Las cataratas aparecen por el propio proceso de envejecimiento del ojo. Se va perdiendo transparencia debido a que las proteínas y fibras del cristalino comienzan a descomponerse. Por eso, en los ojos con cataratas se puede apreciar una película turbia que impide la visión.
Estos cambios empiezan a producirse en el ojo al cumplir los 40 años, aunque tardarán años en notarse sus efectos. Este es el motivo por el que la edad media de las personas que se operan ronda los 65, aunque los especialistas advierten que cada vez se aprecian casos en personas más jóvenes.
Entre otros factores, esto se debe a que no protegemos los ojos de forma adecuada y que los rayos solares cada vez son más agresivos.
Además, las estadísticas dicen que las personas con ojos oscuros son más propensas a sufrir cataratas a una edad temprana. Precisamente a esas personas a las que menos les suele molestar el sol.
Una larga experiencia en operar cataratas
La operación de cataratas es una de las más antiguas en la historia de la medicina. De hecho, en el antiguo Egipto, allá por el 1500 A.C., ya hay documentación que habla de técnicas para eliminar las cataratas, eso sí, muy rudimentarias y con una altísima tasa de fracaso.

Muchos siglos de avances y la incorporación de nuevas técnicas han logrado que la operación de cataratas sea algo seguro y casi rutinario. Además, es la única forma de frenar un proceso que termina en ceguera.
A pesar del gran número de personas que se someten cada semana y cada día a esta intervención, son muchísimas las preguntas que surgen cuando a un paciente le llega el momento.
Así, le hemos preguntado al doctor Julio Ortega Usobiaga, oftalmólogo en la clínica Baviera de Bilbao, cuáles son esas dudas que se repiten más en su consulta. Aquí están con sus respectivas respuestas.
¿Es una intervención dolorosa?
Además de ser muy segura, también podemos decir que apenas produce molestias y dura unos diez minutos. Habitualmente se opera primero un ojo y, a la semana siguiente, el otro. Es la cirugía más frecuente en el área de la oftalmología.
¿Me van a tener que anestesiar si me operan de cataratas?
La operación se realiza normalmente bajo anestesia tópica (aplicando gotas en el ojo del paciente). Con esto aseguramos que el paciente no note nada durante la intervención y el efecto de la anestesia no suele ser muy prolongado. Es habitual administrar previamente algún sedante oral ligero para que el paciente esté más tranquilo y relajado, según la necesidad.

Si estoy despierta, me da miedo que me toquen los ojos.
Durante la intervención el paciente estará despierto, pudiendo ver luz y movimiento durante la misma, pero apenas notará algo (tan solo se suele sentir un poco de presión en el ojo algún determinado momento de la intervención) porque su ojo estará anestesiado.
¿Tengo que esperar a que las cataratas “maduren” para operarme?
El perfeccionamiento de las técnicas quirúrgicas ha dado lugar a una evolución en la cirugía de cataratas, por lo que los oftalmólogos realizan la intervención lo más precoz posible, una vez que el paciente empieza a notar los primeros síntomas y a percibir un deterioro en la calidad de su visión.
¿Veré borroso tras la intervención de cataratas?
En cuanto el paciente es operado, se produce una rápida restauración de un buen nivel de visión y una mejora notable de su calidad de vida. No obstante, es habitual tener la visión un poco borrosa del ojo que ha sido operado durante las siguientes horas.
Esto es debido a que se le dilata la pupila para poder realizar la operación, pero la visión se irá normalizando según se vaya contrayendo la pupila. Tal y como ocurre cuando se acude a una revisión en la que es necesario ver el fondo del ojo.
¿Tengo que pasar la noche en la clínica?
La cirugía de cataratas se realiza de forma ambulatoria, por lo que no requiere ingreso. Habitualmente el paciente está unos minutos de reposo en la clínica tras la operación y luego ya puede volver a su domicilio. Podrá salir de la clínica por su propio pie y con el ojo destapado.
¿Puedo solucionar otros problemas de visión en la misma intervención?
Las lentes intraoculares que se implantan para sustituir al cristalino opacificado son personalizadas, por lo que, si el paciente tiene otros defectos refractivos (tales como miopía, astigmatismo, hipermetropía o presbicia), se pueden corregir si las lentes intraoculares tienen la graduación adecuada para cada caso. Es perfectamente posible y muy habitual hacer un 2x1.