Todo lo que debes saber sobre la terapia hormonal en la menopausia, según una experta

La terapia hormonal en la menopausia es una opción efectiva para aliviar síntomas como sofocos, sequedad vaginal y trastornos del sueño, mejorando la calidad de vida de las mujeres en esta etapa.
Terapia hormonal menopausia - Imagen: Blanca Campos

La terapia hormonal en la menopausia es un tema que genera muchas preguntas y preocupaciones entre las mujeres que atraviesan esta etapa de la vida. La etapa de la menopausia, que marca el final de la fertilidad, conlleva una serie de cambios hormonales que afectan el funcionamiento del cuerpo. Esto puede alterar tanto el bienestar físico como emocional de las mujeres. Los primeros síntomas incluyen sofocos, sudores nocturnos, dificultad para dormir, sequedad vaginal, pérdida de deseo sexual, alteraciones del estado de ánimo y cambios en la piel, entre otros. Estas dificultades pueden llegar a ser debilitantes para muchas mujeres, afectando su calidad de vida en diversos aspectos. La terapia hormonal, que implica el reemplazo de las hormonas que el cuerpo deja de producir de forma natural, se ha presentado como una opción eficaz para aliviar estos síntomas. Sin embargo, su uso está rodeado de preguntas sobre su seguridad, eficacia y los posibles riesgos a largo plazo. Además, la información que existe a menudo contradictoria, lo que añade confusión a una etapa ya de por sí compleja para muchas mujeres.

Para aclarar todas estas dudas y proporcionar una visión más precisa sobre el tema, hemos hablado con María Luisa Cañete Dr. María Luisa Cañete, ginecóloga y miembro de Doctoralia, más de 20 años de experiencia. Exploraremos las claves para tomar decisiones informadas sobre el tratamiento hormonal en la menopausia y cómo mejorar la calidad de vida durante esta etapa tan importante para las mujeres.

Terapia hormonal menopáusica: riesgos y beneficios

La terapia hormonal puede ser una herramienta valiosa para mejorar la calidad de vida de las mujeres durante la menopausia. Según la ginecóloga María Luisa Cañete, uno de los principales beneficios de esta terapia es el alivio de los síntomas vasomotores, como los sofocos y los sudores nocturnos. Estos síntomas son muy comunes y, en muchos casos, son debilitantes, interrumpiendo el día a día de las mujeres. "La terapia hormonal ayuda a reducir estos episodios de calor intenso y sudoración, proporcionando un alivio significativo y mejorando el bienestar general", explica.

Salud ósea - Imagen: Blanca Campos
Salud ósea - Imagen: Blanca Campos

Otro beneficio es la mejora del sueño. Muchas mujeres experimentan insomnio y despertares nocturnos a causa de los cambios hormonales. La terapia hormonal puede contribuir a regular el sueño, permitiendo un descanso más reparador. La doctora Cañete también subraya que la terapia hormonal tiene un efecto protector sobre la salud ósea. "Al reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas relacionadas, la terapia hormonal juega un papel importante en la prevención de la pérdida de masa ósea", asegura.

Según la experta, también es relevante es la mejora en la salud vaginal y urinaria. La sequedad vaginal, el dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) y la incontinencia urinaria leve son problemas comunes durante la menopausia, y la terapia hormonal puede aliviar estos síntomas, mejorando la calidad de vida de las mujeres. Además, destaca que la terapia hormonal puede tener un impacto positivo en la función cognitiva. Si se inicia de manera temprana, puede disminuir el riesgo de deterioro cognitivo asociado con la menopausia. Es decir, la terapia hormonal no solo alivia los síntomas físicos, también contribuye al bienestar emocional.

Aunque la terapia hormonal puede proporcionar numerosos beneficios, es importante tener en cuenta que también conlleva ciertos riesgos. Según la ginecóloga, los riesgos dependen de diversos factores, como el tipo de terapia, la dosis, la edad de inicio y la duración del tratamiento. En general, uno de los riesgos más mencionados es el de cáncer de mama. "El uso prolongado de la terapia combinada, que incluye estrógeno y progestágeno, está relacionado con un ligero aumento del riesgo de cáncer de mama, especialmente después de tres a cinco años de uso", explica.

Riesgos de la terapia hormonal - Imagen: Blanca Campos
Riesgos de la terapia hormonal - Imagen: Blanca Campos

Además, en mujeres con útero, el uso de demasiados estrógenos sin progestágeno puede aumentar el riesgo de cáncer de endometrio. Sin embargo, este riesgo se mitiga al combinar estrógeno con progestágeno. La doctora también destaca que, en mujeres mayores de 60 años o aquellas con factores de riesgo previos, puede haber un aumento leve en el riesgo de problemas cardiovasculares, como trombosis venosa profunda (TVP), accidente cerebrovascular o enfermedad coronaria. "Es crucial evaluar estos riesgos antes de iniciar cualquier tratamiento hormonal, especialmente en mujeres de mayor edad o con antecedentes médicos relevantes", subraya.

