Las albóndigas son un plato clásico que todos conocemos y amamos. Pero, ¿y si pudiéramos darle un giro saludable y delicioso? Las albóndigas de calabacín son una opción perfecta para aquellos que desean disfrutar de un plato sabroso sin sacrificar su alimentación saludable. En este artículo, te mostraremos una receta sencilla y deliciosa para preparar estas deliciosas albóndigas.
El calabacín es un vegetal versátil y bajo en calorías que se presta maravillosamente para crear platos nutritivos. Está lleno de fibra, vitaminas y minerales, y su sabor suave se combina perfectamente con otros ingredientes.
Ficha
Tiempo de preparación VegetarianDietmin
Tiempo de preparación 30min
Tiempo de cocción 15min
Porciones 4
Tipo de receta 10(n/a)
Ingredientes
2 calabacines medianos rallados
1 cebolla pequeña finamente picada
2 dientes de ajo picados
1 huevo batido
1/2 taza de pan rallado
1/4 taza de queso parmesano rallado
1 cucharadita de orégano seco
Sal y pimienta al gusto
Aceite de oliva para cocinar
Elaboración

Comienza por escurrir el exceso de líquido de los calabacines rallados. Puedes hacerlo colocándolos en un colador y presionando suavemente con las manos. Una vez que hayas eliminado la mayor cantidad de líquido posible, transfiere los calabacines a un tazón grande.
Añade la cebolla picada, el ajo, el huevo batido, el pan rallado, el queso parmesano, el orégano seco, la sal y la pimienta al tazón con los calabacines. Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una masa uniforme. Si la mezcla está demasiado húmeda, puedes agregar un poco más de pan rallado para lograr la consistencia adecuada.
Una vez que la masa esté lista, comienza a formar las albóndigas. Toma una porción de la mezcla y dale forma redonda con las manos. Si la masa está pegajosa, puedes humedecer tus manos con un poco de agua para facilitar el proceso de moldeado.
En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto. Coloca las albóndigas en la sartén caliente y cocina durante aproximadamente 5-7 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes.
Una vez que las albóndigas estén cocidas, retíralas de la sartén y colócalas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Las albóndigas de calabacín se pueden disfrutar solas como aperitivo, o también son deliciosas servidas con una salsa de tomate casera o una salsa de yogur y pepino. Además, puedes acompañarlas con una ensalada fresca o arroz integral para crear una comida completa y equilibrada.
Estas albóndigas son una excelente opción para incluir más verduras en tu dieta y para aquellos que buscan alternativas vegetarianas o veganas a las albóndigas tradicionales. Son suaves, jugosas y llenas de sabor, y seguramente satisfarán a toda la familia.