También conocido como serreta, el abadejo es un pescado blanco que habita en el Golfo de Vizcaya y el Atlántico Norte. Pertenece a la familia de los gádidos, la misma que el bacalao. De hecho, muchos consumidores suelen confundirlos, pues presentan una apariencia bastante similar. Los diferencia la línea negra que presenta el abadejo en el lateral, que en el caso del bacalao es blanca.
Tampoco hay que confundirlo con el Abadejo de Alaska, pues en realidad se trata de otra especie diferente del abadejo, que recibe el nombre científico de Theragra chalcogramma. Este se suele pescar sobre todo en las zonas del mar de Bering y su carne es más blanca que la del abadejo. En la industria alimentaria lo suelen usar para hacer surimi y sucedáneos de marisco.
Aunque la calidad nutricional del abadejo es buena, tiene peor reputación que la del bacalao, por lo que a menudo da lugar a la picaresca en su comercialización. Al abadejo lo reconoceremos, además de por su línea negra en el lateral, por su vientre gris, sus flancos dorados y una enorme boca llena de afilados dientes. Está recubierto por una piel muy fina, y su carne tiene una textura fina y blanda. En cuanto a su sabor, es bastante suave, lo que ha llevado a muchos consumidores a compararlo con la merluza. De hecho, hay quien considera al abadejo como 'el pariente pobre de la merluza'.
Propiedades nutricionales del abadejo
A nivel nutricional, la calidad del bacalao es superior a la del abadejo. De hecho, en Finlandia, donde el bacalao es uno de los alimentos más apreciados, hay un viejo dicho que dice que "el bacalao es dinero, el abadejo comida". Sus propiedades nutricionales lo convierten en un alimento muy interesante que debemos tener presente en nuestra dieta. No solo por su bajo contenido en grasas y colesterol, sino también porque aporta altas cantidades de Omega 3, así como proteínas de alto valor biológico. Vitamina B1, B3, B6 y B12, ácido fólico y minerales como el potasio, el yodo, el fósforo y el magnesio están también presentes en su composición.
Su aporte de calorías es mínimo (73 kcal por cada 100 gramos), por lo que se trata de un pescado ideal si estás tratando de perder peso. Si lo comparamos con el bacalao, este contiene 322 kcal en esta misma cantidad. Una diferencia notable que también apreciamos en sus niveles de grasa. El abadejo aporta 0,8 gramos, mientras que el bacalao tiene 2,42 gramos.
El abadejo podemos encontrarlo en el mercado durante todo el año, normalmente fresco, aunque también es habitual encontrarlo congelado o incluso desecado en salazón.
Cómo sacar partido al abadejo en la cocina
La textura del abadejo es muy similar a la de la merluza, por lo que sus aplicaciones culinarias no son muy diferentes. Una buena manera de sacar partido a este pescado es rebozándolo en harina y friéndolo posteriormente. También resulta muy apropiado para guisar con unas verduras, para preparar al horno o con una salsa verde o marinera, por ejemplo. En realidad, este pescado es tan versátil que las opciones para prepararlo son infinitas.