Caldos hay de muchos tipos, tantos como tipos de ingredientes, pero si hablamos del que solemos convertir en sopa más a menudo, el de pollo se lleva la palma. Es el que gusta por igual a pequeños y grandes, y es además del que más solemos tener siempre a mano en la despensa o congelador, si lo haces casero.
Karlos Arguiñano sabe bien el juego que da el caldo de pollo en una cocina familiar, y por eso lo utiliza tanto en sus guisos y platos de cuchara. Incluso sabe, cómo no, darle su toque personal cuando prepara la receta más básica que se puede hacer con el caldo de pollo: una sopa.
Lo que hace el cocinero vasco es recurrir a un fruto seco, las almendras, para obtener una sopa ligera y saludable con un sabor más especial, menos reconocible en este tipo de recetas clásicas.
Su propio equipo destaca que se trata de la receta en cuestión de sopa de pollo con almendras de Arguiñano es “un primer plato de cuchara fácil y rápido de preparar e ideal para consumir a la hora de cenar y mantener una dieta sana controlando nuestro peso gracias a la sensación de saciedad que nos proporciona”.
Las almendras no hacen más que enriquecer en matices una sopa ya de por sí rica, y aportan además grasas saludables y nutrientes que nuestro cuerpo necesita. La clave, destaca el equipo de Arguiñano, es hacer el caldo de pollo casero, da igual si en olla rápida o cazuela tradicional. Eso sí, en el caso de que lo elaboremos en cazuela, apuntan, “es mejor hacerlo un día antes y lo introducimos en la nevera, será más sencillo desgrasarlo”.
Además, puedes añadir un poco de Nara (100 ml) antes de triturar los ingredientes si te gusta que quede cremosa.
Ingredientes
- 1/2 pechuga de pollo (275g)
- 100 g de almendra molida tostada
- 20 g de almendra fileteada tostada
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina
- 1.5 l de caldo de ave
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Perejil
Elaboración

Paso a paso
Pon la mantequilla a fundir en una cazuela.
Añade la harina y cocínala (sin dejar de remover con una varilla) hasta que se dore un poco.
Corta un trozo (1/4) de la pechuga y resérvalo. Corta el resto en dados, agrégalos a la cazuela y cocínalos brevemente.
Agrega el caldo, la almendra molida y una pizca de sal.
Tapa la cazuela y cuece los ingredientes durante 15-20 minutos a fuego suave.
Pasa los ingredientes al vaso americano y tritura bien hasta conseguir una crema homogénea.
Calienta una sartén pequeña con 2 cucharadas de aceite. Pica el pollo reservado anteriormente en daditos, sazónalos, introdúcelos en la sartén y saltéalos brevemente.
Añade la almendra fileteada y un poco de perejil picado, y vuelve a saltear.
Reparte la sopa de pollo con almendras en 4 platos hondos. Pon en cada plato un poco del salteado de pollo y almendras, y adorna con unas hojas de perejil.