El garbanzo es probablemente la legumbre más versátil que existe y encima suele gustar mucho a los niños, así que es muy interesante conocer todas las posibilidades que ofrece en la cocina para que podáis variar la manera de introducirlo en el menú semanal ya que además es muy nutritivo y saludable.
Fuente de hidratos de carbono, proteínas y fibra, se trata de un producto vegetal ideal por lo que es perfecto para ser protagonista en la dieta casera de toda la familia. Aunque muchas personas los rechazan porque producen gases, lo que hacen gracias a su alto contenido en fibra es ayudar a regular el tránsito intestinal y a combatir el estreñimiento, por lo que todas sus virtudes suman muchísimo más que los defectos, si es que los garbanzos tienen alguna.
En general, los peques suelen descubrirlos en algún guiso casero, como el cocido o el potaje, o simplemente las sopas, donde les encanta pescarlos. Pero los garbanzos son, como decíamos al comienzo de la pieza, mucho más que una legumbre de acompañamiento para platos de cuchara tradicionales. Y nos hemos propuesto demostrártelo compartiendo contigo al menos diez formas distintas de cocinarlos.
Alguna de las ideas que te vamos a proponer, lógicamente, son de sobra conocidas, pero quizá te sorprendas con alguna otra o te animes por fin a cocinar así esta legumbre. Por ejemplo, en frío, algo que todavía muchas personas se resisten a hacer cuando las legumbres en general y los garbanzos en particular están tan buenos en platos fríos como en platos calientes.
Además, hemos escogido algunos platos inspirados en culturas gastronómicas ajenas a la nuestra porque esta es una magnífica forma de enriquecer nuestra dieta y de abrirnos puertas a nuevos sabores del mundo, algo que siempre genera prejuicios y cierto recelo. Cuanto antes lo hagamos, mucho mejor porque no solo tendremos muchos más recursos para comer bien y variado a diario, sino que además disfrutaremos de la gastronomía en toda su amplitud.
Lo dicho, te animamos a probar nuevas fórmulas para introducir los garbanzos en vuestra dieta todavía más. Esperamos que estas 10 ideas puedan ayudarte a conseguirlo.
En guisos con carne
Es la forma más conocida de incluir los garbanzos en la dieta, en platos como el cocido madrileño. También podéis cocer unos poquitos por separado y añadirlos en sopas caseras junto con un poquito de pollo desmigado que hayáis congelado de elaboraciones anteriores. Este tipo de sopas son muy nutritivas y te salvan una cena o una comida en un visto y no visto.

En guisos del mundo
Hay más pero te recomendamos sobre todo los currys de origen indio, que pueden ser de distinto tipo -ahora que todavía es temporada de mango nacional no dudes en mezclar ambos ingredientes en la misma receta-, y el cuscús de verduras marroquí donde el garbanzo juega un papel clave en la receta.

En ensaladas
Solo tienes que querer para poder descubrir los garbanzos en platos fríos porque hay mil combinaciones posibles. Pueden ser la base protagonista y combinarlos, una vez cocidos, con un poquito de hoja de verde -espinacas, rúcula, etcétera-, frutos secos, pasas, con pasta, frutas como la manzana o el higo o productos animales como el pollo a la plancha. Por supuesto, las hierbas aromáticas y las vinagretas con un toque dulce como el que aporta la miel o la salsa de soja también les van fenomenal.

En falafel o hamburguesas vegetales
Las elaboraciones vegetales tipo hamburguesa o albóndiga son tan ricas como las de carne y los garbanzos son protagonistas en muchas de las combinaciones que puedes hacer en casa dentro de este tipo de elaboraciones. Un ejemplo es el falafel, del que te hace poco te contamos todos los secretos.

En paté
En este punto llegamos a la elaboración que se ha compartido en la favorita de muchas personas para compartir junto al guacamole: el hummus. Este paté de garbanzos y sésamo, entre otros ingredientes, es un recurso que se puede hacer fácil y rápido en casa y no solo está muy rico, sino que también es muy saludable.

Al horno
Pueden cocinarlos al horno ya sea como parte de un plato principal -por ejemplo, una ropa vieja con arroz al horno- o como acompañamiento. Meted garbanzos con hierbas aromáticas al gusto y quedarán muy crujientes, perfectos para acompañar todo tipo de elaboraciones. También son un recurso como snack.

Con marisco o pescado
No solo funciona bien el garbanzo en guisos de carne como el cocido, sino que también es garantiza un platazo redondo cuando los mezclamos con pescado, como ocurre con el bacalao en el potaje de vigilia, o con langostinos en un guiso que combine ambos ingredientes principales.

En harina
Sí, has leído bien.La harina de garbanzo, como la de avena, es una alternativa muy interesante para reducir el consumo de harinas industriales de trigo procesadas. Puedes usarla para empanar pollo o pescado, por ejemplo, y también para preparar galletas dulces. Es un producto muy versátil.

En puré
Al igual que ponemos todo tipo de verduras y cereales en las cremas podemos hacer lo mismo con las legumbres, que además enriquecen todavía más este tipo de recetas. Las cremas de garbanzos y verduras con un poquito de huevo duro picado, por ejemplo, son un plato tan rico como nutritivo.

En fideos
Últimamente ya no es difícil encontrar en el supermercado fideos elaborados con garbanzo como ingrediente principal. Son un alimento más nutritivo que la pasta hecha con harina refinada así que os lo recomendamos como alternativa ideal a los fideos para vuestras fideuás y sopas, sobre todo si hay peques en casa.
