Si eres una experta repostera y disfrutas hacer postres con frecuencia, seguramente estás familiarizada con el proceso de separar la yema y las claras de los huevos, algo que se pide en muchas recetas. Las claras, con su color translúcido, aportan ligereza y cuerpo a postres como merengues o natas. Las yemas, de un amarillo intenso, son ricas y aceitosas, lo que las convierte en un aglutinante ideal para elaboraciones como pasteles o tartas. Muchas recetas requieren solo una parte del huevo, dejando claras o yemas sobrantes, así que, si te encuentras con restos, es importante aprovecharlas para no desperdiciar comida. Existen muchas formas de reutilizarlas, y te vamos a explicar algunas ideas, además de sugerirte 2 postres deliciosos sin harina ni levadura que puedes preparar con ellas.
1. Haz natillas: si te han sobrado yemas, esta es una deliciosa utilidad que puedes darles. Hacer tus propias natillas puede ser fácil, pero hay algunos errores que debes tener en cuenta para evitar cometerlos. En primer lugar, no agregues las yemas demasiado rápido a la mezcla de crema y leche caliente, ya que el calor podría hacer que las yemas se cuezan antes de tiempo. Mantén las natillas a un fuego suave, remueve lentamente y lograrás un postre perfecto. Una buena opción, si quieres darle un toque más original, es optar por unas riquísimas natillas con "suspiros de monja".
2. Haz carbonara: si bien las recetas italianas tradicionales generalmente requieren el huevo entero, al usar solo una yema para hacer tu salsa carbonara te asegurarás de que el sabor sea más intenso y la textura, menos granulada. Usa la receta tradicional que consiste en mezclar las yemas con queso parmesano, mucha pimienta y, si quieres, un toque de crema. Luego vierte la salsa sobre la pasta caliente, para que se derrita. ¡Te encantará el resultado! Este es uno de los secretos de la auténtica salsa carbonara.
3. Haz mayonesa: por lo general, solo se requieren una o dos yemas para hacer una mayonesa casera básica, ya que el resto de la mezcla está compuesta por vinagre o jugo de limón, un toque de mostaza y aceite. La mayonesa casera tiene un savor muy especial. ¡Ponte manos a la obra!
4. Une ingredientes: la carne picada a veces puede ser difícil de mantener junta, en una mezcla regular. Y esto puede ser un inconveniente, especialmente cuando se hacen albóndigas o hamburguesas. ¿La mezcla se separa y se cae? Una sola yema de huevo unirá mucho mejor los trozos de carne que manejes. Bátela y agrégala a la mezcla de las albóndigas o de las hamburguesas.
5. Para postres: las yemas de huevo pueden agregar profundidad, sabor y riqueza a varias recetas de repostería. Utilízalas para intensificar el sabor de galletas de manzana, donuts con azúcar, panes de brioche, hojaldres, pastel… ¡las opciones son casi infinitas!
