Cómo limpiar una sepia

¿Quieres saber cómo limpiar una sepia de manera correcta para cocinarla más fácilmente? Te lo contamos.
Cómo limpiar una sepia

La sepia es un molusco cefalópodo conocido por su bajo aporte en grasas y calorías, lo que hace que esté presente en muchas dietas de adelgazamiento y planes de alimentación saludables. Te contamos cómo limpiar una sepia.

En primer lugar, debemos saber que la sepia también es conocida en algunas partes de España indistintamente como choco, aunque generalmente la diferencia entre ambos radica en el tamaño: el término sepia haría referencia a los ejemplares de mayor tamaño (adultos) y para los de menor tamaño (ejemplares jóvenes) se utilizaría el término choco.

Entre las principales propiedades de la sepia se encuentra su aporte de proteínas de alta calidad, Su aporte de vitaminas A, E y del complejo B, minerales como el calcio, el sodio, el yodo y el magnesio. Sin embargo, también hay que señalar que la sepia es rica en colesterol, por lo que no conviene abusar de su consumo ni es recomendable para personas que tengan el colesterol alto. Una vez aclarados estos conceptos, pasamos a explicar paso a paso cómo limpiar una sepia.

Consejos para limpiar sepia

1- En primer lugar, para limpiar sepia hay que ponerla bajo el chorro del grifo para que los posibles restos de suciedad que haya en ella se vayan en este primer lavado.

2-La sepia tiene una parte dura y otra blanda. En la parte dura es en la que se encuentra la jibia o pluma. Por tanto, lo que debemos hacer es un corte vertical al lado de donde deja de notarse esa parte dura, retiramos esa primera piel que recubre la superficie de la sepia y extraemos la pluma.

3- Después, introducimos los dedos por la piel que se ha desprendido al quitar la pluma y vamos retirando esa piel, tirando con fuerza para quedarnos con el cuerpo de la sepia y desechar esa piel. Al quitarla, nos daremos cuenta de que hemos eliminado las aletas también. Podemos retirar la piel que recubre esas aletas, quitarles el borde duro que tienen y quedarnos con la carne de esa parte, que también es aprovechable.

4- Volvemos al cuerpo de la sepia con el que nos hemos quedado y hacemos una incisión por el borde lateral y vamos metiendo el dedo pulgar para ir abriéndola.

5- Es muy importante, al manipularla, no romper la bolsa de la tinta que tiene en su interior.

6- Al hacer el paso anterior vamos a dejar separados el cuerpo de la sepia y la cabeza de la misma. En este momento es cuando debemos quitar la bolsa de tinta, con cuidado de que no se rompa. Podemos reservar la tinta por si quisiéramos preparar la sepia en su tinta.

7- Quitamos el ojo de la sepia o aguijón, cortamos y nos quedamos solo con las patas.

8- Volvemos al cuerpo de la sepia y le quitamos las telitas sobrantes que hay alrededor del mismo. Lavamos de nuevo bajo el grifo, para que quede bien limpia.

9- Después de este proceso, nos habremos quedado solo con el cuerpo de la sepia, las patas y, en el caso de querer utilizarla, la tinta.

10- Si queremos preparar la sepia a la plancha, es recomendable hacerle unos pequeños cortes verticales al cuerpo de la sepia.

Si sigues todo el proceso anterior, ya tendrás tu sepia lista para ser cocinada.

También te recomendamos que eches un vistazo a nuestro artículo "¿Fríes bien el pescado?".

Para que te queden aún más claros los pasos a seguir para limpiar una sepia, puedes ver este vídeo del canal "técnicas culinarias" en el que lo explican paso a paso.

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