¿Se puede comer bien por menos de 5 euros al día?

Todo lo que debes saber para bajar el gasto en alimentación sin que eso implique comer peor. ¡Descubre cómo hacerlo!
Comida saludable

La alimentación es uno de los gastos principales de cualquier hogar. No solo hablamos de la cesta de la compra, sino también las veces que comemos fuera durante la semana y de lo que se tira. Nos preguntamos, ¿es posible comer bien por menos de 5 euros cada día?

En determinados momentos del año, como la cuesta de enero, muchas familias tienen que hacer encaje de bolillos para mantener su presupuesto intacto a final de mes. Los gastos extra que suponen algunos eventos, como las Navidades o las vacaciones de verano, hacen que los siguientes meses la calculadora mande para no acabar en números rojos.

Pensar en comer a diario por menos de 5 euros, lleva a nuestra mente a centrarse en alimentarnos a base de platos de pasta y arroz, prácticamente sin ningún acompañamiento. Ni equilibrado, ni sabroso, ni nutritivo. Vamos, no resulta nada apetecible.

Sin embargo, con algunos recursos e ideas, la realidad es bien distinta. Si sabes cocinar, compras con cabeza y apuestas por la comida casera frente a la precocinada o a salir a comer fuera de casa, es posible comer muy bien por menos de 5 euros al día.

Dos ejemplos prácticos

Para llevar esto de la mente al papel, tenemos dos muy buenos ejemplos, uno patrio y uno americano, que han demostrado que con un poco de organización se puede comer bien sin gastar mucho dinero.

En Estados Unidos, tenemos a Leanne Brown, autora del libro “Good and cheap: eat well on $4/Day” (“Bueno y barato: come bien por 4 dólares al día”), que ha sido un éxito de ventas en su país natal. Un libro lleno de consejos para llegar a fin de mes sin ningún problema y comiendo bien. Con un presupuesto de unos 3,75 euros diarios por persona propone menús nutritivos y sabrosos.

Con un presupuesto aún más ajustado, en el año 2013 en nuestro país, el matrimonio formado por los blogueros gastronómicos Jorge Guitián y AnnaLibera llevó a cabo el experimento: “5 euros al día”. Un proyecto que nació con el objetivo de invertir 5 euros al día en la alimentación de una familia de 4 personas, la suya. Durante 2 semanas toda la familia comió por 5 euros al día, sin renunciar a comer bien, configurando menús equilibrados, sin pasar hambre y sin que sus hijos notasen un cambio radical en su forma de alimentarse.

¿Cómo lo lograron? Cocinando en casa, comprando en comercios productos de temporada y de proximidad, organizando bien los menús, reconvirtiendo sobras y siendo muy flexibles en el momento de ir al mercado.

Hay una cosa que no tenemos en cuenta: un chuletón (de calidad) está delicioso y es un producto muy caro, pero una pieza de carne considerada "de segunda", bien guisada, puede convertirse en una exquisitez mayor que el anterior (y cuesta 4 veces menos).

Extraemos los mejores consejos para comer bien cada día por menos de 5 euros tanto de las recomendaciones de Leanne, como de la experiencia que vivieron Anna y Jorge. ¡Toma nota!

La comida casera manda

El primer paso para ahorrar en alimentación es preparar la comida en casa. Como en todo en esta vida, cuanta más experiencia tengas en la cocina, más fácil te resultará cocinar con ingredientes considerados como "poco nobles" platos absolutamente deliciosos.No hace falta tener muchos accesorios, ni ser Martín Berasategui, necesitas tener soltura en la cocina y aprender a aprovechar los recursos que tienes disponibles. Si quieres ahorrar y comer más sano, los tuppers serán tus aliados para comer en el día a día.

Compra con cabeza

No vale ir al súper y empezar a echar en el carro cualquier cosa que se te ocurra. Planifica los menús con antelación y ten claro qué necesitas y qué no necesitas.Si no vas con una lista más o menos cerrada, acabarás llenando el carro de cosas innecesarias o caprichos, que encarecerán de forma muy importante tu presupuesto en alimentación.

Sé flexible a la hora de configurar el menú

Es fundamental planificar los menús semanales, pero siempre hay que dejar opciones abiertas. Las ofertas serán las que decidan si esta semana tomarás crema de espárragos o de puerro. Revisa ofertas tanto de fruta y verdura como de carne y pescado.Saber cocinar te dará tablas suficientes para ser capaz de adaptar tus recetas a los productos que mejor encuentres en el mercado.

Apuesta por ir al mercado

Si tienes la posibilidad, elige el mercado tradicional frente a los supermercados. Trata de apostar por los productores de proximidad, en los casos de fruta y verdura suele resultar sencillo, especialmente si no vives en una gran ciudad. Comprarás más barato.

