El chocolate es uno de esos alimentos que enamora a todo el mundo, pequeños y adultos. Desde que llegó a nuestras cocinas, lo hemos utilizado como ingrediente básico de multitud de platos e, incluso, como protagonista en algunas comidas. ¿Quién no recuerda la clásica merienda de los años 70 y 80? Un trozo de pan con unas onzas de chocolate en su interior hacían las delicias de los pequeños de la casa.
Son muchos los beneficios que se le han atribuido a este alimento procedente de las Américas y ha sido objeto de deseo en todas sus formas pero, ¿qué hay de real en estos datos? ¿Es el chocolate realmente bueno para la salud?
En 2017 la experta en Epidemiología Elizabeth Mostofsky publicaba en el prestigioso medio British Medical Journal realizó un estudio demostró que un gran beneficio de este ingrediente: la ingesta moderada de chocolate negro reduce potencialmente el riesgo de sufrir arritmias. Esta afirmación fue apoyada por otra investigación científica de la Harvard Gazette de Dinamarca, que aseguraba que el consumo moderado de chocolate con alto contenido en cacao y bajo en azúcar es bueno para la salud.
Además, varios estudios han dado solidez a la teoría que afirma que el chocolate, en su versión más pura, ayuda a proteger la piel de los nocivos rayos del sol, estimula la función cerebral e incluso ayuda a reducir el colesterol malo. Toda una serie de beneficios que mejorarán tu salud de forma significativa.
Ya no hay excusas para decantarse por el “alimento de los dioses”, término con el que la sociedad azteca designaba a los amargos granos de cacao que recolectaban, procedentes del actual México. Por entonces fue usado incluso como moneda de cambio y en la actualidad algunos lo consideran afrodisíaco, ya que eleva los niveles de endorfinas y de serotonina, las hormonas del placer y la felicidad. Pero no todos valen, huye de las versiones más azucaradas, como el chocolate blanco o las cremas para untar, y apuesta por el chocolate negro, el más saludable.
A continuación te damos algunas claves para que caigas rendida al placer de disfrutar de unas onzas de chocolate cada día.
Ayuda a perder peso
El chocolate negro reduce el hambre y hace que sientas mayor sensación de saciedad. Además, un estudio de la Universidad de Tel Aviv demostró que tomar dulces -incluyendo el chocolate en este grupo- durante la primera comida del día ayudaba a adelgazar. Eso sí, es fundamental que el desayuno también incorpore proteínas e hidratos de carbono. La clave es que la mañana es el momento del día en que el metabolismo está más activo, por lo que nuestro cuerpo es capaz de quema esas calorías extra sin mayor problema.

Reduce el estrés
Tomar chocolate también ayuda a reducir tu nivel de estrés ya que su consumo reduce el nivel de cortisol, una hormona que se libera como respuesta al estrés. Por lo tanto, al tomar este ingrediente, nos sentiremos más relajadas.

Reduce el colesterol
Uno de los mejores beneficios del cacao puro es que reduce los niveles de colesterol LDL y eleva el HDL (el colesterol “bueno”). Esto se produce gracias a su poder antioxidante, que además ayuda a controlar la diabetes y la sensibilidad de la insulina.

Es un poderoso antioxidante
El chocolate negro - con bajos niveles de azúcares- tiene componentes y activos con poder antioxidante. Algunos de ellos son los polifenoles, los flavonoides y las catequinas. Varias investigaciones han revelado que tienen más antioxidantes que los arándanos y el açai.

Disminuye la presión arterial
El chocolate es rico en flavonoides, un activo que estimula las arterias para que el flujo sanguíneo sea normal y la presión arterial descienda hasta niveles estándar. Por lo tanto, ¡también te ayuda a bajar la tensión!

Ayuda a proteger la piel del sol
Los mismos flavonoides que ayudan a reducir la presión arterial, también hidratan y mejoran la piel. Esto produce una mayor resistencia de la piel ante los dañinos rayos ultravioleta y debilita las posibilidades de enrojecimiento cutáneo. Por lo tanto, el chocolate se convierte en un gran protector solar.

Mejora la memoria
Diferentes estudios publicados en la revista British Journal of Clinical Pharmacology concluyeron que los flavonoides, presentes en el cacao, se relacionan directamente con un mejor desempeño cognitivo. Esto se debe a que estimulan y promueven cambios en las áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la memoria.

Eleva los niveles de hierro
Ni las lentejas ni las espinacas, la solución es el chocolate. La ingesta de este manjar permite que los niveles de hierro se eleven de forma más eficaz que las alubias.

Mejora el estado de ánimo
Comer chocolate ayuda a combatir síntomas de la depresión. Esto se produce gracias a la teobromina y fenilanina, sustancias antidepresivas que ayudan a la motivación y al aprendizaje.

Bueno para los deportistas
La cantidad de magnesio que tiene el chocolate ayuda a los deportistas a nivelar los niveles de este componente que requieren para su actividad física. El resultado se refleja en un fortalecimiento muscular y un aporte energético que permite la actividad más continuada y constante.

Y una duda frecuente: ¿produce caries?
Los amantes del chocolate están de enhorabuena. Los dulces son los grandes aliados de las caries, pero el consumo moderado de chocolate puro y bajo en edulcorantes no influye en la aparición de caries. La clave está en dar con uno cuyos niveles de azúcares sean moderados.

¿Qué cantidad es la idónea?
Menos es más. La ingesta de 1 o 2 onzas (10-20 gramos) de cacao amargo es perfecto, siempre que lo acompañes de una actividad diaria alta y evites el sedentarismo.

No provoca acné
A pesar de la creencia popular de que el chocolate es uno de los mejores amigos del acné, un estudio del científico JE Fulton echó por tierra tal afirmación. Lo que realmente produce el acné es la ingesta de chocolates excesivamente azucarados.

¿Vale cualquier chocolate?
Para asegurarte de poder alcanzar todos los beneficios mencionados, apuesta por el chocolate con un mínimo de 70% cacao y evita el chocolate con concentraciones altas de azúcar y grasas.
