La rutina, el clima frío de invierno y la escasa luz solar contribuyen a que nuestro estado de ánimo se sienta más decaído en esta época. Sin embargo, quienes conviven con una mascota, lo llevan mejor.
Sonia Sáez, veterinaria de Purina y brand manager de Purina Corporativo, nos explica si las mascotas tienen una relación directa con nuestras emociones, desde aumentar nuestra autoconfianza y autoestima, hasta mejorar cómo nos relacionamos con otras personas.
Una mascota eleva la autoestima
Aumentan la autoestima y la autoconfianza. Los animales ayudan a fomentar estos aspectos, sobre todo en niños, adolescentes o personas mayores que pueden sentirse tristes, deprimidos o mostrar cierta agresividad como consecuencia de inseguridades o ansiedad.
Son un gran apoyo emocional para las personas. Los animales influencian de manera muy positiva a personas mayores, que viven solas o sufren episodios o trastornos de depresión.

El hecho de convivir con una mascota hace que la persona tenga ciertas responsabilidades, como salir a pasear, si se convive con un perro, marcarse rutinas o establecer tareas de cuidado al animal, aportando un propósito, lo que fomenta la mejora anímica.
Ayudan a sociabilizar y relacionarse
Los perros tienen un comportamiento que facilita la interacción social. Gracias a ellos, sobre todo a la hora de los paseos, es más fácil establecer vínculos positivos entre personas, lo que repercute directamente en el estado de ánimo y permite hacer nuevas amistades.
Aumentan la actividad física de todos
Las mascotas disfrutan y necesitan tiempo de juegos y actividad. En el caso de los perros, suelen tener altas necesidades de ejercicio, por lo que incentivan la actividad física.
Por tanto, al requerir ejercicio regular, una mascota motiva a sus dueños a ser más activos físicamente. El ejercicio regular está relacionado con una mejora en el estado de ánimo y la reducción de la ansiedad y la depresión.
Una mascota ayuda a reducir el estrés
Está demostrado que acariciar a una mascota puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la producción de serotonina, una sustancia química relacionada con la sensación de bienestar.