La cafetería del Ministerio de Trabajo y Economía Social vuelve a ser el centro de atención, pero esta vez no por sus económicos precios. No es ningún secreto que la vida de Yolanda Díaz, al igual que la de cualquier ministro, es algo ajetreada.
Van de un lugar para otro sin parar ni 5 minutos en casa. Sin embargo, para mantener ese ritmo deben encontrar la energía en alguna parte.
No es la primera vez que la ministra acapara titulares con sus desayunos. Como hemos visto en múltiples ocasiones desde que asumió su cargo, Yolanda Díaz prefiere incluir en su dieta un desayuno que sea tanto sabroso como nutritivo. El último conocimiento, es que la ministra desayunaba principalmente tortilla de patatas y embutidos, un plato sencillo y rico en proteínas.
Sin embargo, en esta ocasión no acapara titulares por su elección saludable, sino todo lo contrario. La sede liderada por Yolanda Díaz ha optado por ofrecer en sus desayunos bollería, churros y porras, unas opciones que van en contra de las recomendaciones de todos los nutricionistas para mantener un estilo de vida saludable.
Este desayuno, para el que se han destinando 68.000 euros en su compra, puede ser tentador, pero desde una perspectiva nutricional no constituye una opción saludable. Estos alimentos suelen ser ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y calorías vacías.
Además, su consumo regular puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. Algo que contrasta con las recomendaciones dietéticas de su compañero y exministro de Consumo Alberto Garzón.
En un documento recientemente publicado por el Ministerio de Trabajo, se detalla el desglose del gasto destinado a los alimentos de su cafetería. La mayor parte del presupuesto se ha destinado a las chapatinas, con un total de 28.000 unidades adquiridas por 14.000 euros.
No obstante también aparecen barras y pistolas por 5.278 euros, croissants de mantequilla por 4.162, minibollería variada por 422 euros, napolitanas normales por 228,80 y con chocolate por la misma cantidad.
Este contrato ha sido otorgado a Frutícolas Ateca, una empresa con sede en Ocaña (Toledo), y finalizará el próximo 20 de marzo tras la entrega de todos los productos. Sin embargo, la carta ofrecida en esta cafetería oficial ha sido objeto de críticas por nutricionistas y expertos en la salud.
Esta situación plantea la necesidad de incluir más criterios en los procesos de adjudicación pública, sugiriendo que se deberían ofrecer desayunos más nutritivos y saludables en los lugares de trabajo.
Los especialistas recuerdan que es crucial reconocer la importancia de ofrecer desayunos sanos en el trabajo, en vez de recurrir a la bollería industrial. Éstos no solo contribuyen al bienestar físico de los empleados, sino que también tienen un impacto en su productividad y desempeño.
Al proporcionar opciones nutritivas como frutas frescas, cereales o lácteos bajos en grasa, se promueve un estilo de vida saludable entre los trabajadores, lo que a su vez puede reducir los índices de absentismo y mejorar el clima laboral.
Además, al fomentar este tipo de hábitos desde el entorno laboral, se establece un precedente positivo que puede influir en las elecciones fuera del trabajo, contribuyendo así a la salud a largo plazo de todos los empleados.