El aguacate está de moda, solo hay que echar un vistazo en los supermercados o en las fotos de las cuentas de Instagram de las influencers para comprobarlo. Pero no solo las redes sociales, los datos también hablan por sí mismos: las importaciones del aguacate en la Unión Europea se han multiplicado por cuatro entre 2000 y 2017. Hace dos años, la entrada de este producto alcanzó la marca histórica de 486.063 toneladas.
Las razones por las que este fruto es ahora uno de los más demandados en mercados y restaurantes son varias, pero una de ellas estaría relacionada con la promoción y difusión de las propiedades nutritivas de este alimento, que aporta gran cantidad de proteínas y tiene un alto contenido de aceites vegetales. Las virtudes del aguacate le han convertido en una especie de oro verde que gusta a (casi) todo el mundo. El problema estriba cuando queremos consumirlo más allá del clásico guacamole o de las tostadas para el desayuno.
Aunque fueron nuestros vecinos franceses quienes incorporaron el aguacate en su dieta a finales de los años 70, los pueblos originarios de México consumen aguacate desde hace más de ocho mil años. Tan arraigado está en su cultura que es común que cada casa tenga un árbol de aguacate en su patio. No es para menos: su pulpa contiene vitaminas A, C y del grupo B. También aporta minerales como calcio, hierro, magnesio y zinc, entre otros y también ayuda a reducir los niveles de colesterol y combatir la artritis y el asma.
También el hueso del aguacate está lleno de antioxidantes ya que contiene el 70 % de los aminoácidos de este fruto. Últimamente se ha puesto de moda consumirlo en batidos o ensaladas. Para hacerlo, primero debes eliminar la capa fina de piel marrón, cortarlo con un cuchillo y triturarlo. También se puede tomar como infusión.
Aparte de las opciones saladas, el sabor neutro de este fruto va muy bien con los postres y su pulpa cremosa es perfecta para realizar delicioso helado casero. Pero una de las opicones más extendidas es, sin lugar a dudas, desayunar tostadas con aguacate. Si te decides por comenzar de esta manera el día, puede que pronto no puedas pasar sin ella, ya que sus aceites saludables tienen un altísimo poder antioxidante y saciante.
Pero hay más formas de preparar el aguacate, te mostramos algunas más en la siguiente galería.
Fuente de grasas saludables
Junto al salmón, los frutos secos y el aceite de oliva, el aguacate forma parte de las denominadas "grasas saludables", necesarias para el buen funcionamiento del sistema cardiovascualar. Además, contiene vitaminas A, C y del grupo B. También aporta minerales como calcio, hierro, magnesio y zinc, entre otros.

No tires el hueso
El hueso del aguacate está lleno de antioxidantes ya que contiene el 70 % de los aminoácidos de este fruto. Puedes cortar la semilla o hueso triturarlo y usarlo para batidos. Para consumirlo, debes eliminar la capa fina de piel marrón, cortarlo con un cuchillo y triturarlo. También puedes quitarle la parte roja, luego rallarlo y secarlo. Es apto para usar en ensaladas, batidos o en cualquier receta. También lo puedes tomar como infusión.

En helado
El sabor neutro de este fruto va muy bien con los postres y su pulpa cremosa es perfecta para hacer un delicioso helado. Además, aporta una cantidad increíble de nutrientes que ayudan a cuidar la salud.

En tostadas
Los influencers de nutrición han sido los culpables de que las tostadas con aguacate para el desayuno nos parezcan una opción de lo más habitual. Es una excelente manera de consumir este fruto, junto a alguna proteína (como salmón o jamón) y un huevo, para tener un extra de energía por la mañana. Excelente desayuno si vas a entrenar en unas horas.

En tartar
Quizá conozcas el famoso steak tartar, realizado con carne y encurtidos. Ahora te proponemos una receta sana y deliciosa, con salmón, aguacate y mango acompañado de un aliño cítrico. Es súper sencillo de realizar, solo tienes que cortar los ingredientes en cuadraditos y colocarlos dentro de un molde redondo.

En guacamole
El guacamole es la receta más conocida del aguacate, muy popular ya entre todas las culturas, aunque quizá desconozcas la manera tradicional mexicana. Solo necesitarás aguacate, cebolla, tomate, cilantro, sal y chiles picantes. Corta a dados el aguacate que necesites y luego pon la mitad exacta de tomate también cortado y un tercio de cebolla. El picante, al gusto.

Aguacate al horno
¿Tienes aguacates maduros en casa y no sabes qué hacer con ellos? Hazlos rellenos al horno, seguro que te sorprende el resultado. Puedes rellenarlos de gambas, huevo, pescados o carnes. Su textura cremosa y sabor neutro acepta todas las sugerencias y la cáscara hará de molde perfecto.

Desayunos energéticos
Desayunar tostadas con aguacate se puede convertir en una apuesta ganadora ya que sus aceites saludables tienen un altísimo poder antioxidante y saciante. Aporta Omega 3, una grasa cardiosaludable que además actúa en tu piel como un tratamiento de belleza, vitaminas A y E, y mucha fibra. Un cóctel 10 para empezar el día.

En ensaladas
Poco a poco se ha convertido en uno de los ingredientes estrellas de nuestras ensaladas. Pero no te limites a comerlo junto a lechuga y tomate, prueba otras recetas. Por ejemplo, una exótica ensalada de aguacate y mango, con garbanzos o de aguacate con atún y alga nori.

Aguacate en postres
No te limites a comerlo en su opción salada. Su cremosidad y su sabor neutro hacen que el aguacate se convierta en una opción más que apta para postres. Por ejemplo,este pudín de aguacate es lo más fácil de preparar. Necesitarás 2 aguacates medianos maduros, pelados y picados, 1/3 taza de cacao en polvo, ¼ de taza de miel, ½ taza de leche y 1 ½ cucharadita de extracto de vainilla. Se procesan todos los ingredientes en una licuadora, se sirve en moldes individuales y se enfría antes de servir.
