Mantener una buena dieta, rica en vitamina D, es esencial para mantener una buena salud en tu día a día. Esta vitamina, fundamental para el organismo, es conocida como la "vitamina del sol" porque nuestro cuerpo la produce cuando se expone a la luz solar.
Su importancia radica en la facilitación de la absorción del calcio. Según la Doctora María Dolores Mesa García, catedrática de bioquímica y biología molecular, este elemento es un mineral vital para la salud ósea y muscular de las personas, y la vitamina D asegura que sea absorbido de manera efectiva por el cuerpo.
Sin suficiente vitamina D, el organismo no puede absorber adecuadamente el calcio de los alimentos, provocando una deficiencia de este mineral. Esto puede resultar en problemas de salud a largo plazo, como la debilidad ósea y el riesgo aumentado de fracturas.
Además, según detallan los facultativos, la vitamina D también es esencial para la salud del sistema nervioso. Ayuda a proteger las células nerviosas, promoviendo su función adecuada y previniendo posibles daños oxidativos.
Además, esta vitamina ayuda a mantener una buena comunicación entre las células del sistema nervioso, lo que favorece el equilibrio y la coordinación en nuestras actividades diarias.

Por otro lado, el sistema inmunitario también se beneficia de la vitamina D. En este caso, ayuda a regular la respuesta inmune, fortaleciendo nuestras defensas y protegiéndonos de posibles enfermedades.
Además, según detalla Luis Miguel Torres Morera, director de la Unidad de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Universitario de Cádiz, se ha evidenciado que esta vitamina tiene propiedades antiinflamatorias, lo que puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y promover una recuperación más rápida de lesiones o enfermedades con graves dolores.
La deficiencia de vitamina D se ha asociado con riesgos de osteoporosis, trastornos inmunológicos, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Es por ello que, para prevenir esto, es importante mantener niveles adecuados de vitamina D a través de la exposición al sol. Sin embargo, cuando eso no es posible, también podemos obtenerla a través de ciertos alimentos y suplementos.
Alimentos versátiles y ricos en vitamina D
En primer lugar, según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), encontramos los pescados grasos como el salmón, la caballa y el atún, que son una excelente fuente de vitamina D.
Estos alimentos no solo son sabrosos, sino que también aportan una gran cantidad de ácidos grasos omega-3 y son beneficiosos para la salud cardiovascular.
Además, el salmón y la caballa también contienen vitamina B12, que junto con la vitamina D contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso.
Otra opción, es incluir lácteos en nuestra dieta. La leche, el queso y el yogur son alimentos ricos en esta vitamina, especialmente si están fortificados.

Además, los lácteos también nos proporcionan calcio y proteínas, fundamentales para mantener unos huesos fuertes y sanos. Sin embargo, eres intolerante a la lactosa o sigues una dieta vegana, según la Academia Española de Nutrición y dietética, también puedes optar por alternativas a base de soja, arroz o almendras enriquecidas con vitamina D.
Otra excelente fuente de esta vitamina, son los huevos. Estos alimentos destacan como una opción fácil y accesible para adquirir este elemento en tu dieta, especialmente durante épocas de crecimiento, embarazo o lactancia.
Asimismo, algunas carnes que son especialmente altas en esta vitamina son el hígado de res, el hígado de cerdo y los riñones. Estos órganos internos son ricos en nutrientes y también son una excelente fuente de vitamina D.
Por otro lado, algunos hongos, como los champiñones y las setas, también contienen vitamina D. Estos alimentos son considerados como un tesoro nutricional debido a su capacidad para sintetizar la vitamina D cuando son expuestos a la luz solar.
Esto significa que los hongos pueden proporcionarnos una fuente natural y vegetal de esta vitamina, ideal especialmente para personas que siguen una dieta vegetariana o vegana.
Así, también encontramos verduras como espinacas, brócolis o acelgas. Al incluir estos vegetales en tu dieta diaria, no solo estarás obteniendo la cantidad necesaria de vitamina D, sino también de otros nutrientes esenciales para tu salud, así como una comida sana y rica en fibras naturales.
Por último, también hay gran una variedad de frutas que son ricas en vitamina D y pueden ayudarnos a satisfacer nuestras necesidades diarias.

Un ejemplo de ello es la naranja. Este delicioso cítrico no solo es una excelente fuente de vitamina C como usualmente se conoce, sino que también contiene vitamina D en cantidades significativas.
Además, las naranjas son bajas en calorías y ricas en fibra, lo que las convierte en una opción saludable para incluir en una dieta diaria.
Por otro lado, el kiwi, la papaya, la guayaba, la fresa o el aguacate también son algunas de las frutas que destacan como fuentes indudables de vitamina D. Incluir estas deliciosas frutas en tu día a día ayudará a mantener tus huesos fuertes y sanos, permitiendo sostener una buena salud.
Sin embargo, en el caso de no poder obtener suficiente vitamina D a través de los alimentos, los suplementos pueden ser una fácil alternativa. No obstante, antes de comenzar a tomar estos aditivos hay que consultar con un médico especialista para determinar la dosis adecuada, así como su necesidad.