Por otro lado, recalca que en mujeres sanas menores de 60 años que inician la terapia hormonal poco después de la menopausia, los riesgos son mínimos. "Cuando se utiliza correctamente y en el momento adecuado, la terapia hormonal es generalmente segura y los riesgos son bajos", concluye.

Cuándo empezar la terapia hormonal en menopausia

La doctora señala que el momento adecuado para comenzar la terapia hormonal depende de la edad y el tiempo transcurrido desde la menopausia. Para mujeres menores de 60 años o que se encuentren dentro de los primeros 10 años desde la menopausia, los beneficios suelen superar los riesgos. "En este caso, la terapia hormonal es especialmente eficaz para aliviar los síntomas vasomotores, como los sofocos, y para proteger la salud ósea, con un riesgo cardiovascular relativamente bajo", explica.

Cuándo empezar terapia hormonal - Imagen: Blanca Campos
Cuándo empezar terapia hormonal - Imagen: Blanca Campos

Sin embargo, para mujeres mayores de 60 años o que hayan pasado más de 10 años desde la menopausia, los riesgos de complicaciones como enfermedades cardiovasculares o trombosis venosa aumentan. Además, la eficacia de la terapia hormonal puede ser menor. Esta diferencia está relacionada con la “hipótesis de la ventana terapéutica”, que sugiere que iniciar el tratamiento en los primeros años tras la menopausia puede ofrecer mayores ventajas y menos riesgos. "Por ello, es fundamental considerar estos factores al tomar la decisión de empezar con la terapia hormonal", señala la doctora Cañete.

Alternativas a la terapia hormonal en menopausia

Más allá de la terapia hormonal para síntomas de la menopausia, la ginecóloga explica que existen varias opciones no hormonales que pueden ayudar a aliviarlos. Estas alternativas son especialmente útiles para mujeres que no desean o no pueden someterse a la terapia hormonal por diversas razones.

Entre los fármacos no hormonales, destacan los inhibidores de la recaptación de serotonina/noradrenalina (ISRS/IRSN), como la venlafaxina y la paroxetina, que se utilizan para aliviar los sofocos. La gabapentina y la pregabalina también son eficaces para los sofocos y problemas de sueño, y la clonidina puede ayudar a reducir los síntomas vasomotores. Para quienes experimentan problemas vaginales y urinarios, los tratamientos locales como cremas, geles o anillos vaginales con estrógenos locales pueden ser una opción adecuada.

Además, existen suplementos y fitoterapia, como las isoflavonas de soja, el trébol rojo y la cimicifuga racemosa, que pueden ofrecer alivio, aunque su eficacia es variable y siempre deben usarse bajo supervisión médica. Los cambios en el estilo de vida también son fundamentales. La doctora Cañete recomienda una comer sano, ejercicio regular, meditación y terapia cognitivo-conductual como herramientas complementarias para el bienestar durante esta etapa. Por último, las terapias láser vaginales pueden ser una opción para tratar la atrofia vaginal. Estas alternativas tiene sus propios beneficios y limitaciones, por lo que es esencial evaluar junto al médico cuál es la opción más adecuada para cada caso.

Preguntas frecuentes

Consulta médica - Imagen: Blanca Campos
Consulta médica - Imagen: Blanca Campos

¿Cuánto tiempo se puede usar la terapia hormonal?

La doctora afirma que no hay una duración fija, pero señala que las recomendaciones generales son tres:

  • Uso a corto plazo: Lo ideal es utilizar la TH durante el menor tiempo posible para aliviar los síntomas agudos, reevaluando anualmente.
  • 5 años como promedio: Muchas mujeres la usan durante 3-5 años, pero en algunas puede extenderse bajo supervisión médica.
  • Evaluación personalizada: La duración depende de los riesgos, beneficios y preferencias de cada paciente.

¿Es segura para mujeres con antecedentes familiares de cáncer?

"Depende del tipo de cáncer. En caso de cáncer de mama los antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo basal, por lo que se debe evaluar cuidadosamente. En general, la terapia solo con estrógenos es más segura que la combinada. Si se trata de cáncer de endometrio u ovario la TH puede ser una opción segura si se usa en mujeres sin mutaciones genéticas conocidas (como BRCA1/2) y con vigilancia médica estricta. Pero, en cualquier caso, si hay antecedentes familiares de cáncer hereditario, se recomienda realizar estudios genéticos antes de iniciar la terapia" , explica la ginecóloga María Luisa Cañete.

¿Qué hacer si aparecen efectos secundarios?

Es importante informar al médico para ajustar la dosis o cambiar el tratamiento. La terapia hormonal menopausia puede mejorar la calidad de vida, pero es crucial tomar decisiones informadas basadas en las necesidades y riesgos individuales. Los efectos secundarios de la terapia hormonal menopausia requieren siempre ser consultados con un médico. Hay que evaluar si esta terapia es adecuada para ti y explora también las alternativas, si es necesario.

Recomendamos en