Según expertos de Harvard no hay que ducharse todos los días por motivos de salud
Un equipo de investigadores de Harvard duda que la ducha diaria sea recomendable en términos de salud para la piel y el cabello.
La higiene personal es uno de los grandes secretos del ser humano. Es muy fácil mentir sobre este tema. Realmente, nadie sabe, excepto quienes viven con nosotros (y ni ellos…), qué y cómo te lavas por la mañana, si cocinas con las manos limpias, si lo primero que haces al llegar a casa es lavarte las manos o no, o si te duchas todos los días.
Esto último es "un temazo" dentro de la higiene. Da mucho juego. Desde bien pequeños, además. Cuando somos niños, odiamos la ducha. Y casi se celebra con un día festivo que “hoy no toque ducha”. Pues bien, de adultos, la cosa cambia: es mayoritaria la percepción de que la ducha es esencial, y para muchas personas es incluso un momento de placer y disfrute.
En cambio, sigue siendo un secreto lo que se ducha cada persona: no podemos poner la mano en el fuego por nadie con respecto a cuántas veces se duchan. Y menos si vas al gimnasio, donde se escuchan comentarios, especialmente entre los adolescentes, de que no se van a duchar ni siquiera después de entrenar…

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Qué es bueno para la salud
Desde el punto de vista de la higiene, la ducha es indudablemente una de las mejores herramientas. No hay nada que nos deje más limpios. Sin embargo, la salud también entra en juego, y en este punto hay alguna sorpresa.
Lo lógico es ducharnos una vez al día por higiene, pero si damos prioridad a la salud, hay expertos que recomiendan no hacerlo a diario. No es que estemos buscando una excusa para todas esas personas que no pasan cada día por la ducha; es que lo dicen expertos de la universidad de Harvard.
En concreto, estos señalan que la ducha diaria puede ser perjudicial para la piel y el pelo. En una investigación advierten sobre esta cuestión, si bien dejan claro que no abogan por no ducharse, porque no hacerlo también es perjudicial para la salud. Es una cuestión de la frecuencia de las duchas, a lo que habría que añadir la calidad de los productos de higiene que utilizamos.
De esto también hablan los expertos de Harvard en su estudio, pero es que llevan mucho tiempo haciéndolo también los especialistas en dermatología: cuidado con los champús y jabones que usamos en la ducha, sobre todo quienes tienen pieles atópicas.
Lo que dicen los expertos de Harvard sobre la ducha y la salud de la piel es que bañarse de forma muy continua o constante puede generar irritación, sequedad e ingestiones en la piel, además de reacciones alérgicas —aquí tienen mucho que decir los productos de higiene que usemos— y hasta el crecimiento de bacterias en pelo y piel.
Al mismo tiempo, el equipo de investigadores de Harvard avisa que tampoco es saludable estar varios días sin pasar por la ducha, ya que acumulamos grasa y células sucias y muertas sobre nuestra piel. Lo normal es que esto provoque picazón, enrojecimiento, sequedad, etcétera.

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Cuatro veces a la semana
Los expertos de Harvard ponen el foco, como decíamos, en la cantidad de veces a la semana recomendable, en la frecuencia. Y su conclusión es la siguiente: para la salud de piel y cabello, cuatro veces a la semana es lo aconsejable.
Lógicamente, hay excepciones. También para los expertos de Harvard. Por ejemplo, cuando hacemos deporte. Si entrenas, es recomendable la ducha porque has estado expuesto al sudor.
Y lo mismo ocurre con los días de mucho calor, donde el sudor hace estragos en nuestra piel. Una tercera excepción es la exposición a ambientes sucios o con mucho polvo, como puede ser una playa, una obra o una escapada a la naturaleza, por ejemplo. En estos casos, la ducha es aconsejable, siempre con agua tibia y con jabones que cuiden nuestra piel.
Por otro lado, además de la frecuencia, también hacen mención a la duración de las duchas, que es otra cuestión que puede ser negativa para la piel —también la temperatura del agua, cuidado—. Lo que dicen desde Harvard en este sentido es que las duchas han de ser cortas: de tres o cuatro minutos.
Esta medida también es una forma muy eficaz de ahorrar agua: las duchas de diez minutos es recomendable que las evitemos por motivos de salud y medioambientales.