Baba de caracol antiirritación
Realidad. Calma la irritación producida por las ortigas porque contiene alantoína, con propiedades calmantes y cicatrizantes. Pero el caracol tiene que estar bajo estrés para soltarla.

Dentífrico en las quemaduras
Realidad con riesgos. Si la herida está abierta podría infectarse y la pasta de dientes dificultaría su cicatrización. La razón por la que se recomienda popularmente es porque puede aliviar la hinchazón y la quemazón inicial, porque aguanta mucho el frío y no se calienta fácilmente, como la arcilla. Lo que no sirve, por si alguna vez te lo han recomendado, es la harina. ¡Ni se te ocurra echártela!

Amoníaco antipicaduras
Realidad. Aunque es un método agresivo, cuando te pica una avispa el amoníaco rebajado sirve, puesto que su composición neutraliza el veneno. Pero para las picaduras de medusa los expertos niegan su validez. Y hablando de picaduras de medusa: si has visto la serie Friends pensarás que otro remedio de lo más natural para calmar el dolor es la orina, pero es falso.

Ajo para quitar las verrugas
Realidad improbable. El ajo es antivírico, por lo tanto podría atacar al virus que origina la verruga. ¿Un remedio más efectivo? El látex (unas gotitas blancas) que sale de las hojas de la higuera, que es queratolítico, es decir, que quema la verruga.

Vinagre como aftersun
Realidad. Aplicar paños con vinagre para calmar las quemaduras provocadas por el sol es un remedio natural que se ha utilizado toda la vida. Y funcionan, porque calman la irritación y refrescan. Eso sí, hay remedios mucho más completos, como la pomada de caléndula o el aloe vera, que además de refrescar son plantas que regeneran la piel.

Alcohol para las calenturas
Realidad poco conveniente. Es cierto que el alcohol etílico puede desinfectar el herpes y aplicarlo frío puede resultar calmante, pero pica muchísimo y es muy agresivo para la piel. Su alternativa son los preparados de ácido hialurónico y caléndula.

Y alcohol para todo
Mito. Nuestra tradicional forma de curar casi todo ha sido a base de alcohol (esta vez no el etílico, sino el que se bebe). Ginebra para el dolor de la menstruación, coñac para el de muelas... El entumecimiento de la borrachera te hará olvidar el dolor, pero mejor opta por algo más eficaz.
Para el dolor de muelas lo mejor es el clavo de olor (su infusión o directamente, el clavo masticado) y para el de la regla, fabricar un saquito (como una pequeña almohada), llenarlo de semillas de lino y ponerla, caliente (puedes meterlo en el microondas), en la parte del sacro, de donde salen todas las terminaciones nerviosas del útero.

Azúcar: stop hemorragias
Realidad. Si has oído alguna vez que el azúcar puede cortar una pequeña hemorragia, por ejemplo, la de un corte, puedes creértelo. La miel también lo hace. Además, la alta concentración de azúcar limita el crecimiento de bacterias, por tanto, desinfectará la herida y la resecará.
