El restaurante italiano de moda en Madrid es de Rafa Nadal y está al lado de Tatel

Rafael Nadal se ha quedado prácticamente solo en el debate público por el título honorífico de mejor deportista español de la historia. Pero el balear, ahora que afronta el tramo final de su carrera deportiva en activo, ya es mucho más que un tenista laureado. También es un empresario de éxito con inversiones inmobiliarias en el Caribe y en Madrid, y con negocios de hostelería también.

Aunque su última operación económica es el lanzamiento de Zel, la marca de hoteles que presentó el año pasado de forma conjunta con el grupo Meliá, con quien se ha aliado Rafa Nadal para esta aventura que tiene previsto abrir 20 hoteles en los próximos 5 años, son sus restaurantes los negocios que más “ruido” están haciendo en la actualidad. Incluso más que la gran academia de tenis que abrió en su Manacor natal en 2016, espacio que acoge a muchísimos jóvenes que aspiran a seguir los pasos de Nadal en la élite y también a jugadores profesionales contrastados que eligen entrenar en sus instalaciones.

Pero, como decíamos, son sus restaurantes los negocios más populares del tenista —no sabemos si también los más rentables, pero sí los más conocidos—. Lo son, sobre todo, porque se han convertido en lugar de moda en aquellas ciudades donde están ubicados, especialmente en Madrid.

En el paseo de la Castellana de la capital abrió la primera sucursal de Tatel hace ya más de un lustro. Desde entonces, este restaurante que pertenece a Mabel Hospitality, filial de Mabel Capital, una de las empresas de Nadal —la fundó junto a Abel Matutes y Manuel Campos—, cuenta con socios de prestigio como Pau Gasol, íntimo amigo de Rafa Nadal, o Cristiano Ronaldo. Famoso por sus brunch y por la música en directo, una mezcla de club y restaurante, Tatel se ha convertido en uno de los grupos de hostelería más populares e internacionales, ya que actualmente cuenta con sucursales en Ibiza, Doha, Riyadh, Beverly Hills y Bahrein.

Sin embargo, no se queda en Tatel la incursión financiera de Rafa Nadal en el mercado de la hostelería. Junto a Tatel Madrid abrió sus puertas hace un año otro de los restaurantes de moda en la ciudad, Totó, una propuesta volcada en la comida italiana.

Con el cocinero italiano Emiliano Celli a los mandos de la cocida, Totó basa su propuesta en un producto de calidad que es la base de una carta sostenible que nos transporta a Italia. Como ya explicó el equipo de comunicación del restaurante cuando se inauguró, la estética, tal cuidada como la de Tatel, elegante y sofisticada pero nada estridente, “homenajea al protagonista de la mítica película Cinema Paradiso, que representa el amor más puro por el cine durante la posguerra, una de las pocas vías de escape para una sociedad sacudida por los conflictos bélicos”. Por la noche, el local se transforma en Le Notti di Totó, un espacio con música en directo, en la línea de Tatel.

El local de Totó está ubicado en el 38 del paseo de la Castellana, lugar ya de culto para las celebrities en la capital. No es casualidad que así sea teniendo en cuenta que, al menos en su primera fase, desde que inauguró en la pasada primavera el restaurante, Íñigo Onieva, prometido de Tamara Falcó, ejercía de director de hospitality, al igual que del resto de negocios de Mabel Hospitality.

En cualquier caso, parece que la candidatura de Totó a italiano más popular de la oferta madrileña es más que firme porque ya se ha hecho con una gran cuota de popularidad pese a llevar menos de doce meses abierto en Madrid. Habrá que esperar un par de años para ver el recorrido del último negocio hostelero de Rafa Nadal, faceta del deportista mucho menos conocida que sus triunfos sobre la tierra batida y las pistas rápidas de los mejores clubes de tenis del mundo.