Calcio, Omega 3, vitaminas, proteínas, grasas saludables... las semillas son alimentos muy completos nutricionalmente. Además, aportan energía y muchos beneficios para la salud: regulan el colesterol, el azúcar en sangre y el tránsito intestinal, son ricas en antioxidantes y ayudan a perder peso gracias a su alto poder saciante. En definitiva, las semillas deberían estar presentes en tu dieta de manera regular.
Las semillas se cultivan desde la antigüedad, pero ha sido en los últimos años cuando estos alimentos se han puesto de moda, pues aportan textura, color, sabor y muchos nutrientes importantes para el organismo. Existen muchos tipos de semillas, y cada una tiene sus propias características: quinoa, semillas de lino o linaza, de calabaza, de amapola, de chía, de girasol… Todas ellas son muy fáciles de incluir en el día a día: a modo de snack, en ensaladas, batidos, yogures...
La mejor forma de aprovechar al máximo todos los nutrientes que tienen las semillas es tomarlas crudas, ya que si se exponen al calor y se tuestan, parte de los minerales, las vitaminas y los aceites esenciales que contienen se terminarán perdiendo. En los casos en los que la cáscara de la semilla sea demasiado dura, es más recomendable remojar el grano antes de comerlo o directamente triturarlo, para después espolvorearlo sobre ensaladas, cremas, purés, yogures, batidos y todo lo que queramos.
Aunque existe una gran variedad de semillas, en líneas generales podemos decir que destacan por su alto contenido en fibra, que ayuda a mantener una buena salud intestinal y a prevenir enfermedades crónicas. También es destacable su aporte de vitaminas y grasas saludables. ¿Necesitas más motivos para añadirlas a tu dieta? Semillas de amapola, semillas de calabaza, semillas de chía, semillas de sésamo... Además, deberías tener en cuenta los beneficios de las semillas de sandía que, a pesar de que son lo primero que quitamos al comernos esta deliciosa fruta, aportan un montón de propiedades que nos estamos perdiendo.
Te contamos cuáles son las semillas comestibles más destacadas, sus muchos beneficios para el organismo y cómo añadirlas a tus platos. ¡Fíchalas todas!
Semillas de amapola
Las semillas de amapola se extraen del interior de la cápsula de la amapola, y son ricas en calcio y vitamina A con efecto protector de la piel el pelo. También aportan un alto contenido de hierro. Se la considera una semilla oleaginosa debido a su alto contenido de ácidos grasos. Uno de sus usos en la cocina es para dar color a productos horneados (panes, bizcochos, magdalenas…).

Semillas de chía
Las semillas de chía son una potente fuente de fibra, además de ser antioxidantes y aportar grasas de calidad como el Omega-3 y minerales como el hierro o el calcio. ¡Añádelas a tus platos! Aquí va una idea: pudding de chía, fresas y mango.

Semillas de calabaza
Las semillas de esta hortaliza también son comestibles, y además están llenas de nutrientes como los ácidos grasos omega 3, el magnesio y zinc, tocoferoles y otros antioxidantes. Te contamos cómo tostar semillas de calabaza, el snack más saludable.

Semillas de lino
Las semillas de chía superan a todas las demás semillas en fibra y selenio (un mineral crucial para la inmunidad y la salud del cerebro), y se acercan a la linaza por las grandes cantidades de ácidos grasos omega-3 ALA que contienen. Las semillas de chía también proporcionan mucha proteína, calcio y magnesio. Puedes tomarlas en pudding, con fruta, en batidos, en ensaladas…

Semillas de girasol
Las pipas de girasol son uno de los snacks favoritos de los españoles. Además de estar deliciosas, aportan un montón de beneficios para la salud gracias a su contenido en vitamina B, E, fibra y grasas poliinsaturadas. Contienen triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina, la hormona asociada a la felicidad y al bienestar.

Semillas de sésamo
Son ricas en vitamina E y vitaminas del complejo B que ayudan al funcionamiento del sistema nervioso central. Además, son ricas en grasas insaturadas y proteínas vegetales. Entre los minerales destaca su gran contenido en calcio y en menor medida, de fósforo, hierro y magnesio.
