Con la llegada del otoño, aparecen unas de las joyas de la naturaleza más características en esta época del año: las setas. Al comienzo de esta nueva estación, en los meses de septiembre y octubre, es muy común ver a cientos de personas recorriendo los campos, valles y bosques de toda España buscando níscalos, setas y champiñones, que aunque se pueden consumir durante todo el año, se encuentran en las mejores condiciones en estas fechas. Eso sí, al recolectarlos se debe tener mucho cuidado con las especies que son venenosas, que pueden confundirse fácilmente con las especies normales.
Las setas son auténticas delicias gastronómicas para muchas personas, y es muy común verlas en los platos más exquisitos alrededor de todo el mundo. Además, si son de temporada su precio suele ser bastante asequible, y se pueden utilizar para elaborar numerosas recetas y combinaciones. Las setas son una fuente importante de proteínas vegetales de alta calidad, se consideran muy alcalinizantes y también poseen muchos minerales, como el selenio, el fósforo, el cinc y el potasio.
Así mismo, son ricas en vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9), todas ellas nutrientes fundamentales para el buen correcto funcionamiento del organismo. Estos alimentos, además, contienen una gran cantidad de agua (entre el 80 y el 90 % de su composición) y son bajos en hidratos de carbono, calorías y grasas, por lo que aparte de estar ríquisimos, son muy recomendables en cualquier dieta. Durante muchos siglos, algunos tipos de setas han sido consideradas alimentos medicinales en Oriente. Es el caso de las variedades reishi, maitake y shiitake, que cuentan con propiedades increíbles para la salud, como estimular el sistema inmune y mejorar la circulación sanguínea. Algunos estudios también aseguran que pueden curar enfermedades como el cáncer. La buena fama de este tipo de setas ha hecho que el consumo de éstas se haya disparado en todo el mundo en los últimos años.
¿Quieres conocer todos los increíbles beneficios para la salud que tienen las setas? ¡Sigue leyendo para descubrir sus propiedades!
Bajas en grasas y calorías
Las setas son muy recomendables para todas aquellas personas que están siguiendo algún tipo de dieta baja en grasas recomendada por un especialista por un motivo en especial.

Antienvejecimiento
Si por algo destacan las setas es por su alto poder contra los efectos del paso del tiempo. Variedades como la shiitake, la reishi o los champiñones contienen gran cantidad de antioxidantes (polifenoles, flavonoides, vitamina C...), que ayudan a la oxigenación celular, combaten los radicales libres y promueven la longevidad.

Mejoran el aspecto de la piel
La seta shiitake contiene mucha cantidad de cobre, un oligoelemento esencial para la fabricación de colágeno, que mantiene la tersura de la piel. Además, como las setas son ricas en agua, aseguran una correcta hidratación de la misma.

Refuerzan el sistema inmune
En general todas las setas aumentan la producción de citoquinas, unas células que ayudan a combatir las infecciones. También contienen polisacáridos y vitaminas .como la vitamina C-, compuestos fundamentales para un buen funcionamiento del sistema inmune y las defensas naturales del organismo.

Alcalinas y desintoxicantes
Las setas son alimentos alcalinos que ayudan a regular el nivel de acidez en el organismo y que contienen buenas cantidades de selenio. Este compuesto, junto con los beta-d-glucanos presentes en variedades de setas como el shiitake o el maitake, desempeña un papel esencial en la función del hígado y actua como un desintoxicante natural.

Ideales para diabéticos
Las setas tienen un bajo índice glucémico y se digieren con lentitud, por lo que no afectan significativamente al nivel de azúcar en sangre ni generan picos de insulina. Por ello, son alimentos muy recomendables para personas que sufran de diabetes.

Buenas para la mente
Las setas "portobello" son especialmente ricas en hierro y magnesio, dos minerales indispensables para el buen funcionamiento de los neurotransmisores situados en el cerebro y el sistema nervioso. Por ello, su consumo protege la capacidad mental.

Contra el cáncer
En la cultura japonesa, las setas han sido consideradas durante centenios unos alimentos muy eficaces contra el cáncer. Lo cierto es que las variedades shiitake y miitake contienen proteínas llamadas lectinas, que estimulan el sistema inmunológico y, según muchos estudios, pueden inhibir el crecimiento tumoral.

Antiinflamatorias y cicatrizantes
Algunas setas, como la maitake, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden servir de mucho en la lucha contra enfermedades como la artitris. Los hongos también son ricos en vitamina D, un compuesto que favorece la cicatrización de la piel y muy utilizado en cosmética para combatir eczemas, rosáceas y acné.

Regulan el colesterol y la presión arterial
Las setas no contienen colesterol. Algunas variedades, como la shiitake y la reishi, fluidifican la sangre y protegen las paredes de los vasos sanguíneos, por lo que ayudan a mantener un nivel de tensión arterial adecuado.

Contra la caída del cabello
La anemia es una de las causas más comunes de la pérdida y caída del cabello. Las setas son una buena fuente de hierro, y de otros minerales como el selenio y el cobre, fundamentales en la formación de queratina y en el suministro de nutrientes vitales a los folículos pilosos.

¿Cómo cocinarlas?
La forma más simple y saludable de preparar setas pasa por saltearlas a la plancha, con tan solo unas gotitas de aceite de oliva y sal. Sin embargo, las setas también se pueden cocinar en estofados con carnes, en cremas, en revueltos -con huevo- o para elaborar salsas. ¡Admiten muchas combinaciones! Te proponemos 15 recetas para que vayas disfrutando de este manjar.
