Descubre ciertos trucos caseros para ahorrar en calefacción (y que el frío no invada tu hogar), dejar tu vajilla más brillante que nunca de una manera fácil y rápida, desgrasar el caldo en un tiempo récord o pelar el jengibre de una manera hábil. Soluciones fáciles a pequeños problemas cotidianos.
Aislar las ventanas del frío
Existe un truco barato y sencillo para aislar mejor tu casa del frío y conseguir que el calor acumulado de la calefacción, la estufa o la chimenea aguante por más tiempo. Solo necesitas un pulverizador de agua y plástico de burbujas (el que se utiliza para embalar, que se vende por metros o en bobina). El plástico de burbujas actúa como aislante.

Una vez recortado el trozo de plástico a la medida de cada una de las ventanas, rocía un poco de agua en el cristal y coloca con cuidado el plástico, que quedará pegado a la ventana. Cuando pasen los días más fríos, lo retirarás sin dificultad y podrás guardarlo para el invierno siguiente.
Vasos y copas relucientes en un tiempo récord
En ocasiones, por más que nos esforcemos en limpiar bien las copas y los vasos, es difícil eliminar por completo las marcas de los dedos. Por suerte, existe un truco al que esas marcas no pueden resistirse.

Llena un recipiente grande con agua templada y añade un par de vasos de vinagre blanco. Introduce los vasos y copas y déjalos en remojo durante algunos minutos, para que la mezcla actúe. Después, sécalos con un paño de microfibra.
Desgrasa el caldo de una manera fácil
Para desgrasar un caldo, lo mejor es dejarlo enfriar y, una vez solidificada la grasa, retirarla con una espumadera. Pero si has cocinado un caldo que vas a consumir en el momento y no tienes tiempo que perder, envuelve en una estameña algunos cubitos de hielo y pásalos por la superficie.

El frío del hielo hará que la grasa se solidifique rápidamente y podrás retirarla con un colador. Este truco también puedes hacerlo sin estameña, cogiendo un buen pedazo de hielo con unas pinzas y acercándolo a la grasa que desees retirar, simplemente deberás ser cuidadosa para que no se te escurra el hielo de las pinzas.
Pela el jengibre así
Los peladores son herramientas de cocina utilísimas para zanahorias, calabacines o patatas, pero si hablamos de un tubérculo como el jengibre, la cosa se complica. Con un cuchillo, la tarea puede mejorar en parte, pero no acaba de ser del todo cómodo deshacerse de la piel de sus recovecos.
El truco definitivo es que pruebes a pelarlo con una cuchara, podrás rascar su piel de la manera más sencilla y rápida y sin dejarte media pieza en el intento.