El momento en el que realizamos las comidas es fundamental a la hora de perder peso, pero también lo son los alimentos que escogemos. Esta cuestión no solo es clave para adelgazar sino para asegurarnos un buen descanso. En muchas ocasiones, ya sea por cansancio o simplemente por pereza, no damos la importancia que merece a la cena y acabamos picando cualquier cosa. Te contamos por qué esto es un error y qué alimentos no deberíamos ingerir a última hora del día.
Hacer una dieta con alimentos sanos y la hora adecuada es imprescindible para mantener nuestro peso y figura. Durante la noche, el metabolismo se ralentiza porque el cuerpo se prepara para el descanso. Sin embargo, esto no quiere decir que debas dejar de cenar, y es que muchas personas lo hacen porque creen que de este modo van a adelgazar y eso no es nada saludable. Simplemente se trata de ingerir alimentos más ligeros, con menor valor calórico, pocas grasas y de fácil digestión. Por ello, deberías evitar los alimentos ultraprocesados, ricos en sodio y azúcares, que no solo engordan y perjudican tu salud sino que dificultan la digestión.
El horario de la última comida también es clave. Los expertos recomiendan cenar antes de las 20:30 h, ya que hasta esa hora el metabolismo aún mantiene un nivel de actividad relativamente alto. Si a esa hora no podemos, lo ideal es cenar al menos menos 2 o 3 horas antes de irse a la cama. Además, es importante establecer un horario fijo y tratar de cenar siempre a la misma hora.
Los alimentos que ingerimos en la cena son determinantes a la hora de disfrutar de un buen descanso. Alimentos como el tomate, la avena, el plátano o la fresa son algunos de los que sí recomendamos consumir a última hora del día. El motivo es que estimulan la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño. Sin embargo, hay otros que no deberían formar parte de nuestras cenas (o si lo hacen, que sea en cantidades moderadas), pues podrían entorpecer el descanso. Te contamos cuáles son.
Setas
Las setas son muy saludables, pero deben consumirse con moderación si lo hacemos por la noche. Este alimento es bastante indigesto, pues contiene unas macromoléculas bastante difíciles de digerir. Si las vas a tomar, que sea en pequeñas cantidades, por ejemplo, añadiendo unas pocas a un revuelto o una ensalada. De lo contrario, te costará conciliar el sueño.

Lechuga
Muchas personas optan por cenar ensalada, y aunque se trata de una opción muy ligera y saludable, quizá no sea lo más adecuado por la noche. La lechuga contiene mucha fibra insoluble, por lo que puede provocar hinchazón abdominal y gases. Si vas a cenar ensalada, mejor elige una versión que excluya este alimento. La ensalada de tomate o campera son buenas alternativas.

Cítricos
Todas las frutas son muy saludables y deberían formar parte de cualquier dieta. Sin embargo, el problema de los cítricos (limón, naranja, mandarina y pomelo) es que tienen mucho ácido. Durante el día no supone un problema a no ser que tengas algún problema estomacal, pero por la noche podrían dificultar la digestión haciéndola más pesada o provocar ardores.

Ajo
Del mismo modo que sucede con el picante o la comida muy condimentada, el ajo no es un alimento muy recomendable para tus cenas. Produce acidez estomacal y reflujo, sobre todo si se consume crudo.

Chocolate
El cacao contiene teobromina, un derivado de la cafeína que posee un efecto estimulante. Tendrías que tomar cantidades altas de este alimento para conseguir efectos realmente estimulantes, pero en personas sensibles puede notarse el efecto y afectar al sueño. Si vas a tomarlo a última hora del día, que no sean más de tres onzas.

Carne roja
La carne roja contiene una elevada cantidad de proteínas y por tanto, resulta complicada de digerir. Esto podría afectar al sueño provocando malestar e insomnio. Además, las grasas saturadas que contiene reducen los niveles de serotonina (hormona que regula el sueño y el estado de ánimo).
