Las zanahorias, son un alimento versátil que se encuentra en casi todas las cocinas del mundo. Sin embargo, su valor nutricional va más allá de su atractivo aspecto. Están repletas de vitaminas, minerales y antioxidantes que ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud.
En este artículo, exploraremos los beneficios para la salud que las zanahorias tienen para ofrecer, desde mejorar la salud de la piel hasta fortalecer el sistema inmunológico.
Previenen enfermedades degenerativas
Las zanahorias son una excelente fuente de antioxidantes, compuestos que desempeñan un papel crucial en la protección de nuestras células contra el daño causado por los radicales libres. Estos radicales libres son moléculas inestables que se forman en nuestro cuerpo como resultado de procesos metabólicos normales, pero también pueden ser generados por factores externos como la exposición al humo del cigarrillo, la radiación UV y la contaminación ambiental.

Estimulan el apetito
Las zanahorias contienen aceites esenciales, responsables de su sabor y olor, que dan ganas de comer. Por lo que están especialmente indicadas en casos de desgana o inapetencia. Una acción tónica que se ve potenciada cuando, además, se consumen fermentadas o encurtidas. En el aperitivo, estimulan las enzimas digestivas.

Mejoran la leche materna
El consumo de esta hortaliza influye en la calidad de la lactancia. Por un lado, mejora los niveles de hierro y vitamina A de las madres que están dando de mamar. Es muy frecuente que en esta etapa, como en el embarazo, las mujeres puedan tener déficit de estos oligoelementos.
¿Cómo tomarla? Mejor cruda, es rica en vitamina C, y en compañía de alimentos que aporten buenas cantidades de hierro, como unas lentejas o un filete de ternera.

Son diuréticas
Como la mayoría de las verduras, gracias a su aporte de agua, es uno de sus componentes más abundantes junto con los hidratos, y dentro de una correcta hidratación, aceleran la eliminación de solutos y toxinas, lo que evita la formación de cálculos renales o piedras en el riñón.

Ayudan con la gastritis
“Aportan provitamina A, que mejora la mucosa del tracto intestinal, ayudando a combatir patologías digestivas”. Para esto, tómalas cocidas, la acción del calor aumenta la disponibilidad del betacaroteno, que se convierte en vitamina A.

Son una defensa para tu sistema inmune
Las zanahorias son ricas en varios nutrientes esenciales para el sistema inmunológico, incluyendo vitamina C, vitamina A, y antioxidantes como el beta-caroteno. Estos nutrientes desempeñan roles clave en el fortalecimiento de nuestras defensas naturales contra enfermedades e infecciones.
La vitamina C es conocida por su papel en la función inmunológica, ya que estimula la producción y actividad de los glóbulos blancos, que son células responsables de combatir patógenos invasores como virus y bacterias.
El beta-caroteno, un precursor de la vitamina A que se encuentra en las zanahorias, también es fundamental para el sistema inmunológico. Una vez que se consume, el cuerpo convierte el beta-caroteno en vitamina A, que juega un papel crucial en el mantenimiento de las membranas mucosas saludables en el tracto respiratorio, gastrointestinal y urinario.
Además, las zanahorias contienen diversos fitoquímicos y antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y a promover un equilibrio saludable en el sistema inmunológico. Esto puede ser especialmente beneficioso para prevenir enfermedades autoinmunes y alergias, al tiempo que ayuda al cuerpo a combatir infecciones de manera más efectiva.

Reparan la piel y el cabello
Aportan vitamina A que contribuye al sostén, crecimiento y restauración de las mucosas, el tejido cutáneo y el pelo. Resultan muy útiles para la producción de sebo. Unos lípidos que actúan como barrera protectora y evitan la deshidratación del cuero cabelludo o la epidermis.
