No me digas que no te has quedado embobado alguna vez cuando has viajado a alguna zona rural, sobre todo del norte, y has visto esos jardines coloridos con unas hortensias tan grandes como una pelota. Pocas flores son más bonitas, más llamativas y más protagonistas de cualquier paisaje que ocupan que esta variedad que tiene bonito hasta el nombre botánico, ‘Hydrangea’.
Pocas personas saben que esta misma sensación que pueden tener en el norte de España la puedes encontrar en las zonas rurales de Japón, donde las hortensias son todavía más grandes. Es en el país nipón donde empezó la tradición o hábito de plantarlas en maceta.
Sin embargo, por muy bonitas que se vean en macetas, las hortensias no son fáciles de cuidar. Fundamentalmente, por un motivo principal del que da pistas el nombre científico que antes hemos citado: necesitan mucha agua.
No es casualidad, y quizá ahora conectes las piezas del puzzle, que los climas húmedos, donde llueve a menudo, sean aquellos en los que se ven las hortensias más bonitas en macetas. Su nombre lo dice todo: “bebedora de agua”. Por lo tanto, la hortensia necesita, además de una ubicación adecuada en la casa, un riego abundante para sobrevivir en buenas condiciones. Eso, o que el riego sea natural y caiga del cielo, salvo que caiga con tanta agresividad que las dañe.
El lugar perfecto para colocarlas
En realidad, más allá de este detalle, las hortensias requieren los mismos cuidados, o similares mejor dicho, a otras plantas de primavera como las peonías o los lirios. Estos cuidados cambian, lógicamente, si las plantas dentro de casa, donde suelen aguantar una media de cuatro o cinco años.

Debido a que la hortensia es un arbusto, explican desde Interflora, lo cual puede hacer que crezca hasta el metro y medio, la maceta que escojas tiene que ser grande y con muy buen drenaje. Y también es recomendable usar un sustrato rico en nutrientes.
Por lo demás, la clave radica en dónde las colocas dentro de casa. Bueno, y en el riego, pero esto ya te lo hemos dicho. Por si acaso, lo recalcamos: el riego debe ser diario, sobre todo en época de calor, para que siempre esté húmedo el sustrato. Pero, ojo, no empapado. “Durante la primavera y el verano, cuando están en flor, el riego debe ser diario para que el sustrato siempre esté húmedo, pero no empapado. Además, es aconsejable pulverizar sus hojas a menudo (con agua no calcárea) para crear un entorno húmedo adecuado. Eso sí, al regar, presta atención al exceso de humedad, ya que puede favorecer la aparición de hongos y otros parásitos”, indican desde Interflora.
Dicho esto, ahora sí, el consejo que quizá no sepas sobre las hortensias dentro de casa es las recomendaciones de los expertos en lo que respecta a la ubicación. “La hortensia aprecia el sol de las mañanas, pero no el de mediodía, que quema sus hojas”, afirman al respecto desde Interflora.
En base a esta indicación, el mejor lugar en una casa para colocar las hortensias es aquel que esté “iluminado pero no al sol directo”. Pensarás que tampoco era para tanto porque muchas plantas de interior requieren esta condición para crecer sanas. Con la hortensia, hay otro detalle más: conviene que sea un espacio bien ventilado y, a poder ser, húmedo. Y es que, como ya has aprendido, a estas flores les gusta vivir en un entorno de humedad, con un sustrato que lo esté siempre. No en vano, son flores que disfrutan mucho de la lluvia.

Esto último es más importante de lo que parece porque, tal y como advierten desde Interflora, “las hortensias no aguantan bien las altas temperaturas, así que ten cuidado en invierno con la calefacción”.
Por otro lado, si vas a colocar hortensias en el exterior, es mejor que estén a la sombra pero que disfruten de algunas horas de sol al comienzo de la mañana. Esto les ayuda a florecer. “En cuanto a las temperaturas, estas plantas las prefieren suaves, entre 15 y 20º C, pero pueden soportar un clima más frío si reciben sol”, concluye el equipo de Interflora.
Por cierto, por si no lo sabes, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, sobre las hortensias quizá te guste saber también porque a veces son azules, otras rosas y a menudo blancas. Hay una razón natural que lo explica. La ofrece el equipo de Interflora: “El color de sus flores está determinado por el pH del suelo en el que la cultivas. En suelos ácidos, las hortensias darán una flor azul; en suelos más alcalinos, las flores adquieren un color rosa y, en suelos muy alcalinos con pH alrededor de 8, las flores crecen blancas”, exponen.