Revista Mía

Curso de pan casero. ¿Necesito una piedra de hornear?

El siguiente capítulo en el curso de pan casero es una pregunta que todos lo que empezamos en este mundo nos hacemos en algún momento: ¿necesito una piedra de horno?

Tal y como aprendimos un par de clases atrás, el horno panadero tiene una base de piedra que hace que los panes queden perfectos, con una miga esponjosa y una corteza con estructura. También vimos cómo convertir un horno convencional en un horno panadero, para poder usar el horno de casa con resultados casi profesionales.

Pero claro, cuando te animas con esto del pan, empiezas a ver que muchas personas utilizan para hornear sus panes o sus pizzas una piedra de hornear. Y, aunque no supone una inversión muy cuantiosa, hay que plantearse si merece o no merece la pena.

En este vídeo, Moncho López, de Levadura Madre, nos habla de la piedra y otros sistemas para conseguir el mismo efecto con un horno normal que con uno de panadería.

¿Qué es una piedra de hornear y cómo funciona?

Lo primero que hay que saber es qué es una piedra de hornear, cómo funciona y qué durabilidad tiene.

Básicamente se trata de una piedra rectangular elaborada de piedra que hay que precalentar muy bien y que es muy útil para mejorar las cortezas del pan y para conseguir unas pizzas como si se hubiesen horneado en un horno de leña.

Se pueden encontrar en tiendas especializadas en panadería y las comercializan en formato rectangular o redondo y en varios grosores.

Para usar la piedra de hornear hay que colocarla sobre la rejilla del horno y precalentar el horno a máxima temperatura durante 20 - 30 minutos antes de meter en el horno el pan o la pizza (el tiempo dependerá del grosor de la piedra). Es fundamental que esté muy bien caliente antes de colocar sobre ella el pan o la pizza en cuestión.

Una piedra de hornear cuesta unos 30 euros, aproximadamente.

Hay algunos puntos importantes que hay que valorar:

- Durabilidad: aunque las piedras de hornear duran mucho tiempo en perfecto estado, si haces mucho pan (semanalmente), al final termina rajándose y rompiéndose. Es decir, no es un accesorio que compres y te dure para siempre (aunque esto te ocurrirá si usas la piedra con mucha frecuencia). Y hay que tener en cuenta que determinados materiales pueden rajarse al vaporizar agua para hacer pan. En principio las de cordierita no presentan este problema, pero es importante informarse antes porque, si es de un material al que le afectan los cambios térmicos, al echar agua sobre ella bien caliente, se puede rajar.

- Tiempo de precalentado del horno: este es otro de los puntos a tener en cuenta. Usar una piedra de hornear supone aumentar el tiempo de precalentamiento de 10 – 15 minutos hasta 30 minutos (o más, en algunos casos). Aumenta el tiempo que se tarda y el consumo, claro.

Alternativas caseras a la piedra de hornear

Tal y como comenta Moncho, existen varias alternativas más económicas y caseras a la piedra de hornear, que te permiten preparar pan y pizzas perfectas con una inversión mínima.

La primera alternativa son unos ladrillos refractarios de unos 3 centímetros de grosor que cuestan mucho menos que una piedra de hornear y hacen exactamente la misma función. Con menos de 6 euros, tienes esta cuestión resuelta.

También se puede usar una baldosa de cerámica o una de mármol, que también serán opciones más baratas.

Por lo demás, es cuestión de valorar si te interesa o no este accesorio. Si no utilizas piedra, es fundamental que calientes al máximo la bandeja de horno antes de meter tus panes o tus pizzas para que el resultado también sea bueno.

En el siguiente capítulo de nuestro curso de pan casero veremos cómo crear vapor en el horno de forma manual (y para qué sirve este proceso).

Y, como siempre, te proponemos poner todo esto en práctica con esta receta:

- Cómo hacer pan de queso

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