Buenos hábitos
Hay personas que no paran ni 15 minutos para comer con tranquilidad y el organismo lo sufre. Masticar y digerir correctamente los alimentos son procesos que llevan su tiempo, por lo que hacerlo deprisa y mal puede causar problemas digestivos, lo que dificulta la absorción de los nutrientes. Esto último es, además, contraproducente. Si el organismo no registra de forma adecuada lo que se consume, puede desconectarnos de nuestras señales de hambre y saciedad.
Trabajar más de la cuenta en casa o en la oficina frente a una pantalla empieza a ser una mala costumbre muy común entre los profesionales.
Sin embargo, el avance de las nuevas tecnologías en el mundo laboral es imparable. Más de la mitad de las pequeñas y medianas empresas que crecen por encima del 10 % interanual están comprometidas activamente con la transformación tecnológica. Esta tendencia supone también un cambio de hábitos y procesos en el que los trabajadores necesitan de las TIC, cuyo uso se vincula, a veces por desconocimiento y otras por dejadez, con unos malos hábitos que pueden derivar en serios problemas de salud. El ordenador, la tablet y el smartphone suelen estar detrás de ellos. Además de la higiene postural, cuida tu alimentación mientras estés en la oficina con estos consejos.
Algo para picar
Si a lo largo de la mañana o de la tarde en la oficina, el cuerpo te reclama picar "algo" entre comida y comida hay escucharle, puedes consumir una pieza de fruta, yogur, frutos secos... lo que necesites para luego no llegar con mucha hambre a la siguiente comida.

Pequeños snacks
Es importante entender que cuanto más alimento se consume durante las horas de la mañana, menos hambre tendremos cuando sea la hora de cenar y evitaremos situaciones de ansiedad o atracones.

Apúntate a los frutos secos
Son un alimento muy interesante en cuanto a su perfil nutricional. Ricas en grasas saludables, fibra, y son super saciantes. Unos 100 gr. de frutos secos apotan omega3, fibra, proteínas, vitamina E y selenio. Por ello, es recomendable tomar un pequeño puñado, a media mañana o para merendar. Además, las personas que consumen frutos secos regularmente en su dieta tienen menos riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares y coronarias, según un informe presentado en Journal of the American College of Cardiology.

Benefíciate del agua
De sobras es conocida la importancia de beber agua. Una botellita siempre a mano en la oficina, para ir tomándola a lo largo de la jornada, es un hábito saludable, y en algunas ocasiones puede ayudarnos a evitar algunos antojos. Es importante que el agua no esté muy fría ya que puede enfriar el sistema digestivo y dificultar la digestión de los alimentos, apuntan expertos de la Clínica Opción Médica.

No dejes pasar mucho tiempo sin comer
Lo ideal es que comas algo cada tres o cuatro horas, para evitar pasar hambre. Las bajadas de azúcar en sangre provocan ansiedad y ganas de picotear.

Un tupper bien preparado
Solo con cambiar la manera de cocinar los alimentos podemos hacer que nuestros platos sean mucho más sanos. Aunque tengas que llevarte el tupper a la oficina, intenta cocinar a la plancha, al vapor, al horno, wok o papillote, técnicas mucho más saludables ya que se absorben menos aceites. Aprovecha también para llevarte ensaladas y frutas, que además apenas tienen nada que preparar.

Cocina el fin de semana
Si entre semana te queda poco tiempo para cocinar y bastante tienes con hacerte la cena como para pensar en prepararte la comida del día siguiente, intenta hacerlo durante el fin de semana. Hay verdura que puedes dejar cortada, caldos que puedes dejar preparados e incluso comida que te sobre el sábado o el domingo y que puedas congelar para ir sacando a lo largo de la semana.

Planifica tu menú
Comer en la oficina no es sinónimo de bajarte a tomar el menú completo o sacarte sándwiches “prefabricados” de la máquina del vending. Aprovecha el fin de semana para planificarte un menú semanal (aunque dejes algunos días libres por si aparece cualquier compromiso). Si lo haces de este modo, conseguirás una alimentación más variada y saludable.

¿Pan? Sï.
El pan es una buena opción, y si es integral mucho mejor, por su contenido en fibra. Si no quieres comprar una barra para ti sola, llévate un pedacito del día anterior, envuelto en papel de aluminio para que aguante un poco mejor. Si se ha quedado duro, siempre puedes ablandarlo en el microondas. Otra opción es comprar una barra para varios compañeros que también coman en la oficina.

Tómate tu tiempo
Es fundamental comer despacio y masticar bien los alimentos para ayudar a saciar el apetito, añaden desde Clínica Opción Médica. El hambre tiene una duración de unos 20 minutos desde que empezamos a comer, si masticamos bien no necesitaremos tanta cantidad de comida y además mejoraremos la calidad de la digestión. Esto es válido tanto si comes en casa como en un restaurante y por supuesto en la oficina.
