Cocinar es, para muchos, una actividad que va más allá de preparar alimentos para satisfacer la necesidad de comer intrínseca al ser humano. Hay personas que encuentran en la cocina un gran placer, un hobby con el que se evaden un poco de sus asuntos del día a día y que practican en familia.
Si además de cocinar amas el dulce, pocos planes hay más apetecibles para ti que una tarde de domingo en casa preparando tus recetas favoritas de repostería. Aunque generalmente asociamos las recetas dulces a planes especiales o celebraciones de cumpleaños, lo cierto es que los amantes de la cocina no necesitan ninguna excusa para ponerse manos a la obra y preparar todo tipo de delicias como bizcochos, tartas, pasteles o croissants un día cualquiera. De hecho, rematar una comida con un buen postre es un placer gastronómico como pocos. Y quien dice postre, dice merienda o incluso desayuno. ¡Cualquier momento es válido para disfrutar de un dulce!
Cuando pensamos en repostería, por lo general casi todas las ideas que se nos vienen a la cabeza implican el uso de harina o levadura. A veces sucede que queremos preparar un postre, pero a la hora de hacerlo nos damos cuenta de que no disponemos de estos ingredientes en casa o que incluso no queda en el supermercado, recuerda lo que sucedió en el confinamiento debido a la pandemia de coronavirus, todos nos volvimos locos por la repostería y agotamos las existencias de estos dos productos. En estos casos siempre podemos echar mano de algún sustitutivo.
Pues bien, como no todo postre tiene que ser con harina y levadura, hoy venimos a reivindicar la repostería sin ninguno de estos omnipresentes ingredientes. Los clásicos como las torrijas, el arroz con leche, la creme brulée o el mítico flan de huevo son algunos postres que nunca fallan y que podemos elaborar con ingredientes que casi siempre suelen estar presentes en la cocina, pero también hay otras opciones estupendas en esta lista. ¿Has probado el plátano bañado en chocolate caliente? ¿Y las trufas de aguacate y cacao?
¡Encuentra tu postre favorito!
Tortitas sin harina ni azúcar
Que levante la mano quien no adore desayunar tortitas los domingos. Hoy venimos a proponerte su versión saludable usando solo dos ingredientes: plátano y huevo. Trocea y aplasta el plátano (cuánto más maduro sea, más dulce saldrán las tortitas) hasta lograr una especie de puré sin grumos grandes. Añade los huevos y bátelo todo muy bien para conseguir una masa homogénea. Y ya las tienes. ¿Has visto que fácil? Cocínalas en la sartén durante 4-5 minutos por cada lado. Opcionalmente puedes añadir cacao en polvo y canela.
Eton mess
Eton mess
Este tradicional postre británico no puede ser más sencillo de preparar, pues se trata de una mezcla de nata, merengue y fresas. Aunque puedes comprar el merengue y la nata, lo mejor es que optes por su versión casera y te lances a hacerlos tú, pues te saldrá mucho más rico. En lugar de las fresas puedes añadir frambuesas y arándanos, y el resultado será igual de bueno.
Arroz con leche
El arroz con leche es uno de los postres más tradicionales y deliciosos de nuestra gastronomía. Se elabora con arroz, leche, azúcar y cáscara de naranja o limón para aromatizarlo. En apariencia se trata de una receta fácil pero, a menudo, descuidamos ciertos detalles que dan al traste con nuestros esfuerzos. Antes de ponerte a hacerlo, toma nota de nuestros consejos.
Tarta de galleta y chocolate
La tarta que tomábamos de pequeños en nuestros cumpleaños y que nos preparaban nuestras abuelas con tanto cariño es una de las más deliciosas... ¡y fáciles de preparar! Aunque por lo general se emplean más ingredientes, tú puedes simplificar este proceso y hacerla solo con tres: chocolate fundido (consejo: sustitúyelo por Nutella y alucinarás), nata y galletas. Se trata simplemente de ir haciendo capas. Por un lado, la mezcla de chocolate y galleta, y por el otro las galletas previamente mojadas en leche. Cuando esté lista, llévala a la nevera hasta que se enfríe y ya lo tienes. ¿A que es sencillo?
Tarta de queso
El clásico entre los clásicos. Una buena tarta de queso (bien cremosa, por favor) es una verdadera delicia. Aunque hay un montón de variedades, la receta tradicional se hace con azúcar, yogur, queso fresco y mermelada para la cobertura. Para la base, puedes usar galletas machacadas, pero también puedes hacerla sin ellas si quieres que sea más ligera, por ejemplo, con copos de avena.
Creme brulée
Similar a la crema catalana, la creme brulée es una receta originaria de Francia. Su nombre significa literalmente crema quemada, pues la superficie de este postre se espolvorea con azúcar y se quema con una llama dando lugar a la característica capa de caramelo crujiente. Aunque esto se consigue con un soplete, no tienes por qué contar con uno en casa. Solo tienes que calentar una cuchara en la cocina durante 1 minuto y aplicarla sobre el azúcar.
Mousse de chocolate
Hay días en los que nos apetece darnos un buen capricho dulce (y si es con chocolate, mejor), pero no tenemos harina ni levadura para ponernos a hacer un bizcocho, y tampoco queremos pasarnos la tarde en la cocina. Esta esponjosa mousse de chocolate es una estupenda opción. Solo necesitarás chocolate fundido, azúcar, huevos y nata.
Trufas de aguacate y chocolate
Chocolate y aguacate ¿juntos en una receta? Aunque en principio parezca raro, la verdad es que este mezcla está deliciosa. Este sencillo postre ideal para rematar cualquier comida familiar se hace muy rápido y usando solo 4 ingredientes: aguacate, chocolate negro, mantequilla y cacao en polvo.
Flan de huevo
Aunque antaño era uno de los postres típicos en la carta de cualquier restaurante, con el tiempo el brownie de chocolate o la tarta de queso le han ido ganando terreno. Para hacerlo en casa, has de tener en cuenta que a la hora de mezclar los ingredientes es preferible no batir, sino remover suavemente para no añadir aire. De lo contrario, el flan saldrá con agujeritos. Sigue la regla del menos es más cuando vayas a añadir el caramelo por encima y recuerda que solo debe aportar un ligero toque de color y sabor.
Plátano bañado en chocolate
Apunta esta receta para los días en los que te apetece algo dulce y rápido. Estos plátanos bañados en chocolate son increíblemente fáciles de hacer y están deliciosos. Solo tienes que derretir chocolate (negro o con leche, depende de tus gustos) y bañar el plátano con él. Después, mételos en el congelador durante 5 minutos hasta que el chocolate se endurezca. Una vez esté listo, puedes darle el toque final añadiendo por encima almendras picaditas o pistachos.
Torrijas
¿Quién dijo que las torrijas solo eran para Semana Santa? Este manjar tan típico de nuestra gastronomía merece disfrutarse durante todo el año. Aunque su receta tradicional con leche es la que más triunfa, hay un montón de versiones de este dulce: rellenas con chocolate (¡eso tenemos que probarlo), con alcohol, salsa de toffee o zumo de naranja.
Galletas de avena
¿A quién no le gustan las galletas? Aunque las que podemos encontrar en el supermercado no son muy sanas, la clave está en disfrutar de ellas con moderación, o también hacerlas en casa optando por ingredientes de verdad. No necesitas muchos, y los que hacen falta realmente se consiguen en cualquier sitio. Una de las tantas recetas saludables de galletas que encontramos lleva copos de avena, plátanos maduros, compota de manzana, frutos secos triturados y, opcionalmente canela. Sanas y deliciosas (¡y sin harina!).