La granada es una de las mejores frutas del otoño. Llena de beneficiosas propiedades y con un atractivo color rojo, es considerada una fruta exótica, aunque su consumo está muy extendido en nuestro país (especialmente en la región mediterránea). Te descubrimos todo lo que tienes que saber sobre este sano alimento, muy rico en antioxidantes.
Procede del granado, un pequeño árbol de no más de cinco metros de altura. De corteza dura, la granada guarda en su interior unos granitos de color rojo llamados arilos, muy densos a nivel nutricional. Además de ser baja en calorías (contiene 34 kcal por cada 100 gramos) y azúcares, esta fruta es una mina de nutrientes. La granada tiene un gran poder antiedad, ya que ayuda a mantener la piel hidratada. Además, favorece la producción de colágeno y elastina.
Uno de los nutrientes que más está presente en la granada es el potasio, mineral clave a la hora de controlar la tensión arterial. También se relaciona con la reducción del endurecimiento de las arterias, propiedad que lo convierte en un alimento clave para la salud del corazón. Si la granada no te acaba de convencer, un buen sustituto de la misma es el plátano, también con altas cantidades de potasio.
La granada también es rica en minerales como el manganeso, calcio, hierro, fósforo y magnesio.
Aporta vitaminas del grupo A, B, E y K. Ahora bien, si por algo destaca la granada es por su elevado aporte de antioxidantes como punicalagina y flavonoides. Los antioxidantes son muy beneficiosos a la hora de combatir los radicales libres, compuestos relacionados con el desarrollo de ciertas enfermedades y con el envejecimiento. Además, ayudan a reducir el riesgo cardiovascular, reducen el riesgo de infarto de miocardio, de enfermedades neurodegenerativas e incluso cáncer.
A la hora de comprarlas, elige piezas de buen tamaño y peso elevado, de color vivo y matices marrones. Evita las granadas arrugadas y con la piel blanda o decolorada.
Puedes desgranarlas de dos maneras: retira la corona, corta gajos laterales y extrae el grano sin las pieles blancas. Otra manera de hacerlo es cortarla por la mitad y golpeando la piel con una cuchara de madera hasta que caiga todo el grano.

¿Cómo consumir las granadas?
Tanto la forma y el color de la granada dan un montón de juego a la hora de decorar los platos. La granada puede consumirse sola, en zumos o como un ingrediente más de tus ensaladas, a las que no solo aporta un toque más colorido sino que también las hace más nutritivas. También es un excelente ingrediente para añadir a todo tipo de postres (yogures, tartas, tortitas...). Si te encanta esta fruta pero no sabes cómo sacarle el máximo partido, aquí van algunas ideas deliciosas para añadirlas a tu dieta:
- Triffle de granada
- Ensalada de berros con garbanzos y granada
- Cordero al horno con uvas y granada
- Cheesecake de granada
- Falafel con brotes y granada
- Berenjenas con yogur y granada