Si haces dietas con frecuencia o alguna vez te has informado de cuáles son los métodos para adelgazar más efectivos, es probable que te hayas topado con ella. La dieta Atkins es una de las más famosas y seguidas en todo el mundo por quienes quieren perder peso, aunque no está exenta de polémica.
La dieta Atkins fue creada por el Dr. Robert Atkins, un famoso cardiólogo interesado en las dietas bajas en carbohidratos. La dieta consta de cuatro fases, comenzando por una fase en la que apenas se consumen hidratos de carbono y en la que poco a poco se incorporan progresivamente más hasta llegar al peso deseado. En la primera fase, los hidratos no deben superar más del 10% de la ingesta total diaria. La dieta se basa en la idea de la cetosis para funcionar. En términos generales, la teoría es que al limitar los carbohidratos, el cuerpo entra en este proceso físico y recurre a otro combustible alternativo para generar energía: la grasa almacenada.
Los azúcares, los almidones, las harinas y en general, todo tipo de fuentes de hidratos de carbono (legumbres, cereales como el arroz, pasta, pan, fruta, patatas) están restringidos. Por el contrario, se propone un alto consumo de proteínas y grasas como pollo, carne roja y huevos. Estos alimentos están permitidos en una dieta Atkins:
- Carne blanca (pollo, pavo, conejo, cerdo) y carne roja (ternera, buey…)
- Lácteos (yogur griego, leche, queso, mantequilla…)
- Pescado blanco (merluza, bacalao… ) y azul (salmón, atún…)
- Huevos
- Marisco
- Vegetales concretos (espárragos, brócoli, apio, pepino, judías verdes, pimientos…)

La dieta Atkins sostiene que con ella se puede perder hasta 6 u 8 kilos en las primeras dos semanas de la fase 1. Sus defensores también afirman que es un plan de alimentación que puede prevenir o mejorar enfermedades graves como la diabetes, la hipertensión arterial o las enfermedades cardiovasculares, aunque la mejora de estos problemas suele venir asociada a una bajada de peso.
La Dieta Atkins reduce drásticamente los carbohidratos en la fase inicial, por lo que algunas personas pueden sentir efectos como dolor de cabeza, mareos, fatiga o estreñimiento (por la falta de fibra). De igual manera, una dieta que elimina un grupo de alimentos entero puede provocar deficiencias nutricionales. Por último, muchos expertos aseguran que un exceso en el consumo de proteínas y grasa puede conllevar un aumento del colesterol.
Antes de cerrar el artículo, queremos recordaros que todas las dietas con "nombre y apellido" enfocadas a pérdida de peso con restricciones alimentarias están completamente desaconsejas por expertos. Como bien dice nuestra experta nutricionista, Patricia Ortega, no suelen ser equilibradas ni tienen en cuenta el tener una buena relación emocional con la comida. Solo se fijan en la talla o el peso y no en el estado de salud general. De hecho, suelen prometer resultados rápidos y sin esfuerzos que, en muchas ocasiones, se acompañan de un listado largísimo de suplementos y sustitutos de comidas. Por tanto, que las agencias de salud y los dietistas-nutricionistas los desaconsejan completamente.