Ya sea porque hay épocas en que se aglutinan eventos sociales (cumpleaños, reuniones con amigos, celebraciones familiares) o porque hayas comido algo más de la cuenta, lo cierto es que tener problemas con la digestión es más frecuente de lo que parece. Hay factores que alteran o facilitan el tiempo de la digestión. El estado del alimento (sólido o líquido), la cantidad (mejor quedarse corto que no quedarse saciado o harto y repartir las ingestas durante el día), el modo de preparación (las frituras y las conservas en aceite exigen un esfuerzo digestivo importante) y el estado de los órganos que componen el sistema digestivo.
Cómo evitar digestiones pesadas
Es importante cuidar el momento de la ingesta. Masticar de forma pausada y salivar bien el alimento ayuda a una correcta deglución. También tomar conciencia del momento presente, del acto de comer. Si la ingesta se realiza de forma desordenada, con estrés, rápida y mientras realizas otra actividad o cuando estás muy cansada, influye negativamente en el sistema digestivo y provoca malestar estomacal. Asimismo, comer o cenar muy tarde puede provocar pesadez, hinchazón abdominal, ardor o reflujo. Deja pasar cuatro horas entre comida y comida y cena tres horas antes de meterte en la cama. ¿Te da hambre ante de irte a soñar con los angelitos? ¿El estómago te ruge? Elige una proteína ligera (un yogur o un vaso de leche), una fruta...
Aceite de oliva
El aceite de oliva tiene múltiples beneficios para el organismo, uno de ellos es que resulta un gran facilitador de la digestión. Ayuda a que los alimentos se transformen en el estómago, evita el reflujo gástrico que produce la acidez, favorece la evacuación de heces y esquiva las infecciones en el tracto digestivo.

Jengibre
Esta aromática raíz, el jengibre es un excelente estimulante digestivo. Incita la liberación de enzimas por parte del páncreas, ayudando a que la deglución sea más ligera y sin acidez. Otra de sus principales propiedades es que es antibacteriano. Previene alteraciones de la flora intestinal, reduce diarreas y mejora la evacuación. En infusión previene la dispepsia (digestión lenta y laboriosa).

Arándanos, fresas y moras
Son ricas en antioxidantes que ayudan a limpiar el colón (una porción de intestino que elimina los residuos). Estas frutas se pueden mezclar con yogur y cereales integrales. Así se multiplica el efecto sobre el tránsito intestinal.

Infusiones
Además de la conocida manzanilla, que calma los espasmos estomacales, hay otras infusiones que ayudan a tener una buena digestión. ¿Una buena opción? Combinar menta y anís estrellado. La primera plata combate la indigestión y la segunda alivia los gases.

Kiwi
El kiwi es conocida por por aportar gran cantidad de fibra soluble actidina que ayuda a la digestión. Sobre todo tomado en el desayuno. ¿Cómo postre? Puede aliviar la sensación de pesadez estomacal.

Pescado
La baja cantidad de colágeno presente en el pescado, sobre todo el blanco, juega un papel importante es su rápida digestión.

Hinojo
Se trata de una hortaliza de la que se consume tanto la raíz como las hojas o las semillas y es especialmente beneficiosa para diferentes trastornos estomacales. Alivia la acidez, la distensión abdominal, la indigestión, la inapetencia y el exceso de gases. De hecho, contiene una sustancia de acción carminativa (anetol) que favorece la expulsión de gases. En tisana resulta muy útil contra la retención de líquidos y ayuda a disminuir los cólicos y retortijones.

Plátano
Además de contener fibra que estimula la actividad bacteriana del intestino, el plátano es rico en inulina, una sustancia de efecto prebiótico que sirve de sustento (alimento) a los proboioticos, lo que contribuye a una flora intestinal saludable. Por otro lado, su riqueza en potasio también ayuda al funcionamiento del tracto digestivo, ya que este mineral participa en las contracciones musculares requisadas para digerir y para el avanza del bolo alimenticio.

Alcachofa
Gracias a su sabor amargo tiene efecto colerético (aumenta la producción de bilis) que alivia el estómago y ayuda a la eliminación de líquidos.

Pollo
Al igual que el capón, el pavo y el conejo, es una carne magra fácil de digerir siempre que se prepare con una técnica culinaria saludable. Al horno, hervido o a la parrilla. Si tomas el pollo con otras proteínas, salsa, ciertos hidratos o alcohol, el aparato digestivo sufrirá. Sírvelo con arroz integral. Un carbohidrato provisto de fibra (evita el estreñimiento y ayuda a reducir el colesterol).

Marisco
Son de fácil digestión si se comen al vapor, hervidos o a la plancha. Evita siempre servirlos con salsa. Es este acompañamiento lo que produce molestias y una digestión lenta.

Kefir
Como el yogur, contiene probióticos, unos microorganismos vivos que se alojan en el intestino y mantienen el equilibrio de sus bacterias, combatiendo patógenos que causan inflamación de la mucosa del estómago. Asimismo, mejora el síndrome de intestino irritable y combate la diarrea. Por su toque ácido va bien con frutas y en purés de verduras.

Piña natural
La piña contiene enzimas proteolíticas (ayudan a digerir las proteínas). En concreto destaca su aporte de bromelina. Este complejo enzimático apoya los mecanismos digestivos rompiendo las moléculas proteicas y ayuda a eliminar los parásitos intestinales. Además es una excelente fuente de fibra.Una celulosa que colabora en el tránsito intestinal.

Yogur
Contiene bacterias lácticas beneficiosas que actúan sobre la microbiota intestinal (la comunidad de microorganismos que alberga nuestro intestino). Si esta es diversa, el sistema inmunológico, funciona mejor
