Las proteínas son uno de los macronutrientes esenciales que el cuerpo necesita para funcionar a pleno rendimiento, realizan funciones básicas y además forman parte de una dieta saludable y equilibrada. Pueden formar perfectamente, parte de una dieta sin que engorden. Además, si haces ejercicio favorecen al incremento de la masa muscular y ayudan a quemar grasas.
Alimentos ricos en proteínas
Generalmente las proteínas suelen estar en alimentos de origen animal como la carne, los huevos o la leche, pero también se encuentran en vegetales como, por ejemplo, las legumbres, la soja, los cereales o los frutos secos.
La carne es muy rica en proteínas. Lo mejor es optar por carnes magras, es decir, muy bajas en grasas. El pavo o el pollo son dos clásicos. El pescado también es muy rico en proteínas, sobre todo el pescado azul como el salmón o el atún enlatado, que además son dos grandes fuentes de ácidos grasos Omega 3 (grasas buenas). El pescado blanco como la merluza también cuenta con su dosis de proteína, aunque quizá un poco más baja que los anteriores y al mismo tiempo con menos grasa.
Las legumbres y los frutos secos contienen proteínas de origen vegetal, también muy necesarias e importantes para el organismo. Las lentejas, las judías blancas, la soja o las almendras son muy ricas en proteínas.
Por la mañana algo de proteína no viene nada mal, pero tenemos que tener en cuenta que el cuerpo, cuando nos levantamos, funciona a mayor velocidad, por eso lo ideal es que el desayuno también esté compuesto por hidratos de carbono y grasas, para llenar el cuerpo de energía.
Tanto en la comida como en la merienda es interesante que estén presentes las proteínas, ya que son las horas en las que más ejercicio físico se suele realizar. Por la noche también, ya que suele ser momento en que más hambre solemos tener y la proteína es el macronutriente que más sacia.
Las proteínas también son perfectas tanto antes como después de entrenar junto a los hidratos de carbono, estos se encargarán de llevar los aminoácidos a las células del cuerpo, mientras que las proteínas se encargarán de recuperar la musculatura. ¡Trabajo en equipo! Se trata, en definitiva, de compensar según las necesidades de tu día a día.

La cantidad necesaria de proteínas que se deben tomar depende en gran medida de factores como el sexo, el objetivo que estemos buscando o la actividad física que realizamos.
Para personas con un estado de reposo total -que no hagan ejercicio- la cantidad necesaria para establecer un equilibrio entre la pérdida y el consumo de proteína es de 0,8g/kg peso corporal. Para personas que hagan deporte y ejercicios de fuerza, lo recomendable es consumir entre 1,7 y 2 kg al día.
Pero siempre será preferible que lo consultes con un especialista que te pueda guiar.