Cinco trucos de decoración para mantener el dormitorio ordenado y limpio
El dormitorio debe ser un espacio ordenado, limpio y relajado para que se convierta en un oasis de descanso. Un lugar destinado solo a dormir y descansar. Y con estos trucos de decoración lo conseguirás.
Descansar bien cuando dormimos influye en la salud y calidad de vida. Cuando hablamos de dormir bien, hacemos referencia a aspectos como la alimentación, la actividad física o los horarios que seguimos en nuestra rutina.
Pero otro aspecto que debemos tener en cuenta, a menudo olvidado, es el entorno donde dormimos. La primera cosa que debes evitar es que tu dormitorio se convierta en un espacio multiusos.
No debería ser zona de oficina, de juegos o el cuarto de plancha. Es cierto que, en viviendas pequeñas, a veces no es posible evitarlo, pero lo ideal es conseguir un ambiente que tu cerebro identifique con una zona de relax y descanso para ayudarle a desconectar.
También es interesante que esté despejado y que no tengas rincones con objetos que no sabes dónde guardar y quedan aparcados en el dormitorio acumulando polvo. Cualquier factor de estrés incide en la capacidad para conciliar el sueño. Un espacio donde haya objetos amontonados no te ayuda.
La distribución del espacio

Cortesía de Getty Images.
La manera en que distribuyes tus muebles puede mejorar o empeorar el ambiente decorativo. La forma adecuada de distribución del espacio varía en función de las características de tu dormitorio.
No obstante, la premisa fundamental es que debe haber una adecuada circulación en la habitación y cierto margen para moverse con comodidad. Como norma general, en decoración se aconseja poner los muebles más voluminosos contra la pared.
En algunas ocasiones, se puede optar por decoraciones más arriesgadas poniendo, por ejemplo, la cama en el centro del espacio para poder disfrutar de las vistas de la ventana o la terraza.
Eso funciona bien en dormitorios muy amplios que utilizan la parte posterior de la cama para poner un armario y crear una zona de vestidor o a veces se construye un murete bajo para integrar la zona de lavabo.
Si tienes un dormitorio estándar, la forma más habitual de colocación es poner el cabezal de la cama contra una de las paredes.
Elementos de almacenaje claves

Cortesía de Getty Images.
Si para ti prima la practicidad, el almacenaje será un aspecto fundamental para optimizar el espacio del dormitorio. Para aumentar su capacidad, puedes optar por camas con cajones integrados o canapés abatibles.
Un buen armario siempre será la pieza fundamental de almacenaje. Intenta que sea lo más completo posible, siempre se necesita mucho espacio para ropa, si no dispones de un vestidor. Es preferible que tu armario tenga puertas, para no tener a la vista el desorden visual que produce la ropa si no está perfectamente doblada y ordenada.
Además, con puertas, proteges el interior del polvo y tus prendas se conservan mejor. Las puertas correderas ahorran espacio, si no tienes mucha distancia de paso entre el armario y la cama.
La luz, un factor ambiental importante

Cortesía de Getty Images.
Estamos programados para dormir en la oscuridad. Cuando vayas a dormir, es importante que no entre luz en tu dormitorio.
Si tienes problemas con este aspecto, puedes decorar con unas cortinas opacas que eviten la entrada de luz. Igualmente, las persianas pueden ayudarte a ajustar el nivel de luz diurna y nocturna en tu dormitorio.
En cuanto a la luz artificial, incluye siempre bombillas de luz cálida. La luz blanca o azul es la señal que tiene nuestro cerebro para activarse y no ayuda cuando lo que queremos es desconectar para poder dormir. Una luz cálida y tenue prepara para conciliar el sueño.
También es importante no iluminar la habitación con luz de techo antes de ir a la cama. Por tanto, incorpora luces indirectas en apliques o lámparas de sobremesa para crear una atmósfera relajante. Las lámparas de mesilla y los apliques de pared son muy útiles para leer y son ideales para crear atmósferas relajadas.
Muebles auxiliares: practicidad al poder

Cortesía de Getty Images.
Las mesitas de noche son un elemento fundamental de estilo. Las clásicas siempre han ido a juego a ambos lados de la cama. Ahora, en decoración, también se lleva poner dos mesitas distintas para romper la asimetría.
Incluso hay versiones más arriesgadas que optan por taburetes, repisas y todo tipo de pequeños muebles, muy decorativos. Lo fundamental de una mesita es que tenga algo de superficie para dejar las cosas de primera necesidad. Las mesitas de noche deberían quedar a la altura de la cama, para extender el brazo con comodidad.
Los modelos que llevan cajones son muy útiles y no hay que desdeñar su capacidad de almacenaje, si no te sobra el espacio. Si dispones de espacio, incluye cajoneras auxiliares en tu dormitorio para guardar la ropa de cama, por ejemplo.
Espejos o cojines, el toque final

Cortesía de Getty Images.
Un espejo de cuerpo entero te será de gran ayuda para ver tu total look. Una banqueta o una butaca son elementos muy cómodos para calzarte y vestirte.
Incluir estos pequeños muebles en tu dormitorio te hará ganar comodidad diaria. De la misma forma, un galán de noche o perchero evitará problemas de desorden con la ropa que no quieres guardar en el armario.
El toque final al espacio lo pondrán elementos decorativos como cojines, alfombras y cortinas, que aportan calidez y confort a la habitación. Elígelos teniendo en cuenta los tonos de la paleta decorativa de tu dormitorio.
Puedes ser algo más arriesgada utilizando algún color de contraste o estampado, especialmente en los cojines. La armonía cromática también influye en el equilibrio decorativo y los textiles que selecciones tendrán peso en el ambiente decorativo de tu dormitorio.