¿Piensas que las sopas son solo para el invierno? ¡Error! Las cremas, sopas y otras elaboraciones líquidas son perfectas para todo el año, y esto también incluye el verano. De hecho, es en estos meses cuando suelen ser muy recomendables por su alta capacidad para hidratarnos sin casi darnos cuenta… ¡Y no solo frías! Las sopas calientes, por ejemplo, pueden incluso ayudarnos a regular la temperatura de nuestro cuerpo y hacernos tener menos calor, como ocurre con el picante...
Pero hay otras razones interesantes para tomar más sopas, cremas frías y caldos (generalmente preparados con verduras valiosas) los 365 días del año y hoy te las contamos para que aumentes tu consumo de este tipo de platos, también en estas semanas de verano. ¡Toma nota de ellos!
Para perder peso. Numerosos estudios han demostrado que comer un plato de sopa antes de una comida puede ayudar a proporcionar una sensación de saciedad, reduciendo así significativamente las calorías que se ingieren de la comida siguiente. Las sopas, especialmente las espesas, se 'vacían' del estómago más lentamente, lo que lo hace que una se sienta llena durante un período de tiempo más largo.
Para combatir enfermedades. Los alimentos y bebidas calientes como la sopa pueden aliviar el dolor de garganta y disminuir la inflamación. La sopa también puede ser una opción perfecta para personas que tienen problemas para masticar o digerir alimentos o para ayudar a aquellas que se están recuperando de una enfermedad en la que la digestión está comprometida.

Para hidratarse. En los meses de verano, y sobre todo cuando hace más calor, es recomendable beber al menos 2 litros de agua al día. ¿Te cuesta beber agua del grifo o de la botella? ¿Te olvidas con facilidad? También puedes asegurarte de que estás hidratada si tomas con frecuencia alguna crema fría (como el salmorejo, el gazpacho o una crema de pepino) o una sopa con abundante caldo: de esta forma estarás consumiendo agua indirectamente.
Para comer de una forma más saludable. Es una gran idea para incluir más verduras en tu dieta. Piensa que son los principales ingredientes que lleva una crema… Las sopas y cremas frías son una excelente forma de aumentar el consumo de vegetales de alta calidad nutricional, como las espinacas, la zanahoria, el tomate, la calabaza... Incluso si no te gusta el sabor solo de alguna verdura, puede que en su versión líquida, combinada con otros ingredientes y aderezos, te termine encantando. Si tomas más sopas hechas con verduras, tu alimentación será mucho más equilibrada y saludable y tu organismo lo notará.
Para comer de forma más consciente. La sopa puede convertirte en un comensal más consciente. ¿Cómo? Un tazón de sopa es algo que puedes beber o sorber lentamente, un gesto que te permite comer con atención, prestando más detalle a su sabor, textura y temperatura. En la mayoría de los casos, tardarás más tiempo en comer este plato que otros alimentos, así que relájate y come de una forma más pausada y en general, saludable.
Para crear platos completos cuando no tenemos mucha hambre: El formato puré, al no tener que masticarlo, no es tán saciante por lo que, un puré de verduras con garbanzos en vez de patata (por ejemplo), podría ayudarnos a llegar a los requerimientos energéticos y nutricionales del día, con un plato único, nutritivo, completo y poco saciante.