Cenar todos los días sano puede ser todo un reto para nuestra imaginación, pero recetas como las berenjenas al microondas de Dani García, o el lenguado asado con crema de coliflor y vinagreta de pistacho nos facilitan mucho la tarea. Además, tienes uno de los trucos que, dentro de la cocina, se ha usado en muchas recetas.
Ya te hemos contado que existen alimentos que favorecen que durmamos mejor y no engordemos durante la noche, cuando el metabolismo se vuelve más lento porque el cuerpo se prepara para el reposo, y uno de ellos es la verdura que podemos presentar en forma de crema, como la receta de crema de calabacín y menta, muy aromática. Pero si queremos prescindir de los lácteos para darle cremosidad, podemos usar un truco vegano que está buenísimo y con el que conseguiremos una crema de calabacín más cremosa, sin casi modificar el sabor original de ella.
Cómo conseguir una crema de calabacín más cremosa (y vegana)
Podrá parecerte una locura, o algo sin sentido, pero no vamos a decirte que le eches quesitos a tu crema, ni nata, ni mantequilla ni nada por estilo. Hay algo que le dará un sabor muy especial a tu crema de calabacín y que le aportará una cremosidad única, consiguiendo además que la receta sea vegana, sin ningún tipo de ingrediente de origen animal. Se trata de los anacardos, un fruto seco que sirve para mucho más que para ponerlo de aperitivo.
Para añadir a la crema los anacardos, tendremos que ponerlos a remojo 12 horas en agua (aproximadamente una taza de anacardos por cada tres calabacines), y rehogarlos con las verduras antes de añadir el caldo de verduras. Este paso será clave para conseguir una crema de calabacín o de cualquier otra verdura mucho más cremosa y vegana.
Anacardos, el producto favoritos de los veganos
En general, los frutos secos son un aliado para las dietas veganas, ya que contienen proteínas, grasas saludables, calcio, hierro, omega 3, selenio, vitamina E y zinc. Y es que son una fuente de proteína. Por cada 30 gramos de anacardos, tenemos casi 5 gramos de proteína. Además, es el favorito para añadirlo a cremas, batidos y bowls, es porque tienen la capacidad de ser fáciles de mezclar con cremas mientras se aporta más proteína.
