Cómo aprovechar las pieles de las mandarinas y los tallos de las fresas para no desperdiciarlos
El cocinero Fabián León nos enseña a hacer polvo de mandarina para saborizar recetas y agua de fresas a partir de las hojas de esta fruta.
A la espera de que lleguen las frutas de verano, época dorada para los amantes de este grupo de alimentos —melocotón, sandía, melón, paraguaya…—, tenemos que conformarnos, que no es poco, con la entrada de la primavera, donde los frutos rojos como las cerezas y las fresas son protagonistas. Además, al menos durante estas semanas finales del invierno, todavía quedan en la frutería cítricos de calidad, especialmente las mandarinas, que nos hacen más fácil la espera.
Curiosamente, tanto las fresas como las mandarinas son dos frutas que, pese a no parecerse en nada en cuanto a textura o sabor, tienen algo en común: comerlas implica una cantidad importante de residuos orgánicos. Tanto la piel, en el caso de las mandarinas, como los tallos (cáliz es su nombre más certero) de las fresas se acumulan después de disfrutar de estas dos frutas que en los primeros compases de marzo coinciden en nuestro frutero.
Pues bien, al igual que ya hicimos con la piel del tomate cuando te mostramos en esta pieza cómo convertirlo en polvo reaprovechable en otras recetas para no desperdiciar nada, con las fresas y las mandarinas también se puede evitar el desperdicio alimentario. Sí, lo que oyes: si te comes un par de mandarinas o si vas a disfrutar de un bol de fresas, ya no vas a tener que tirar nada de lo que sobre, ni la piel ni el tallo. De la mano del cocinero Fabián León vamos a convertir la primera en polvo de mandarina y el segundo en parte de un agua de fresas que es un refresco saludable espectacular.
Polvo de mandarinas
Con las pieles de los cítricos, intentando evitar la parte blanca, que amarga en exceso, se pueden saborizar bizcochos, ensaladas e incluso cremas. Ocurre con el limón, la lima, el yuzu o la naranja, entre otras frutas, y la mandarina no es menos.
Lo que hace Fabián León para convertir las pieles de esta fruta en polvo de mandarina es lavar muy bien todas las cáscaras y deshidratarlas. ¿Cómo? Puedes hacerlo en el horno o, si tienes una en casa, con la airfryer. En este caso, coloca 160 grados en tu freidora de aire y déjalas unos 15-20 minutos. Después, solo tienes que triturar muy bien las pieles de la mandarina, hasta que obtengas el polvo. Puedes guardar pieles de varios días hasta juntar las suficientes.
El cocinero recomienda utilizarlas para lo que te hemos dicho anteriormente, saborizar platos como los bizcochos, las cremas, postres o ensaladas.
Agua de fresas
En un truco más de cómo hacer cocina zero waste, sin desperdicio, Fabián León nos enseña en Instagram cómo hacer un refresco saludable y natural, sin edulcorante alguno, a partir del cáliz de las fresas que comemos en casa en esta época del año.
El cocinero nos anima a triturar en un robot de cocina o con una batidora las sobras de las fresas, tanto la carne de su parte superior como sus hojas en un agua de fresas. Las hojas son comestibles y saben a lo mismo que la carne roja de la fruta pero un poquito más suaves. “Las hojas de las fresas, además de perfectamente comestibles, tienen un sabor a fresa suave y delicioso, por lo que son perfectas para saborizar refrescos o natas”, explica Fabián.
Lo único que tienes que hacer es combinarlas con agua y un chorrito de zumo de limón, y una vez tritures, puedes disfrutar de tu refresco, que puedes enfriar previamente en la nevera para que coja la temperatura que te gusta. Si lo haces con hielo, perderá intensidad de sabor a medida que este se derrita.