La dieta Mediterránea vuelve a ganar: un estudio sobre nutrición confirma que reduce el riesgo de hasta tres tipos de cáncer

El Instituto de Salud Carlos III ha publicado un reciente estudio donde relaciona la dieta Mediterránea con un menor riesgo de cáncer.
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La dieta Mediterránea se presenta como la aliada perfecta para reducir el riesgo de cáncer. - iStock / Canva

Desde tiempos inmemorables, la dieta mediterránea ha sido una de las mejores consideradas del mundo para mantener un hábito alimentario sano. De hecho, hay hasta cinco beneficios de la dieta mediterránea, como reducir enfermedades como la diabetes. Ahora ha sido un nuevo estudio liderado por expertos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) quienes han aportado nuevos datos. Relacionan el vínculo que existe sobre el tipo de alimentación y nutrición y el riesgo de desarrollar cáncer. En él, también se investiga la relación entre dieta, estado nutricional, estilos de vida, factores ambientales e incidencia de cáncer y otras enfermedades crónicas. Estos proyectos de estudio han reforzado las recomendaciones de los expertos de la nutrición que coinciden en que la dieta mediterránea es la gran panacea para reducir el riesgo de desarrollar cáncer. En concreto, los cánceres de próstata, mama y colón-recto.

Tanto el ISCIII como la escuela Andaluza de Salud Pública y el CIBERESP, han sido los coordinadores y los encargados del proyecto en España. Gracias a este nuevo análisis, se pueden reafirmar las corrientes nutricionales que los expertos llevan recomendado desde hace años.

La dieta Mediterránea es la aliada perfecta para reducir el riesgo de cáncer

El estudio perteneciente al Proyecto EPIC, se desarrolla en diez países europeos, entre los que se encuentra España. La idea es estudiar aquellos patrones nutricionales y las relaciones que tienen las personas con las dietas, los estilos de vida y la incidencia de cáncer y otras enfermedades crónicas. Los participantes que tenían adherencias altas al patrón Mediterráneo, tuvieron un 16 % menos de riesgo de desarrollar un tumor maligno en el colon y el recto.

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La dieta Mediterránea se posiciona como mejor que la Occidental. - iStock

Sin embargo, los participantes en el estudio de España con patrones de consumir una dieta Occidental no tuvieron tanta suerte. Tuvieron una relación casi directa sobre la incidencia de casos de cáncer y una distinción entre los que tenían una dieta occidental y una mediterránea. En los tres resultados, se pudo demostrar que las personas que comen una dieta occidental, tienen el doble de riesgo de desarrollar un cáncer de próstata agresivo, un 37 % más de sufrir cáncer de mama y un 53 % de riesgo de tener cáncer colorrectal.

Los españoles han transformado la dieta Mediterránea por la Occidental en los últimos años

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Los españoles, en el estudio, tienen menos conciencia de su peso. - iStock

Un detalle que ha destacado Adela Castelló, investigadora de CNE-ISCIII y del CIBERESP es que "en los últimos años, se ha modificado la dieta de los individuos que presentan una alta adherencia a la dieta Mediterránea. En los 90 su adherencia era fuerte, con el tiempo ha ido evolucionando hacia hábitos occidentalizados". Ha explicado en el estudio que puede ser una consecuencia directa de cómo los alimentos ultraprocesados y la menor disponibilidad para cocinar han hecho que este patrón se intensifique en la mayoría de sujetos.

Las diferencias del patrón Occidental y el Mediterráneo

El estudio también ha aclarado las diferencias más claras que hacen que las dietas tengan distintos patrones de comportamiento. El patrón Mediterráneo presenta un consumo muy frecuente de frutas y verduras, aunque añaden a su dieta legumbres, pescado, patatas hervidas y aceite de oliva. Además, se destaca una preferencia por consumir la fruta entera y no en zumos. Sin embargo, "la población mediterránea parece menos preocupada por su peso", añaden los expertos.

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La dieta Occidental. - iStock

Por otro lado, el patrón Occidental destaca por tener una gran cantidad de productos lácteos grasos, carne procesada, granos refinados, dulces y comida preparada. Además, siempre va acompañado de salsas y refresco azucarados. La población con este tipo de dieta, "está más preocupada por su peso y suelen tomar muchos productos lácteos bajos en grasas, granos integrales, frutas, verduras y zumos", concretan desde el ISCIII.

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