Un buen caldo casero para templar el cuerpo en estos fríos días

No hay nada mejor como un buen caldo casero calentito para templar el cuerpo en los días más fríos de invierno. No te pierdas los ingredientes que necesitas y los pasos a seguir. Te encantará.
Un buen caldo casero para templar el cuerpo en estos fríos días

Hola a todos. Espero que hayáis pasado un fin de semana estupendo. Nosotros hemos estado en Pirineos, tenemos allí una casita y hemos aprovechado para enseñar a Lucas a esquiar. ¡Es impresionante cómo aprenden estos pequeños! En dos días ya bajan por toda la estación sin miedo alguno y sin que nada les frene. ¡Quién fuera niño!

Un buen caldo casero para templar el cuerpo en estos fríos días - Foto: Istock

Aprovechando el frío que hemos pasado, y que estamos inmersos en pleno invierno, se me ha ocurrido traeros mi receta favorita para templar el cuerpo cuando estamos destemplados. Yo soy una persona extremadamente friolera. Si la temperatura baja de 23-24 grados, mi cuerpo empieza a tiritar y una vez el frío me cala los huesos ya no tengo forma de salir de ese estado. Lo único que consigue templarme es una buena comida bien caliente, que me reponga temperatura y fuerza.

Y para luchar contra el frío y templar el cuerpo, no hay nada mejor que un buen caldo casero. En muchos bares vemos colgado el cartel de “Hay caldo” (“salda dago” si estamos en mi tierra), pero en muchos casos, no deja de ser un caldo precocinado de tetrabrick, o un simple litro de agua llevado a hervir con una pastilla de concentrado.

¿Te calientan? Sí, pero no es el auténtico caldo casero de toda la vida, cuyo olor invadía la casa de nuestras abuelas, y motivo simbólico con el que Rigoberta Bandini postulaba a Eurovisión y homenajeaba a su madre (y a las de todo el mundo) con su ya más que popular frase “a ti que tienes siempre caldo en la nevera”.

Así que hoy os traigo la receta del caldo casero de carne auténtico, ese tan concentrado que se lleva todo el frío que invade el cuerpo en estos días invernales donde la calefacción y la ducha caliente muchas veces son insuficientes.

¡Allá vamos con la receta!

Cómo hacer un caldo casero ideal para el invierno, paso a paso

Cómo hacer un caldo casero ideal para el invierno - Foto: Istock

Ingredientes:

  • 3 litros de agua
  • Huesos de jamón
  • Huesos de vaca (pueden ser de cualquier parte, y son muy económicos, en el supermercado los soléis tener muchas veces ya envasados. Cuantos más mejor, de ellos depende en gran parte la intensidad de sabor)
  • Verduras para aromatizar: 1 diente de ajo, 2 tomates bien maduros, un par de zanahorias grandes, puerro, cebolla, apio…
  • 2 hojas de laurel
  • Sal y pimienta
  • 2 cucharadas de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)

Paso a paso:

  1. Limpiamos bien los huesos de sangre y restos
  2. Cortamos todas las verduras (no es necesario picarlas en exceso).
  3. En una olla, con un buen chorrito de Aceite de Oliva Virgen Extra y a fuego fuerte, echamos los huesos y los marcamos durante unos 3-4 minutos. Los retiramos.
  4. Después, en la grasa restante que queda de los huesos, incorporamos las verduras y sofreímos durante 10 minutos.
  5. Volvemos a echar los huesos con las verduras en la olla.
  6. Vertemos los 3 litros de agua, salpimentamos (¡ojo! No os paséis con la sal que los huesos de jamón son muy salados ya per sé), y a fuego medio bajo, dejamos que vaya poco a poco cogiendo sabor, con el mítico “chef-chof".
  7. Desespumamos de vez en cuando todas las impurezas que vayan soltando los huesos.
  8. Pasada la hora y media-dos horas, colamos el caldo y lo dejamos enfriar.
  9. Una vez frío, quedará en la superficie la capa de grasa, la retiramos y ya tenemos listo nuestro caldo.

A mi me apasiona tomármelo sólo y caliente en una taza en los gélidos días invernales, pero se puede utilizar también como fondo o fumet para cocinar cualquier plato. También me gusta mucho utilizarlo en varias recetas: para hacer un buen arroz de carne, para guisar unas carrilleras o un rabo de toro… ¡delicia pura! Nos aseguramos que nuestros platos adquieran una intensidad de sabor que aporta la diferencia. 

Y lo mejor de todo: se puede congelar e ir sacando según vayamos necesitándolo.

Esta receta de caldo casero lleva tiempo, pero es muy sencilla y aporta un valor incalculable a nuestros platos.

Os animo a que os hagáis estos 3 litros o incluso que dupliquéis cantidades y aprovechéis para congelarlo. Los días de nevadas intensas como pasamos este fin de semana saben a gloria.

Espero que os guste y os aconsejo guardar esta receta, ya que a futuro recurriremos a ella para preparar algún que otro plato.

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