Las frutas feas son las más sabrosas

Muchas veces las frutas con mejor aspecto (y también más caras), no son la mejor opción. Hay algunas piezas más pequeñas y con peor aspecto que son sabrosísimas.Si ves una oferta o unas frutas que están bien o algunas tienen algún golpecito, úsalas para hacer mermelada. No les ocurre absolutamente nada, son baratas y te solucionarán más de un desayuno.

El congelador es tu aliado

Cocinar en cantidades grandes y congelar te hace ahorrar energía (y dinero) y tiempo. Prepara ollas grandes de guisos y legumbres, repártelos en tuppers y congela. Es una buena forma de organizarse y de ahorrar.

Aprovecha restos

Esa carcasa de pollo que te ha quedado, las hojas verdes del puerro, la parte fibrosa de los espárragos, las cabezas y espinas de los pescados… ¡No se tira nada!Congélalo y cuando tengas ingredientes suficientes prepara caldo (de carne, de pescado o de verduras). Te servirá para tener sopas en cero coma (y a coste cero) y como base para preparar guisos deliciosos.

Las sobras no se tiran

La cocina de aprovechamiento, esa que nuestras madres y abuelas dominaban a la perfección, es todo un arte.De un cocido puedes sacar un montón de platos: ropa vieja para otro día con las sobras, un caldo absolutamente espectacular, con los restos de carne puedes hacer unas croquetas… Y así podríamos seguir hasta mañana.El pan duro se puede convertir en un pudding para el postre de mañana o en unas torrijas o en pan rallado… La imaginación tiene que ser tu mejor amiga en estos casos.

Haz tus propios dulces

Por salud y por economía. Los dulces deben ser alimentos de consumo esporádico. Pero, tenlo claro: siempre, siempre es mejor un dulce casero que uno comprado. Prepara tus bizcochos, galletas, magdalenas, postres… Nada ver que con los comerciales.

Carne o pescado en bandejas: ¡no!

No compres carne y pescado fileteado, ¡es muchísimo más caro! Si te fijas en la diferencia de precio del kilo de un pollo entero con respecto a unos filetes de pechuga, ¡vas a alucinar! Si lo compras en la pollería, pídele al carnicero que te lo arregle como quieras y te que guarde las carcasas. ¡Te valdrán para caldo!Lo mismo ocurre con el pescado. Aléjate de las bandejas. Mucho mejor comprar pescado fresco y que el pescadero te lo prepare tal y como te guste. Y guarda las espinas.

Di sí a los alimentos de temporada y de proximidad

Comprar alimentos fuera de temporada hace que pierdan sabor y que sean mucho más caros. Y, siempre va a ser más económico y tener mejor sabor, el producto de proximidad. Si en tu zona se cultivan peras, serán mucho mejores y más baratas que una papaya.Con respecto al pescado, ocurre lo mismo. Comprar pescados en su época de captura hace que tengan un precio menor.

Marcas blancas y congelados, ¡no son el enemigo!

Hay marcas blancas que bajan mucho la calidad, sin embargo hay otras que son muy dignas. Es cuestión de probar y encontrar esas marcas que te permiten ahorrar algo de dinero, sin renunciar a tomar un buen producto.Lo mismo ocurre con el pescado congelado. Hay determinadas opciones que funcionan muy bien para algunas preparaciones.

Bebidas azucaradas, fuera de la lista

Las bebidas azucaradas no son sanas, ni ligeras ni, por supuesto, baratas. La mejor bebida que hay es el agua. Si quieres ahorrar en la cesta de la compra y mejorar tu salud, olvídate de ellas o déjalas para tomar de forma muy esporádica.

Las especias y las hierbas aromáticas, tus aliadas

Las especias y las hierbas aromáticas le dan un toque muy interesante a los platos y salsas. Lo mejor es que tener en la terraza unas macetas con las que más uses (albahaca, romero, tomillo, orégano…) te aromatizará los platos sin sumar ni un céntimo al plato.

Lo 'noble' no siempre es mejor

Los productos más caros y tradicionalmente más ‘nobles’, no siempre son los más sabrosos. Si sabes cocinar y sacar partido a los productos, un arroz con pollo o conejo puede ser un platazo mucho más sabroso que un chuletón de calidad media.Lo mismo ocurre con muchos pescados, hay veces que invertimos un dineral en una pieza de atún rojo (que igual ni siquiera es rojo) cuando comprando algún pescado más pequeño y cocinándolo bien puedes conseguir un plato de categoría.

Aprovecha los recursos y ¡consumirás menos!

Cuando enciendas el horno, no solo prepares un bizcocho o un asado. Ya que vas a encenderlo, aprovecha la energía y prepara varios platos (asado de carne, un bizcocho o unas galletas, asa verduras para luego hacer sabrosas cremas...) y una vez apagado, úsalo para tostar frutos secos, por ejemplo.Planifica tus jornadas de cocina, para cocinar en grandes cantidades y aprovechar todos los recursos. ¡Consumirás mucho menos!

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