Al rededor de todo el mundo, la salsa bechamel ha sido y es uno de los pilares de la cocina. El origen se le otorga en Francia, en la corte de Luis XIV, donde se dice que el chef François Pierre de la Varenne perfeccionó esta elaboración y es gracias a él que tenemos este manjar sencillo y clásico en nuestro recetario más tradicional. Algo que destaca de esta salsa es la suavidad y versatilidad que la han convertido en la protagonista de muchas recetas, como las cinco recetas de croquetas originales y deliciosas que quizás no habías probado nunca. Elaborar la bechamel no requiere de mucho dinero ni de mucho tiempo de preparación, pero no es tan sencilla como parece. Muchos cocineros de todo el mundo han desvelado sus tips para que quede increíble. Hay que recordar, así, el truco infalible de Martin Berasategui para conseguir unas croquetas más sabrosas y con menos grasa, donde el secreto está en la bechamel. Aunque no te preocupes, porque hemos dado con el santo grial para elaborar la mejor bechamel que puedas imaginar.
La receta de bechamel es muy popular por su uso en la elaboración de croquetas y gratinados. Además, se utiliza en multitud de platos y sirve como base de muchas otras salsas. Es fácil de preparar, pero para que quede lisa y homogénea, sin grumos de harina, sigue nuestros pasos.
Solo necesitas cuatro ingredientes y las especias que más te gusten
Es simple y sencilla y, además, muy fácil de elaborar. Para que te salga una bechamel para cuatro personas, aproximadamente, deberás tener por la nevera y despensa 500 ml de leche, 50 g de mantequilla, y 50 g de harina. Por otro lado, escoge las especias que más te gusten, aunque la receta tradicional tiene una cucharadita de nuez moscada, pimienta y sal.
El secreto para que quede perfecta no está en otro lugar que en la harina que utilices. Si quieres que quede una textura suave y aterciopelada puedes combinar los 50 g de harina, con 25 g de trigo y 25 g de harina de maíz. Sin duda, es el paso que marcará la diferencia de una bechamel a otra.
Solo cuatro pasos que nos separan de la mejor bechamel del mundo
En la gastronomía española, la bechamel es una elaboración más de platos como estas recetas de canelones originales, ¡bye bye aburrimiento! También es muy común utilizarla para las clásicas croquetas. En la gastronomía italiana es esencial para completar la lasaña de berenjenas o la auténtica receta de melazzane alla parmigiana. Su simplicidad y su capacidad para enriquecer cualquier plato la han consolidado como un clásico imprescindible. Aquí van los cuatro pasos clave:

Poner una sartén a fuego medio y derretir la mantequilla, previamente cortada. Agregar la harina, retirar del fuego y remover con unas varillas o con una cuchara de madera. Mezclar bien para que no se formen grumos. Poner a fuego bajo y continuar removiendo hasta que la harina esté dorada. Es muy importante que esta se cocine bien.

Incorporar un cucharón de leche muy caliente y batir con las varillas sin dejar de remover hasta que se integre. Ir añadiendo el resto de la leche caliente, a fuego suave y poco a poco hasta conseguir una salsa cremosa. La leche se debe incorporar en cantidad suficiente para que la cocción sea correcta, y se debe agregar siempre en el fuego.

La salsa estará en su punto cuando, al darle vueltas con una cuchara de madera, se despegue de las paredes y del fondo de la sartén, aunque también depende de si se necesita más espesa –por ejemplo, para hacer croquetas– o más líquida –para utilizar como salsa–. Si tuviera algún grumo de harina, lo mejor es pasarla por la batidora y después por un colador.

Agregar la nuez moscada rallada y sazonar con un poco de pimienta y sal. Mantener la sartén a fuego muy suave unos cinco minutos sin dejar de remover. Probarla y rectificar la sazón si fuera necesario. Si no se va a utilizar en el momento, es recomendable mantenerla al baño María con unos dados de mantequilla para que no se forme una costra.
Artículo publicado originalmente en el número 2.008 de la revista de papel cuyo autor original es Ana Fernández.