojas. Eso sí, hay que saber cómo hacerlo.
Natalia Sáez, divulgadora sobre plantas en redes sociales como @enabrilhojasmil, asegura que duchar a tus plantas “tiene muchos beneficios”. Señala los siguientes: “riego uniforme, humedad para las hojas, limpieza de polvo o algún bichito malo…”. Ella las riega una vez cada mes o dos meses, si bien varía la periodicidad en función de la época del año (más en verano) y del tiempo disponible para hacerlo, ya que se tarda más que regar las plantas a la manera tradicional.
Lógicamente, hay plantas más indicadas que otras para el riego en la ducha: no es lo mismo un cactus que una planta tropical. En este sentido, Clara Redondo aconseja en su guía para cuidar las plantas de interior Hogar, verde hogar hacerlo sobre todo con las tropicales. “Muchas plantas tropicales adoran la ducha”, dice.
Natalia Sáez comparte una lista de plantas que ha duchado con éxito: helechos, kentias, calatheas, espatifilo, monsteras, aspidistra, philodendron, aglaonemas, dieffembachias, ctenanthes, pileas (con extremo cuidado), cinta, alocasia, ficus, potos y orquídeas sin flor”. En cambio, evita duchar las begonias (todas), marantas (o hacerlo muy muy poco), caladium, cóleos, fittonias y oxalis.

Cómo duchar a tus plantas
Para regarlas, Redondo explica que es muy sencillo: “solo hay que meterlas dentro y activar el grifo”, apunta. Natalia Sáez, por su parte, advierte de dos detalles a tener en cuenta al duchar a las plantas: “Importante hacerlo con agua tibia y con intensidad baja (¡no queremos romper hojas!)”, recalca. El efecto lluvia de los grifos es ideal para esta tarea.
Clara Redondo suma a estos factores uno más: la calidad del agua. “Es importante que conozcamos la calidad del agua de nuestro grifo antes de usarla y en el caso de que el agua de nuestra ciudad sea muy dura debe, es bueno prepararla”, recomienda. Según la experta, “el agua condiciona la salud de la planta y la propagación de esquejes, y por eso es recomendable dejarla reposar por lo menos 24 horas para que disminuya la presencia de cloro y cal, que son perjudiciales para las plantas”.
Por último, tal y como destaca Natalia Sáez, es importante que “la maceta tenga agujeros debajo, no, la encharcarás”, y que no sean plantas muy sensibles a los hongos o tengan tallos o peciolos muy delicados, ya que se pueden partir.
Además de regar, la ducha ayuda a refrescar las hojas si utilizamos el citado efecto ayuda, sobre todo en verano. “También recomiendo mucho las duchas para regar y aportar humedad a los tutores de plantas trepadoras con raíces aéreas”, apunta Clara Redondo.