La baba de camello, ‘baba de camelo’ en portugués, es un postre viscoso y denso cuyo sabor es mucho más rico de lo que el nombre, original pero poco apetecible, hace creer a quienes nunca lo hayan probado.
No se sabe si es precisamente la textura densa y viscosa de este postre, o bien su color, similar al del camello, lo que da nombre a este plato dulce típico en la vecina Portugal, donde son sea de identidad los postres y bocados dulces elaborados a base de huevo.
Tampoco existe la certeza del origen histórico de la baba de camello. Hay una leyenda que dice que el postre se creó a comienzos del siglo XX por una señora que preparó la receta con lo que tenía a unos huéspedes inesperados a los que sirvió una versión de las natillas, quizá el postre que más se asemeja a la baba de camello de cuantos conocemos y degustamos en la repostería española. Pero esta historia no es más que una leyenda.

Lo que sí es cierto, porque así está documentado, es la tradición de la yema de huevo en la gastronomía portuguesa, especialmente en su repostería. Ahí están recetas como la de los pasteles de Belén, atracción turística en el país vecino, bocado que todos buscamos en Lisboa u Oporto cuando visitamos Portugal.
La razón de esta tradición de recetas dulces con mucho peso de las yemas de huevo es que Portugal fue un país productor de este ingrediente muy potente en los siglos XVIII y XIX, lo que unido a la tradición religiosa, con conventos y monasterios produciendo recetas que han llegado vivas hasta nuestros días, se explica el por qué del éxito y de la singularidad de recetas como la baba de camello.
La versión de la baba de camello que te invitamos a preparar en casa, la del repostero Alexandro Mota, se hace a base de leche condensada, yema de huevo, las claras y el topping que elijas para servir por encima. Nada más. Ni siquiera azúcar necesita, puesto que la leche condensada cocida va servida de dulzor…
Puedes hacerlo más rápido si directamente coges dulce de leche en lugar de cocer un bote de leche condensada, pero este paso tiene su punto por la nostalgia, sobre todo para quienes recordamos a nuestras abuelas cociendo en casa el bote para que luego untáramos el resultado en galletas María…
Ingredientes
- 1 lata pequeña de leche condensada (385 g)
- 4 huevos separados yemas y claras
- Cacahuete tostado y picado
Elaboración

Cocer la leche condensada en la olla o cacerola. Se hace sin abrir el bote, introduciendo directamente el bote de conserva en el que viene dentro del agua hirviendo.
Separar las yemas de las claras de los cuatro huevos y reservar por separado.
Cuando el bote se temple y puedas manipularlo (puedes tenerla cocida previamente), mezclar la leche condensada cocida con las yemas de huevo y batir hasta formar una crema suave.
En la batidora, montar las claras hasta que obtengas la textura adecuada.
Añadir poco a poco las claras montadas a la crema de leche condensada cocida y yemas de huevo con la ayuda de una espátula. Envuelve suavemente para que se integre y repite el proceso hasta terminar las claras de huevo.
Opcional: si quieres añadir más consistencia a la crema puedes añadir gelatina, 15 gramos que tendrás que hidratar previamente. Es un paso opcional.
Divide la baba de camello en porciones individuales y sirve con cacahuete picado por encima. Puedes sustituirlo por almendra picada, galletas machacadas o cualquier otro ingrediente en esta línea que te guste más.