Seis ideas para aprovechar el pan duro
¿Siempre se te quedan restos de pan duro en casa y, con los tiempos que corren, te da apuro tirarlos? No te preocupes: con las seis sugerencias que vienen a continuación, podrás aprovechar hasta la última miga.
El pan recién horneado es una auténtica delicia. Crujiente por fuera y tierno por dentro, hay variedades para todos los gustos.
Desde el pan de pueblo hasta la baguette, que tanto prolifera por todas partes, pasando por la chapata o el candeal. Lo malo es que, pasados unos días, se va endureciendo y quedando arrinconado en un cajón de la cocina.
¿Qué hacer para que no acabe en la basura? Aquí te damos varias ideas y algunas recetas de aprovechamiento que pueden serte de gran utilidad.
Pan rallado

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Es la opción más habitual en las casas. Para conseguir un buen resultado, deja que el pan pierda toda su humedad y quede totalmente duro.
Después, córtalo en trozos y tritúralo en un robot de cocina. Una vez rallado, lo puedes usar para empanar filetes de pollo o lomo de cerdo, rebozar croquetas...
O usarlo para gratinar alimentos como, por ejemplo, un pescado, al que le quieras dar un toque crujiente. Al pan rallado, le puedes añadir ajo y perejil picado o ralladura de limón. Todavía estará más sabroso.
Picatostes

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Ideales para darle un toque crujiente a cremas y ensaladas. Simplemente, debes cortar el pan en daditos y saltearlos en una sartén con unas gotas de aceite.
Migas

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Su elaboración es facilísima. Tienes que desmigar el pan, hidratarlo ligeramente con un poco de agua o caldo de carne e incorporarlo a una cazuela en la que hayas preparado un sofrito de ajo, jamón y chorizo. Luego, remueve hasta que las migas queden sueltas y absorban la grasa de las carnes.
Sopas

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La tradición popular nos ofrece muchas sopas en las que el pan duro es el ingrediente principal. Están muy ricas, por ejemplo, las sopas de ajo, de cebolla, de menta o de tomillo.
En general, las rebanadas de pan se suelen agregar a un sofrito de ajo y guindilla, de cebolla o de verduras. Luego, se vierte agua o caldo por encima y se dejan hervir a fuego no muy fuerte, removiendo con unas varillas hasta que el pan se deshaga.
Una vez lista la sopa, puedes agregarle huevo duro picadito o escalfado, jamón serrano en daditos...Y, si quieres la consistencia de una crema, pásala por la batidora.
Torrijas

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Las torrijas uno de los postres más conocidos preparados con pan duro. Para elaborarlas, corta una barra de pan del día anterior en rebanadas y déjalas empapar en leche azucarada con canela y piel de limón. Luego, pásalas por huevo batido, fríelas y rebózalas con canela y azúcar.
Sopa de leche

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Su realización es muy sencilla: calienta la leche en una cacerola con azúcar, canela y corteza de limón. Y, cuando llegue al punto de ebullición, baja el fuego e introduce las rebanadas de pan. Déjalas que hiervan suavemente hasta que se deshagan.Sírvelas frías con un poco de canela por encima.