Hay muchos motivos por los que una se puede sentir con la sensación de que se le han gastado las pilas. Bien es cierto que no podemos cambiarlas como hacemos con otros tantos aparatos, ni tampoco enchufarnos un cable para recargarnos, como el móvil… pero sí podemos subir la potencia con algo tan sencillo como una correcta alimentación.

El otoño nos trae infinidad de cosas maravillosas. Es una estación de renovación, de nuevas oportunidades, ideal para comenzar etapas y, cómo no, disfrutar de la naturaleza, que cada año se viste con sus mejores galas para animarnos a salir, pasear y enamorarnos de sus paisajes. Pero también hay algo que no es tan positivo y los expertos lo llaman astenia otoñal. Mucho se habla de esto en primavera, cuando, además, las alergias hacen de las suyas.
El otoño también trae sus propios efectos, la diferencia es que a cada uno le sienta de una forma diferente. Los hay quienes se alegran de salir del letargo en el que se han sumido en verano debido al calor y sienten ahora esa fuerza y ese ánimo que las altas temperaturas les habían robado. Pero, por otro lado, hay muchos factores que afectan directamente al estado de ánimo y que sí minan las ganas con las que se enfrentan al día a día.
SE ACABÓ LO BUENO
Uno de esos factores es la llegada de los primeros fríos, sobre todo si llegan acompañados de lluvias. También el pensar que la vida social, que siempre es más intensa en verano, se reduce drásticamente. Las largas jornadas de trabajo vuelven con toda su crudeza, los niños y las extraescolares, ya no hay tiempo para tomar un café con amigos en una terraza antes de volver a casa… Pero algo que marca la diferencia y que afecta directamente al estado de ánimo de todos es la disminución de horas de luz.
Poco a poco, nos acercamos al día más corto del año (que será en diciembre), pero es estos meses de otoño cuando parece que la noche coge carrerilla y se esfuerza por llegar cada día un poco antes. Esta astenia otoñal tiene unos síntomas muy claros: cansancio, tristeza, apatía o irritabilidad. Estos son los más frecuentes y todos se terminan pasando en unos días. Este cambio es algo normal y, además, tienen un trasfondo físico. Con la oscuridad, el cuerpo produce más melatonina, hormona del sueño, y menos serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. Este desajuste tiene un resultado obvio: mucho más sueño y algo menos de alegría. Al poco tiempo, nuestro cuerpo se ajusta a las nuevas condiciones. Y, además, hay varios aspectos que podemos tener presentes para ayudarle. El principal es, sin duda, la alimentación.
INGREDIENTES BÁSICOS
Triptófano. Se trata de un aminoácido esencial cuya función está directamente relacionada con la segregación de serotonina, esa hormona que nos ayuda a sentirnos bien. También colabora en la fabricación de melatonina, la hormona que incita al sueño. De ahí que muchos suplementos indicados para estas fechas contengan triptófano. Pero, aunque estemos muy acostumbradas a verlo en pastillas, hay muchos alimentos que lo contienen, como los plátanos, los huevos, la leche, los frutos secos, la carne o las legumbres, en especial, la soja.
Vitamina B6. Es la responsable de transformar el triptófano en serotonina. De ahí su importancia en esta época, en la que no podemos perder ni una sola molécula de la hormona de la felicidad. La vitamina B6 se encuentra en el germen de trigo, el pescado azul, los frutos secos y la levadura de cerveza. Hierro. Una deficiencia de este mineral lleva a la anemia.
Pero antes de llegar a esta patología, un hierro bajo se puede notar como cansancio, falta de concentración e incluso mareos. La carne roja, el marisco y las legumbres son ricas en hierro. Además, si lo combinas con vitamina C, lo absorberás mucho mejor.
Omega 3. Considerada como la ‘grasa buena’, constituye el 30 % de la estructura lipídica el cerebro, por lo que es clave para el buen funcionamiento de las neuronas. Todos sabemos que hay una gran concentración en el salmón y otros pescados azules, pero también en el aceite de girasol.
Hidratos de carbono. A los que siempre se les culpa de los kilos de más, son, en parte, la gasolina del organismo. Así que, para llenar el combustible, no pueden faltar los clásicos arroz, pan y pasta. Eso sí, la versión integral siempre es más saludable. Son necesarios para mantener la energía durante el día.
¿CÓMO TENER ENERGÍA Y ESTAR ACTIVO POR LAS MAÑANAS?
Una ducha con agua fría o tibia y un buen desayuno que incluya alimentos ricos en proteínas y evite los carbohidratos simples te pueden ser muy útiles para activarte antes por las mañanas.
También es muy eficaz salir a dar un breve paseo, así como realizar una pequeña rutina de ejercicio o cualquier otra actividad que no esté relacionada con tu trabajo (leer, dibujar, cocinar...). Otra alternativa es que valores madrugar un poco más y te des ese espacio para ‘despertar’ a tu ritmo.